Con la Nochevieja de 2021 no solo terminó un año y comenzó otro, con las campanadas también nació una nueva criptomoneda: el maricoin.
La primera criptomoneda LGTBI arrancó con un proyecto piloto que, debido a las restricciones por la eclosión de contagios por ómicron, se limitó al barrio madrileño de Chueca. La cancelación de las tradicionales macrofiestas para dar la bienvenida al Año Nuevo obligó a los promotores de maricoin a rediseñar su estreno. Finalmente, el proyecto piloto, que se alargará hasta el próximo 6 de enero, se limitó a 100 usuarios y una decena de comercios de Chueca.
Otros centros tradicionales de la comunidad LGTBI, como son Barcelona, Ibiza y Maspalomas (Gran Canaria), no participaron finalmente en la iniciativa debido a la fulminante sexta ola propiciada por la variante ómicron, que obligó a la suspensión de numerosas fiestas programadas. Las nuevas restricciones que las comunidades autónomas fueron implementando entre Navidad y Nochevieja las paralizaron.
Aún así, los empresarios afectados anunciaron que siguen respaldando el proyecto y mantienen su compromiso con el proyecto. Por ello esperan a poder volver a abrir para aceptar maricoins.
Esta semana de funcionamiento servirá para valorar su utilidad y poder añadir mejoras antes de su lanzamiento oficial al gran público. Pero los impulsores de esta iniciativa han tenido que cambiar el ámbito del ensayo. Lo que van a probar durante estos días será la usabilidad real de esta criptomoneda en lugar de cómo funciona la tecnología en caso de un uso masivo coincidente en el tiempo. Según explicó Paco Álvarez, consejero delegado del proyecto, a El Español "más que bugs tecnológicos por el aluvión de transacciones simultáneas que habría en las macrofiestas, lo que vamos a poder ver es la usabilidad real".
En esta prueba piloto, según explicaron los organizadores, han incluido tanto a personas activistas de los movimientos LGTBI como a usuarios ajenos al mismo. Además también han buscado perfiles de personas familiarizadas con el mundo del dinero digital como personas alejadas de estos entornos.
El objetivo es hacer una "prueba transversal" de la criptomoneda antes del lanzamiento real el próximo mes de febrero de los 10.000 millones de maricoins emitidos ya en la red de Algorand.
Juan Belmonte, más conocido como Juan por Dios, el nombre de la cadena de peluquerías que regenta, es la persona que está detrás del proyecto, al que se han unido otros 25 empresarios. Por el momento, según declaraciones de los impulsores recogidas por la revista Forbes, "ya existe una lista de espera para obtener maricoins con prima antes de que cotice la moneda a la que se puede acceder a través de la dirección bit.ly/maricoin".
Belmonte explica en un vídeo los motivos y los objetivos reivindicativos que impulsaron la iniciativa. El principal es el de empoderar la economía de un colectivo que, según detalla, "si la comunidad gay fuera un país, sería la cuarta economía del mundo", por ello considera que ha llegado la hora de tener su propia moneda. De este modo busca darle poder a la comunidad LGTBI en este "mundo globalizado capitalista".
Según los impulsores del proyecto, durante el primer trimestre del próximo año, maricoin cotizará en los principales exchanges de Algorand y si todo funciona continuará en Binance, es decir a nivel mundial.
La divisa ha adoptado el modelo altcoin, es decir, que su valor no depende de uno previo ya fijo como pueden ser el del euro o el del dólar, sino que dependerá de la oferta y la demanda, de quienes quieran comprarlo y venderlo. Durante el presente mes de enero proyecta emitir 250 millones de dólares en maricoins (cada uno de ellos tendría un valor de 0,025 dolares) y aquellos que quieran comprarlos deberán hacerlo por el valor del momento.
El portal web donde poder apuntarse a lista de espera para comprar esta criptomoneda y para futuras trnasacciones funcionará con el dominio maricoin.coin. Igualmente, el dominio maricoin.org servirá para la divulgación del proyecto a usuarios, establecimientos y asociaciones LGTBI, los cuales gestionarán uno de cada cuatro tokens emitidos para ayudar a la comunidad.