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El navarro David González, un negociador policial digno de Netflix

Inspector jefe de la Policía Nacional en la Comunidad Foral y natural de Lerín, ha intervenido en casos con asesinos atrincherados, suicidas potenciales y secuestradores que operan desde el extranjero
David González interviene con un varón atrincherado tras asesinar a un hombre en agosto de 2018.

Verbum Vincit (La palabra vencerá) es el lema del reducido grupo de agentes que conforman la unidad de negociadores de la Policía Nacional. En Navarra, la única persona que lo integra es el inspector jefe David González, de 49 años y natural de la localidad navarra de Lerín, que lleva cinco años destinado en Pamplona en los que ha tenido que intervenir en incidentes con asesinos atrincherados, suicidas potenciales e, incluso, secuestradores que operaban desde el extranjero.

Antes de trabajar en Navarra, David estuvo diez años en Barcelona, en la unidad especializada en investigar la actividad delictiva de grupos organizados, mayoritariamente de los países de Europa del Este, una experiencia que le forjó como negociador. Entres los múltiples asuntos que afrontó en esa etapa, que podrían servir de argumento para una serie de Netflix, cita un secuestro con ramificaciones en Pakistán, Inglaterra, Francia y España. “En 2010 raptaron al hijo de una familia adinerada pakistaní que vivía en Inglaterra y que fue a ver a los abuelos a Pakistán. Las comunicaciones extorsivas se realizaban desde Tarragona y el pago del dinero se produjo en París. Realizamos seguimientos desde Francia hasta Barcelona y se practicaron varias detenciones, también en Pakistán, donde se logró liberar al chico”, rememora.

En sus años de servicio en la Comunidad Foral, este experto en el arte de la negociación también ha tenido que tratar con asesinos, como es el caso de un vecino del barrio pamplonés de San Jorge que en agosto de 2018 mató a golpes al padre de su pareja sentimental y que estuvo horas atrincherado en su vivienda, o el de un varón que en junio de 2021 permaneció casi 24 horas encaramado a una grúa en el centro de Pamplona, víctima de un brote psicótico.

González, sin casco, habla con un joven que se encaramó a una grúa en junio de 2021.

Otro de los casos que tuvo eco en la opinión pública fue el secuestro en México de dos trabajadores de una empresa de transportes de Navarra, a finales del año 2017. “En aquello ocasión, se mandó un grupo operativo a México para colaborar con las autoridades locales y en Pamplona, dado que las llamadas extorsivas llegaban a la empresa, nos encargamos de asesorar en la sombra a los responsables de la misma para dilatar las conversaciones con los secuestradores, de forma que pudiésemos ganar tiempo, y rebajar las pretensiones económicas. Tras días de trabajo, se consiguió localizar y detener a los autores del secuestro, sin pagar, y se liberó a los trabajadores”, recuerda.

David reconoce que las extorsiones a empresas son más habituales de lo que llega a trascender a la opinión pública. “Las propias empresas no quieren que se sepa que son víctimas de una extorsión. En un caso en Barcelona se chantajeó a una empresa alimentaria con envenenar sus productos. Aunque eso no llegase a producirse, si hubiera trascendido, el daño a la empresa habría sido irreparable”.

Rasgos de un negociador

Aguantar la presión, ser resolutivo, tener capacidad de reacción... son algunas de las características que debe reunir un buen negociador policial. Aunque no es condición sine qua non para serlo, David es Licenciado en Psicología. “Formar parte de la escala ejecutiva sí es un requisito y las pruebas de selección para ser negociador son muy exigentes”, explica David, quien destaca que “hay un rasgo fundamental que define a los negociadores: debemos ser emocionalmente fríos y socialmente cálidos. Los incidentes de suicidios, secuestros con rehenes, generan mucha emoción y si el negociador carga con ella, no puede trabajarla con un tercero”.

Es difícil saber si un extorsionador o secuestrador te está mintiendo, pero hay una serie de indicios psicológicos, de uso del lenguaje, que te dan pistas

David González - Inspector jefe de la Policía Nacional en Navarra

Trabajan en equipo y aunque su arma es la palabra, lo es con matices. “En los incidentes críticos, que son los suicidas, los atrincherados y los enfermos mentales con brotes psicóticos, trabajamos las emociones, porque la razón no atiende en estas situaciones. El tiempo juega a nuestro favor, porque si logramos bajar las emociones, la racionalidad aumenta. En cambio, en las extorsiones y secuestros, la persona al otro lado es una persona que actúa de forma fría, premeditada, y la gestión debe ser más racional”.

David admite que “es difícil saber si un extorsionador o secuestrador te está mintiendo, pero hay una serie de indicios psicológicos, de uso del lenguaje, que te dan pistas”. Y si bien no es partidario de pagar ningún chantaje, ya que “cuando pagas a un extorsionador nada te garantiza que no vaya a volver a exigirte más dinero”, resalta las dificultades a las que se enfrentan los propios extorsionadores cuando se llega al punto de cobrar lo que exigen. “En la mayoría de los casos ven que no es viable cobrar un dinero y quedar impunes, por lo que cesan las comunicaciones”. Como en las películas, la Policía llega a organizar pagos controlados, que acaba en arresto. “Es difícil que el autor de los hechos recoja el dinero. Suelen mandar a un tercero sin vinculación con el caso”.

29/01/2023