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El martes se celebrará el juicio del bebé robado en Basurto

El hospital ha reforzado todas sus medidas de seguridad, principalmente a través de códigos de identificación y control de accesos, tras el robo
Una visita a la Maternidad, pasando esta misma semana por el control de accesos. / JOSÉ MARI MARTÍNEZ

Un total de 48.827. Esa es la friolera de veces que en solo siete meses han entrado y salido las visitas del área de Maternidad del hospital de Basurto. Un sistema de riguroso control de accesos y conteo que se implantó tras el secuestro de un bebé en este centro en octubre de 2022, y cuyo juicio arranca el próximo 14 de mayo en la Audiencia de Bizkaia. Este caso del bebé robado obligó a reforzar todos los protocolos de seguridad, especialmente en lo que se refiere a la identificación personal y acceso a Maternidad. Porque un año después, el 3 de octubre de 2023, entraba en funcionamiento el sistema Sarbide que ha registrado 48.827 entradas y salidas (depende de las veces que lo hace cada visita) con un total de 1.276 pacientes visitadas.

Fue entonces cuando se activaron medidas extras de seguridad para extremar la vigilancia y el control de los accesos. No hay que olvidar que el secuestro se produjo el 19 de octubre de 2022, cuando una joven de 24 años, vestida de sanitaria para no levantar sospechas, accedió al hospital haciéndose pasar por una enfermera que realizaba pruebas a los recién nacidos. Afortunadamente, el suceso tuvo un final feliz ya que el pequeño Aimar, de solo tres días de vida, fue encontrado en un felpudo en una vivienda de Santutxu en buen estado.

Tras este suceso y, con el objetivo de reducir y controlar el tránsito de personas en esta planta, especialmente sensible, se instalaron dos sistemas de control de acceso que funcionan simultáneamente. Por un lado, solo pueden acceder los profesionales autorizados mediante tarjeta profesional. Y por otro, las visitas y/o acompañantes, lo hacen a través del mencionado Sarbide, que proporciona un código de identificación y acceso por visita. Este código es necesario para entrar o salir de la planta y controla el número de visitas por paciente.

El pabellón Iturrizar –que asiste a unos 2.000 partos al año–, ha instalado asimismo cámaras de videovigilancia en sus accesos principales (entrada principal y los dos laterales del edificio). Igualmente, se han limitado los accesos laterales de la planta de maternidad. Uno de los laterales está dotado de un sistema de control de entrada y salida mediante tarjeta profesional y el otro está cerrado y dispone de un sistema de apertura automática que solo se activa en caso de emergencia.

Unas estrictas medidas y un protocolo exhaustivo enmarcado en la Estrategia de Seguridad del paciente 2030, concretamente en su línea de seguridad en los procesos de la gestación, del parto y del puerperio. En todos los hospitales vascos se han establecido medidas especiales para la protección de los recién nacidos. Medidas, sin embargo, que son específicas para cada una de las maternidades, adaptándolas a la realidad de cada centro.

En Basurto, cuando finalice la obra de la Unidad de Neonatología, ubicada en ese mismo equipamiento, los accesos a este pabellón desde la calle quedarán también controlados.

Dispensador de uniformes

Además se ha hecho hincapié en mejorar de la custodia de uniformes ya que la autora de los hechos pudo pasar más inadvertida al vestir ropa del propio hospital. Así se puso en marcha en sistema automatizado para la dispensación y recogida de los uniformes de los y las profesionales de Basurto. Un carrusel de reparto que tiene como objetivo facilitar la disponibilidad de ropa de trabajo, así como mejorar la eficiencia y gestión de este servicio.

Las ventajas de este sistema es que está disponible las 24 horas del día los siete días de la semana y facilita a profesionales del hospital la obtención de las prendas. Por eso permite un control en tiempo real de las prendas retiradas y del stock, así como obtener una trazabilidad de los uniformes y datos sobre uso, rotación y existencias. Eso limita el uso de uniformes solo para el personal autorizado, mediante tarjeta profesional electrónica, según la categoría profesional y las cantidades asignadas por persona y categoría.

Este dispensador automatizado tiene capacidad para el suministro de 13.200 prendas. Ambos sistemas, el dispensador y los armarios, gestionarán el 95% de los uniformes ya que el 5% restante es ropa de áreas quirúrgicas de acceso restringido.

Tras la pandemia también se retomó la entrega en papel del folleto corporativo No me dejéis solo en el que se realizan varias recomendaciones a las madres y padres. Entre ellas, se indica que en el caso de tener que realizar alguna prueba extraordinaria, uno de los progenitores deberá acompañar siempre al bebé. Para reforzar este mensaje, Osakidetza elaboró vinilos informativos que se han colocado en todas las habitaciones de las maternidades. Se pretende, de este modo, concienciar a las familias de que todas las pruebas a su bebe deben hacerse a pie de cuna, o acompañados por ellos.

Juicio el martes

La mujer acusada, Mireia C. S., que tenía 24 años en el momento de los hechos, se enfrentará desde el martes día 14 al juicio ante la Audiencia Provincial de Bizkaia. La Fiscalía reclamará una pena de cuatro años de prisión por un delito de detención ilegal por estos hechos. El Ministerio Público pedirá que se le aplique la agravante de víctima vulnerable y una atenuante por devolver al bebé en menos de tres días.

La acusación particular, que representa a los padres del recién nacido, considera los hechos como un delito de secuestro de menor y de abandono, con lo que eleva la petición de cárcel a siete años. Además, ambas partes solicitarán una indemnización para los padres de 12.000 euros por daños morales.

Una de las claves del juicio podría consistir en determinar si la joven Mireia C. S. sufría en el momento en el que decidió llevarse al recién nacido algún trastorno que afectase a sus facultades.

11/05/2024