Ariane Ochoa está mejor que nunca. En pleno tubo. La surfista vizcaina está aprovechando al máximo el Challenger Series, la nueva competición en la que los mejores surfistas de la segunda división pugnan por ascender a la máxima categoría, y gracias a sus buenas actuaciones se ha colocado en la quinta posición del ránking internacional. Quinta en una clasificación en la que las seis primeras plazas tienen el premio del ascenso. Es decir, en estos momentos, Ochoa es surfista del WCT 2022, nombre con el que se conoce al circuito que reúne a los mejores del planeta. Sin embargo, el camino hacia la élite todavía no ha terminado. Aún le quedan dos pruebas puntuables. La primera de ellas será el Quicksilver Pro France que comenzará mañana sábado en Hossegor y la última, la definitiva, tendrá lugar del 26 de noviembre al 7 de diciembre en Hawai. Con todo, un buen resultado en una de ellas le abriría casi de par en par las puertas de la máxima división del surf mundial. Y Ochoa quiere dar la sorpresa.
Y es que en esta novedosa promoción de ascenso puntúan tres de los cinco mejores resultados obtenidos en cinco eventos: los cuatro del Challenger Series y el mejor logrado por cada surfista en 2020. Así que Ochoa llegaba a esta mini liga con un meritorio segundo puesto en Las Américas Pro de Tenerife que le metía unos modestos 1.200 puntos en su bolsillo. Sin embargo, la explosión de la vizcaina llegó en pleno Challenger. De hecho, en el primer evento de este circuito, el US Open of Surfing de California, la deportista de Basque Team ya avisó de sus intenciones con un noveno puesto. 3.500 puntos más. Pero fue en Ericeira, la segunda parada, cuando deslumbró al mundo con un surf sólido y una mentalidad competitiva. Acabó tercera. Solo pudo con ella la hawaiana Luana Silva, que a la postre fue la campeona; y como recompensa se llevó 6.500 puntos que la erigieron hasta la quinta plaza del ránking general con un total de 11.200.
Ericeira supuso un punto de inflexión en las aspiraciones de Ochoa. Ahora su nombre comienza a sonar en las quinielas del ascenso. Pero no solo por su situación en la clasificación, sino también por su comportamiento en el agua. Con apenas 23 años, la vizcaina dejó tras ella a surfistas de la talla de Leticia Canales, Carolina Mendes, India Robinson o Brisa Hennessy. Y lo hizo gracias a su pensamiento ganador. Imparable. De hecho, Ochoa fue por detrás en muchas de sus mangas, pero en vez de darse por vencida decidió apurar cada uno de los segundos que tuvo en el mar portugués para levantar sus rondas hasta plantarse en semifinales. Es decir, la vizcaina tiró de fe, tuvo paciencia para realizar una buena lectura del mar y creyó en su potente surf de espaldas para despedazar las olas de Ericeira. Para dar la sorpresa de la competición y meter su nombre en la terna de candidatas al ascenso al WCT. Así, en apenas tres mangas, Ochoa pasó de promesa a aspirante.
Tercera prueba
Sin embargo, el Challenger Series no ha hecho más que empezar y, terminadas sus dos primeras pruebas, la competición se aproxima ya a la tercera. Esa que comenzará mañana sábado en Hossegor. En esta ocasión, no serán las olas de la Graviere las protagonistas, sino que la organización decidió trasladar la cita a Culs-Nus. Y, aunque es probable que Ochoa sea quien se lleve todos los focos, no será la única representante del surf vasco. De hecho, la vizcaina estará muy bien escoltada por Andy Criere, Rubén Vitoria y Aritz Aranburu en categoría masculina; mientras que Leticia Canales, Garazi Sánchez y Nadie Erostarbe también están confirmadas para el cuadro femenino. Asimismo, la joven Janire González-Etxabarri espera su turno como primera sustituta en caso de alguna ausencia.
Un buen resultado en el Pro France que comienza mañana en Hossegor acercaría aún más a Ochoa a la élite del surf