Los rodajes, tanto de películas como de series, son en la mayoría de los casos lugares en los que reina el caos. Pese a las indicaciones de los directores, el lugar en el que se producen estas piezas audiovisuales están repletas de personas, cámaras, focos, micrófonos y todo el 'atrezzo' que incluye el encuadre.
A todo esto hay que añadir el tiempo de producción, el cual está fijado desde la preproducción ya que cada día supone un desembolso económico para los agentes detrás del producto. Así, todos los profesionales deben estar preparados para rodar tal como está pensado, además de saber hacer frente a los posibles contratiempos que se pueden generar.
Y estos contratiempos en el momento de producir una película o serie pueden ocurrir en cualquier momento. Un error del actor a la hora de hacer un gesto o decir una frase, el exceso o falta de iluminación, un mal enfoque de la cámara… La perfección tiene que estar a la orden del día para transformar lo grabado en el producto final.
Es en muy pocas ocasiones en las que un fallo es corregido en el mismo momento en el que se está realizando la grabación del plano. Únicamente los profesionales más preparados son capaces de aprovechar un error y no solo hacerlo de la forma más disimulada posible, sino convertirlo en inexistente pasándolo como si estuviese así señalizado en el guion.
El momento improvisado de la serie 'Adolescencia'
Estas últimas semanas, la serie 'Adolescencia' ha estado en boca de todos. Disponible en Netflix, cuenta únicamente con cuatro capítulos de una hora de duración cada uno aproximadamente. Rodada en un único plano secuencia, esta miniserie dirigida por Philip Barantini, a quien ya se le conoce por su cinta 'Hierve', se ha convertido en el último 'hit' de la plataforma de 'streaming'.
La trama es sencilla, pese a que cuenta con múltiples capas que hacen del visionado uno que requiera de suma atención a los detalles y el diálogo. Un niño de 13 años, interpretado por Owen Cooper, es arrestado por supuestamente asesinar a una compañera de clase. A lo largo de los cuatro episodios, el espectador puede conocer los diferentes puntos de vista de lo ocurrido mientras se desarrolla lo ocurrido posteriormente a través de los ojos de los policías, familia o el propio niño arrestado.
Como se ha mencionado previamente, cada uno de los capítulos está representado en un único plano secuencia, lo que hace que la producción sea más compleja de realizar ya que no están permitidos los cortes y, en consecuencia, los fallos.
Ante la oleada de popularidad que ha cobrado esta miniserie, los creadores y elenco de la misma ya han comenzado a dar entrevistas a medios de comunicación en las que se puede ver realmente lo complejo que puede ser formar parte de este tipo de producciones.
En una de las apariciones, el actor que da vida al niño arrestado por supuesto asesinato, Owen Cooper, ha explicado un error que no estaba planteado en el guion pero que pasó inadvertido por muchos ya que su improvisación lo convirtió en una parte más de la escena: "Un bostezo vino a mi. Erin improvisó el increíble diálogo que decía: ¿Te estoy aburriendo? Y eso me pilló por sorpresa. Me hizo sonreír porque no estaba en el guion."
El motivo detrás del bostezo en una escena la cual tiene que ser rodada de principio a fin sin cortes y dura alrededor de una hora reside en que la que finalmente vió la luz fue la segunda, de las dos que se grababan cada día y el actor ya sentía cansancio: "En el episodio 3. Fue la segunda toma del día. Hacíamos dos tomas al día. Por lo que fue la segunda. Y ya sabes… Estaba cansado."
Estas acciones, que a simple vista parecen insignificantes, suponen un enorme cambio durante el rodaje, ya que en el caso concreto de 'Adolescencia' hubiese dejado inservible todo lo previamente grabado en el plano.