Fue un piloto silencioso de un vuelo comercial el motivo por el que un caza de combate F-18 ala 12 despegó de la base de Torrejón de Ardoz (Madrid) y causó un crujido que estremeció el mes pasado a varios pueblos de la Llanada Alavesa y otros de la Sakana como Altsasu, Etxarri-Aranatz, Arbizu, Olazti o Uharte Arakil, e incluso del Goierri de Gipuzkoa. La aeronave rompió la barrera del sonido, un fenómeno crea un sonido similar al de una explosión en el oído humano
El avión militar se dirigió a interrumpir el vuelo comercial debido a la irrupción en el espacio aéreo sin identificación, hasta que el comandante se puso en contacto con la torre de control aéreo y el F-18 pudo regresar a la base sin mayor novedad, pero después de un estruendo considerable. Así se ha conocido ahora después de que los diputados de EH Bildu, Jon Iñarritu y Bel Pozueta, solicitaran información en el Congreso sobre dicho incidente.
El Ministerio de Defensa ha respondido que dicho 5 de febrero de 2023 "despegó un avión del Sistema de Defensa Aérea, adoptando la velocidad necesaria para identificar a una aeronave que no comunicaba ni respondía a llamadas del control aéreo. La aeronave, que resultó ser un avión comercial, finalmente contactó con el control de tráfico aéreo, finalizando en este momento la misión y regresando el avión a la base".
Lo cierto es que el suceso causó un gran sobresalto en la Llanada Alavesa y zonas limítrofes debido al estruendo provocado por el vuelo del caza y del que ahora se han conocido las razones reales de su presencia por dicho espacio aéreo.
El F-18 había acudido a la interceptación del avión para poner en práctica la maniobra alpha scramble por la que el avión militar estaría incluso autorizado a derribarlo en caso de que pudiera suponer un riesgo real.