El Ministerio de Sanidad considera que, aunque el riesgo asociado a la polio en el Estado español es "muy bajo", existe una posibilidad "considerable" de que vuelva a introducirse ante el aumento de casos en el mundo, por lo que pide reforzar la vigilancia para mantener a nuestro país libre de esta enfermedad.
El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) ha elaborado un informe de evaluación del riesgo asociado a la importación de poliovirus en España tras la reciente identificación de casos de poliomielitis y la detección de poliovirus en aguas residuales en países de nuestro entorno.
Desde 2020, solo Pakistán y Afganistán tenían transmisión activa de poliovirus salvaje, pero en los en los últimos años se han notificado casos en lugares que no lo habían hecho desde 1992, como Malawi y Mozambique, y se han detectado brotes de poliomielitis por poliovirus derivados de la vacuna especialmente en África y Asia.
Además, este mismo año, varios países occidentales, como Reino Unido, Estados Unidos e Israel, han notificado circulación de poliovirus derivados de la vacuna en sus aguas residuales, identificándose además dos casos clínicos de poliomielitis paralítica.
El último caso en España de poliomielitis por poliovirus salvaje se dio en 1988; tanto el Estado como la Región Europea de la OMS tienen la certificación de Región libre de esta enfermedad desde 2002.
Durante los últimos 30 años, solo se han detectado cuatro casos de poliomielitis -en 1999, 2001, 2005 y 2021- y se ha identificó poliovirus en una persona sin clínica en 2019. Todos ellos estuvieron relacionados con cepas vacunales del virus y en ningún caso resultaron en transmisión a la población.
Varios son los factores que explican la dificultad para alcanzar la erradicación a nivel internacional, entre ellos la covid-19, que ha complicado la capacidad para la detección precoz de enfermedades y el desarrollo e implementación de los programas de vacunación.
"Esto puede haber influido negativamente en la percepción sobre los beneficios de la vacunación infantil, generando efectos negativos a la hora de mantener unas adecuadas coberturas de vacunación", sostiene el CCAES.
De hecho, en estos países occidentales en los que se han detectado casos, las tasas de vacunación "insuficientes" favorecen la existencia de bolsas de población susceptible, lo cual puede favorecer la circulación.
Posibilidad "considerable" de que se introduzca en España
A ello hay que sumar "actos violentos frente a campañas de inmunización, el inicio de conflictos bélicos y el aumento de la inestabilidad política en países afectados".
Por ejemplo, en Ucrania, el año pasado fueros detectados dos casos de poliomielitis paralítica y otros 19 casos adicionales fueron positivos pero no desarrollaron síntomas; y allí "desafortunadamente la campaña de vacunación organizada como respuesta al brote fue interrumpida debido a la invasión rusa".
Según argumenta el CCAES, mientras haya circulación de poliovirus en el mundo y se siga vacunando con la vacuna oral en muchos países, existe la posibilidad "considerable" de que se introduzca en España.
Pero las altas coberturas de vacunación -más del 95% en primovacunación-, la calidad de los sistemas de vigilancia y la alta capacidad de detección y respuesta a posibles eventos relacionados con poliovirus en nuestro país, junto con los elevados estándares de saneamiento ambiental, hacen que el riesgo de que circule o se transmita sea "muy bajo".
No obstante, aboga por tomar precauciones "dada la situación epidemiológica y el descenso de la cobertura de vacunación a nivel internacional", así como el de "la sensibilidad de los sistemas de vigilancia en los últimos años en nuestro país", por lo que urge a poner el foco en la coordinación entre todos los componentes que forman parte del Plan de Acción de España para la Erradicación de la Poliomielitis.
De esta forma, el CCAES hace un llamamiento a reforzar las actividades de vigilancia y mantener óptimas coberturas de vacunación, instando a todas las personas, especialmente los niños, a que tengan al día el calendario y que las que vayan a viajar a zonas de riesgo de transmisión de acudan antes a los Centros de Vacunación Internacional.
También plantea la necesidad de reforzar las actividades de vigilancia, continuar monitorizando las coberturas de vacunación a nivel nacional y en las comunidades, incluida la identificación y actuación sobre posibles bolsas de población susceptible, y llevar a cabo actividades de formación.