Libros, juguetes de todo tipo, bisutería, menaje de hogar, piezas de decoración, cuadros, complementos como pañuelos y bolsos … Son solo algunos de los objetos que se pueden encontrar y adquirir, a precios populares, en el mercadillo solidario organizado en Basauri por Acobi, la asociación de acogida de Bielorrusos de Bizkaia que tiene sede en esta localidad. Al frente de la iniciativa, ayudando con la recepción y venta de productos, están un grupo de ocho mujeres voluntarias con experiencia en lo que, durante nueve años, fue el rastrillo solidario de Navidad de Basauri y que tuvo que dejar de realizarse debido a las restricciones de la pandemia. En ese caso anterior, “éramos nosotras las que decidíamos la organización o la causa a la que se destinaba el dinero recaudado. Este mercadillo, sin embargo, es impulsado por Acobi que gestiona la estancia de niños de Bielorrusia en familias de Euskadi por temporadas”, explican Giomar y María Asun. La bonita labor de la asociación se está viendo afectada, también, por la pandemia y por la actual invasión y guerra de Ucrania, “y no están pudiendo traer a menores, así que lo que hace Acobi con el dinero que se obtiene a través de este tipo de iniciativas es enviarlo allí como una ayuda económica para hacer frente a las necesidades que tengan”.
El punto de venta son los locales que la propia asociación Acobi tiene en los bajos de la calle Lehendakari Aguirre, 57, y el mercadillo estará en funcionamiento hasta mañana domingo, entre las 12.00 a 14.00 horas y de 18.00 a 20.30 horas. Los artículos que se pueden comprar “por entre uno y tres euros de precio, la mayoría de ellos, aunque en algunos casos es algo más alto, pero siempre asequible”, son donaciones que ha hecho, para la causa, la propia población de Basauri. “Aceptamos todo, siempre que esté en suficiente buen estado, menos ropa, porque estos locales son pequeños y no hay espacio”. La experiencia es un grado y, además, aporta confianza. “Siempre ponemos unos días antes carteles para anunciar que comienza la recogida de artículos y la respuesta es inmediata y satisfactoria. Y los días en los que está abierto en funcionamiento, también viene gente a donar cosas”.
La iniciativa sale adelante gracias, además, a la colaboración de otras entidades del municipio como la asociaciones de mujeres Ate Zabalik o Manuela Eguiguren, “a las que pertenecemos muchas de nosotras”, la Cofradía de Finaga “que nos deja las oficinas de su local que utilizamos como almacén y Herriko Taldeak, que nos deja los caballetes y los tableros para montar las mesas donde se exponen muchas cosas”. Y dos comercios de Basauri –Calzados Boss y Calzados Luzea– aportan también su granito de arena donando un bolso y unas zapatillas que son el premio para los acertantes de una sencilla bolilla. “Eliges el número del 0 al 99, te apuntas en la casilla correspondiente por solo un euro y el ganador es el que coincida con el final del primer y el segundo premio del sorteo de Navidad”.
Sobre la respuesta de los basauritarras, aseguran que “siempre es muy buena” y, en concreto, en la edición del año pasado, que fue la primera como mercadillo, se recaudaron “algo más de 1.000 euros, pero esperamos superarlo porque ya no hay restricciones y ha pasado el miedo a la pandemia”. Y para las voluntarias que organizan, dirigen y gestionan el mercadillo es “algo que hacemos con mucho cariño y, sobre todo, con mucho corazón”