El mejor momento del día para beber agua, según la ciencia

Mantener una buena hidratación es esencial para el correcto funcionamiento del cuerpo humano. El agua, que representa aproximadamente el 60% del peso corporal, desempeña un papel crucial en funciones básicas como la regulación de la temperatura, la eliminación de desechos y la lubricación de las articulaciones.

Aunque la importancia de beber suficiente agua está bien documentada, existe un creciente interés por determinar cuándo es el mejor momento del día para consumirla y maximizar sus beneficios. La ciencia tiene respuestas interesantes sobre este tema.

Por qué es importante beber agua en ayunas

Beber agua al despertar es una práctica respaldada por numerosos estudios. Durante la noche, el cuerpo pierde líquidos a través de la respiración y el sudor, lo que hace que nos despertemos ligeramente deshidratados. Al ingerir un vaso de agua en ayunas, ayudamos a reponer esta pérdida y activamos el metabolismo.

Según investigaciones publicadas en revistas de nutrición, el consumo de agua a primera hora del día también puede estimular el sistema digestivo, promoviendo el movimiento intestinal y mejorando la absorción de nutrientes a lo largo del día. Además, algunos expertos sugieren que empezar la mañana con agua puede mejorar la claridad mental, ya que incluso una leve deshidratación puede afectar negativamente la función cognitiva.

Manos sostienen un vaso de agua Pexels

Beber agua antes de las comidas

Otra estrategia recomendada es beber agua antes de las comidas. Un estudio publicado en el 'Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism' reveló que consumir agua antes de comer puede aumentar ligeramente el metabolismo, gracias a un fenómeno conocido como termogénesis inducida por el agua. Este efecto ocurre cuando el cuerpo trabaja para calentar el agua ingerida hasta la temperatura corporal, lo que resulta en un pequeño aumento en el gasto calórico.

Además, beber un vaso de agua antes de las comidas también puede contribuir a la sensación de saciedad, ayudando a controlar la cantidad de alimentos consumidos. Esto es especialmente beneficioso para quienes buscan mantener un peso saludable o perder peso. La hidratación antes de las comidas también favorece el proceso digestivo al facilitar la producción de saliva y jugos gástricos.

Vaso de agua encima de la mesa al lado de un plato de ensalada Freepik

Hidratación durante el ejercicio

Para quienes practican ejercicio, el momento para beber agua también es crucial. Durante la actividad física, el cuerpo pierde una cantidad significativa de agua a través del sudor, lo que puede conducir a una deshidratación si no se repone adecuadamente. Los expertos recomiendan beber agua antes, durante y después del ejercicio para mantener un rendimiento óptimo y evitar problemas como calambres o fatiga.

La cantidad de agua necesaria durante el ejercicio depende de factores como la intensidad de la actividad, la duración y las condiciones ambientales. Como regla general, se recomienda beber entre 400 y 600 ml de agua en las dos horas previas al ejercicio, 150 a 250 ml cada 15-20 minutos durante la actividad y rehidratarse después de terminar, en función del peso perdido.

Chica hace una pausa en el gimnasio para beber agua Freepik

Beber agua antes de dormir

Aunque algunas personas evitan beber agua antes de acostarse para evitar interrupciones del sueño por la necesidad de ir al baño, existen beneficios potenciales en esta práctica. Una hidratación adecuada antes de dormir puede ayudar a prevenir la deshidratación nocturna, especialmente en climas cálidos o si se duerme con calefacción.

Sin embargo, es importante no excederse. Beber cantidades moderadas de agua, como medio vaso, puede ser suficiente para mantenerse hidratado sin alterar el descanso nocturno. También se recomienda evitar bebidas con cafeína o alcohol antes de dormir, ya que pueden tener un efecto diurético que aumente la necesidad de ir al baño.

Joven coge un vaso de agua de la mesita de noche desde la cama Freepik

Consejos generales para una hidratación efectiva

Si bien los momentos específicos para beber agua pueden variar según las necesidades individuales, existen algunas pautas generales que pueden ayudar a mantener una buena hidratación:

1. Escucha a tu cuerpo: La sed es una señal natural de que necesitas agua, pero no siempre es el único indicador. Presta atención a otros signos de deshidratación, como boca seca, fatiga o piel seca.
2. Lleva una botella contigo: Tener agua a mano facilita el consumo regular a lo largo del día. Opta por botellas reutilizables para reducir el impacto ambiental.
3. Ajusta tu consumo según las condiciones: En climas cálidos o durante actividades intensas, incrementa la ingesta de agua para compensar la pérdida de líquidos.
4. Prefiere el agua a otras bebidas: Aunque los tés, infusiones y jugos pueden contribuir a la hidratación, el agua pura sigue siendo la opción más saludable.
5. Establece recordatorios: Si te cuesta recordar beber agua, establece alarmas o utiliza aplicaciones que te ayuden a monitorizar tu consumo.