Se le ocurrió a la noche en una habitación de Londres y a la mañana siguiente "me aburría, quería fantasear y lo subí a Twitter por subir, como puro entretenimiento", reconoce Iván Galdeano Itoiz, pamplonés de 21 años que ha diseñado el hipotético metro que recorrería la capital navarra: Metroiruña. Al mediodía, la idea triunfaba en las redes: "Empezó a llegar a mucha gente. Mi madre me preguntó a ver qué había hecho porque le habían escrito amigas. Fue surrealista. ¡Me hablaron hasta profesores que me habían dado clase en primaria!", dice. Y sobre todo, subraya, reinó el buen rollo: "Me pidieron que el hilo de Twitter no llegara al alcalde bajo ningún concepto o que les pusiera paradas más cerca de casa".
El propósito primordial de Metroiruña es que todos los barrios de la ciudad estén conectados y dispongan, al menos, de una parada. Para ello, esbozó cuatro líneas: la este –de Orkoyen o Zizur Mayor a Sarriguren y con paradas especiales a la mañana en la zona de la Vaguada, donde hay varios colegios e institutos–, la norte –desde Berrioplano hasta Noáin y confeccionada para viajeros, ya que cuenta con paradas en RENFE, el aeropuerto y autobuses–, la circular – trabajaría como conectora del resto de trazados y transitaría por barrios como Mendillorri o Lezkairu y localidades como Ansoáin o Villava– y la metropolitana, la más corta y su principal función sería mover a los pamploneses por el centro. La estación de Merindades, detalla, sería el principal foco de transbordos, ya que todas las líneas pararían allí o en las inmediaciones.
Iván diseñó los distintos recorridos en un Power Point y, aunque disfrutó de lo lindo, reconoce que fue una labor bastante compleja: "El mapa del metro simplificado me dio ciertos quebraderos de cabeza. No sabes la tortura que me supuso encajar todas las paradas, que coincidieran y además fuera relativamente fácil de leer... No me quiero ni imaginar cómo son capaces de elaborar los mapas en macrociudades con tropecientas paradas y líneas", señala.
DE ERASMUS
A pesar de la novedosa propuesta, Iván confiesa que Metroiruña es irrealizable. "No soy ni ingeniero civil ni nada por el estilo. Así que habré cometido errores estructurales que hacen imposible que exista. Solo pretende ser un trabajo de pura imaginación", comenta. Por eso, bromea, si algún día el Ayuntamiento de Pamplona se plantea construir un metro, "espero que consulten a expertos y no a mí".
Iván estudia 4º de Periodismo en la Universidad de Navarra y desde septiembre reside en Londres gracias a una beca Erasmus. "Nunca había salido de Pamplona más de una semana y para mí el metro era casi ciencia ficción. Cuando llegué pensaba que jamás me iba a adaptar a más de diez líneas con desviaciones, transbordos€ Pero al final te acostumbras y ves que es increíble cómo consiguen que todo se coordine a la perfección y que resulte sencillo ir de un sitio a otro solo mirando los carteles y mapas de las estaciones".
Además de la sencillez, le fascinó la utilidad del metro en una ciudad de 9 millones de habitantes en el que los atascos son el pan de cada día: "Te ahorras el tráfico y apenas tienes que hacer cambios de línea. Me parece muy efectivo y sobre todo muy rápido, estás en el centro en menos de media hora", apunta.