Hay quien lleva mejor los exámenes y quien se pone de los nervios ante esas importantes pruebas que pueden condicionar el futuro de una persona en muchos aspectos. Y cuando se trata del examen práctico de conducir esos nervios pueden multiplicarse al estar al frente de un coche que no se domina y en el que hay tantas cosas que no dependen de uno mismo, como las indicaciones del examinador, el comportamiento del resto de conductores, la presencia de peatones, las condiciones meteorológicas, la cantidad de señales horizontales y verticales y semáforos a los que hay que atender… Y a todo ello hay que sumarle colocarse el cinturón, regular los espejos, manejar los pedales, usar los intermitentes, activar las luces o los limpiaparabrisas si es necesario, dominar las maniobras para aparcar…
Confusión en el saludo
Con tantos elementos que hay que tener en cuenta es comprensible que haya personas que lleguen al examen práctico como un flan y con demasiadas cosas en la cabeza. Y así puede entenderse lo que le pasó a una joven en ese momento. Lo ha relatado ella misma en el programa Las Mañanas Kiss, de Kiss FM. “Me iba a examinar y me monté en el coche, me preparé, me puse el cinturón, coloqué el retrovisor…, bueno, pues lo que te decía el profesor que tenías que hacer, y de repente el examinador me dice: ‘Señorita, ¿se llama?”.
Hasta ahí todo normal. El problema es que ella confundió qué le quería decir el examinador con ese “se llama”, que interpretó como un reproche, que no había pedido permiso para entrar al coche más que como una simple pregunta hecha con la intención de saber su nombre. “Y entonces yo, de los nervios que tenía, me desabrocho el cinturón, me bajo del coche, cierro la puerta y le doy así a la ventanilla para que me deje entrar”, explica en antena.
La joven vivió un momento de esos de trágame tierra que no sólo no se le olvida a ella, sino a todos los que lo vivieron. “Eso fue lo más sonado de la autoescuela en años. Yo pensé que me decía que se tenía que llamar primero. Imaginaos los nervios que tendría para hacer eso”.
Final feliz
Eso sí, pese a que es difícil imaginar un comienzo de examen más desafortunado, y que a buen seguro esa circunstancia no contribuyó a calmar sus nervios, la joven asegura que la historia tuvo final feliz. “Aprobé”, afirma. El vídeo, colgado en TikTok por la cuenta del programa, se aproxima a los dos millones de visualizaciones.