En conmemoración del 160º aniversario del viaducto de Ormaiztegi, el Museo Zumalakarregi ha lanzado una serie de visitas guiadas que permitirán al público explorar y conocer a fondo la historia de esta emblemática infraestructura del municipio guipuzcoano. Inaugurado el 15 de agosto de 1864, el viaducto fue una pieza clave en la línea ferroviaria del norte, que conectaba Madrid con París, y ha jugado un papel crucial en la historia industrial y militar de la región. Con motivo del 160 aniversario el museo organiza visitas guiadas al viaducto, durante todo el año y en especial este 15 de agosto.
El Museo Zumalakarregi, dependiente de la Diputación Foral de Gipuzkoa, ha destacado que, durante muchos años, se atribuyó erróneamente la construcción del viaducto al célebre ingeniero Gustave Eiffel. Sin embargo, investigaciones posteriores han revelado que fue Alexander Lavalley, profesor de Eiffel, quien diseñó y supervisó la construcción del viaducto. Esta corrección histórica añade un nuevo matiz a la ya fascinante historia de la estructura. Los interesados en realizar una visita guiada, podrán hacerlo llamando al número de teléfono 943 889 900 o mandando un mensaje.
Historia a lo largo de los años
El viaducto de Ormaiztegi no solo es un ejemplo de ingeniería del siglo XIX, sino que también posee un notable valor estratégico. Durante la Segunda Guerra Carlista (1872-1876), la estación de tren de Beasain fue incendiada, pero el viaducto apenas sufrió daños menores. Este episodio subraya la importancia de la estructura en los conflictos de la época.
A lo largo de los años, el viaducto ha sido testigo de numerosos cambios. En 1912, se instaló la doble vía, y en 1928, se electrificó. Durante la Guerra Civil española, en un intento por frenar el avance de las tropas franquistas, los obreros de Altos Hornos de Bergara cortaron el puente con sopletes. Sin embargo, los esfuerzos fueron en vano; las tropas franquistas llegaron al día siguiente y ejecutaron a los obreros junto al cementerio cercano. En 1937, el viaducto fue reconstruido, con sus pilares reforzados en hormigón, lo que le confirió su aspecto actual.
Con el paso del tiempo, el viaducto original se volvió inadecuado para los trenes modernos, que se adaptaban mejor a la locomotora de vapor del siglo XIX. Esto llevó a la construcción de un nuevo viaducto paralelo, inaugurado en 1995, tras lo cual el viejo viaducto quedó fuera de servicio.
El Museo Zumalakarregi, junto con el Ayuntamiento de Ormaiztegi, ha trabajado intensamente para preservar y recuperar tanto el patrimonio material como la memoria histórica del viaducto. Las visitas guiadas, que requieren reserva previa, ofrecen una experiencia única para conocer de cerca esta obra maestra de la ingeniería y su impacto a lo largo de los siglos.