El 29 de diciembre de 2022 será una de las grandes fechas para el recuerdo en la historia del deporte. Una huella imborrable por el fallecimiento de Edson Arantes do Nascimento, Pelé, que supuso recordar la trayectoria de uno de los deportistas más brillantes que hayan existido. O rey dejó el mundo a los 82 años después de padecer cáncer de colon. Una de sus hijas, Kelly Cristina Nascimento, fue la responsable de informar al mundo de la muerte de su padre. A las 19.58 horas publicó en las redes sociales: “Todo lo que somos es gracias a ti. Te amamos infinitamente. Descansa en paz”. La publicación presentaba una imagen en la que diversas manos de familiares se agarraban a la de Pelé.
El jueves se cumplían 30 días desde su internamiento en el Hospital Albert Einstein de Sao Paulo, adonde acudió para evaluar el tratamiento de quimioterapia con el que luchaba contra el tumor en el colon, de cual fue operado en septiembre de 2021. Pero Pelé sufrió “infección respiratoria” tras contraer el covid-19. Kelly se encargó de informar del estado de su padre, hasta que anunció la trágica noticia.
Poco antes, el pasado noviembre, el propio Pelé escribió a quizá la persona más importante de su vida, a su madre, Celeste Arantes, con motivo del 100 cumpleaños: “Desde pequeño me enseñó el valor del amor y la paz. Tengo más de cien razones para estar agradecido por ser tu hijo. Les comparto estas fotos, con mucha emoción para celebrar este día. Gracias por cada día a tu lado, mamá”. Cuenta la leyenda que siempre se escribe detrás de un genio, que fue Celeste quien decidió que su hijo abandonase el gremio de la zapatería para saltar al Santos tras ser convencida por el descubridor de Pelé, Waldemar do Brito.
Ahora, Celeste llora la muerte de su hijo, para muchos el mejor jugador de fútbol de todos los tiempos. Según se comunicó, el cuerpo será trasladado a Santos, lugar que acogerá el velatorio, que se celebrará el próximo lunes en el estadio del equipo de fútbol que le vio triunfar. El culto durará 36 horas. Seguido se llevará a cabo el cortejo fúnebre, que está previsto que pase con el féretro por el domicilio de Celeste, además de por diferentes calles de la ciudad brasileña. Posteriormente, en el Memorial Necrópolis Ecuménica, se realizará una ceremonia en la intimidad en la que se dará sepultura a Pelé, que descansará de la vida pero que jamás dejará descansar a las memorias de los amantes del fútbol, que encuentran en su figura un motivo para amar el deporte, para soñar despiertos viendo a un jugador que fue pionero en cuanto a espectáculo y goles, pero que trasladó el fútbol a otra dimensión, que dio pie a las superestrellas, que propició la globalización de una actividad que O Rei entronó hasta ser reconocido hoy como El deporte rey.
Como dijo en respuesta a una declaración en la que Romário se autoproclamó el mejor futbolista del mundo, “igual a Pelé no hay ni habrá. Mi madre me hizo y cerró la fábrica”. Así se le despedirá. Único. Irrepetible. Simplemente, O Rei.