El Real Madrid tiró de su conocida pegada para sacar adelante el estreno de la defensa de su título de la Liga de Campeones, solventado por un claro 0-3 ante el Celtic, un rival que puso en más complicaciones de las que refleja el marcador a un conjunto madridista que recibió una mala noticia en la preocupante lesión de Karim Benzema. El francés se retiró a la media hora con evidentes signos de dolor en su rodilla derecha.
El conjunto escocés se llevó un castigo severo, quizá demasiado para lo que ofreció a sus aficionados. Fue ambicioso y valiente desde el pitido inicial y gozó de buenas ocasiones para haberse puesto por delante, pero el actual campeón aguantó y esperó su oportunidad para sumar sus tres primeros puntos.
Los goles de Vinicius y Luka Modric en apenas cuatro minutos del segundo tiempo le dieron el aire que necesitaba y Eden Hazard, elegido para relevar al capitán, sentenció un partido que terminó siendo más plácido y que le sirvió para aumentar su confianza en este positivo inicio de temporada.
Ya el hecho de que el sustituto de Benzema fuera un hombre como el belga Hazard, que pese a sus buenos minutos no está acostumbrado a esa posición, evidencia el problema de la plantilla de Ancelotti, que no tiene un recambio de garantías con el que suplir la baja del francés. Mariano nunca ha demostrado ser jugador para el Madrid y Luka Jovic, el hombre que por características debía ser el segundo delantero del equipo, se marchó por la puerta de atrás a la Fiorentina.