Polideportivo

El navarro Prieto Iglesias muestra la cara más humana del arbitraje con un abrazo

El árbitro Prieto Iglesias abraza a Diego Mariño tras la derrota del Sporting en la última jornada de Segunda.

Prieto Iglesias ha causado sensación en Gijón. Y no ha sido por favorecer al equipo asturiano, sino por algo tan sencillo como tener corazón, un derecho que parecía vetado para los árbitros, siempre tan criticados y observados como auténticos ogros con silbato. El colegiado navarro abrazó a Diego Mariño para consolarle tras la derrota del Sporting ante el Almería (0-2) en la última jornada de Segunda División. Un gesto espontáneo con el que el colegiado navarro mostró la cara más humana del fútbol. La fusión entre árbitro y portero mostraba la empatía, el cariño y el respeto entre dos compañeros, valores que parecían perdidos en la vorágine del fútbol moderno y que Prieto Iglesias quiere volver a impulsar con estos pequeños detalles.

El portero del Sporting, Diego Mariño, falló en el primer gol del Almería, cuando se le escurrió entre las manos un tiro lejano de Aketxe. En el segundo, otro potente disparo del vizcaíno, volvió a errar al verse superado por el bote del balón. El Sporting se quedaba fuera del play off de ascenso y, tras el pitido final, el guardameta acabó totalmente desconsolado. Prieto Iglesias se fundió con él en un largo y espontáneo abrazo alabado por la afición y la prensa sportinguista. De hecho, la imagen que acompaña estas líneas fue portada del diario El Comercio al día siguiente.

"Ha causado un revuelo totalmente inesperado y estoy un poco abrumado por toda la situación. Fue un gesto espontáneo y no esperaba que tuviera tanto impacto", reconoce, todavía emocionado, Prieto Iglesias. "Tengo que aclarar que, si hubiese ocurrido al revés, hubiese hecho lo mismo. Si el Almería se hubiera quedado fuera, hubiese actuado exactamente igual".

El colegiado navarro, que lleva varias temporadas a caballo entre Primera y Segunda División, explica que tiene una buena relación con Mariño, con el que ha coincidido en múltiples ocasiones en los terrenos de juego. "Es un tío excepcional. Correcto, educado, simpático y que nos ayuda un montón la labor a los árbitros. Es el tipo de jugador con el que haces cierta amistad, confianza y cercanía. Mariño tuvo la mala suerte de fallar, sobre todo en el primer gol y se quedó el chaval un poco tocado. Por el aprecio personal que le tengo, acabó el partido y fui hacia él para darle un abrazo y darle ánimos. Le dije: 'estate tranquilo, que eres un porterazo y si el Sporting ha llegado hasta aquí con opciones es gracias a ti'. El fútbol a veces tiene estas cosas y hay que entenderlo".

El bonito gesto entre árbitro y jugador no terminó en el césped. El capitán del Sporting bajó al vestuario después del partido para continuar dialogando con el navarro. "Estuvimos un rato hablando con más tranquilidad de la temporada, del fútbol y del partido en sí también. En ese momento, creo que tocaba transmitirle a un tío que se porta con nosotros tan bien algo de cariño y cercanía. Y relativizar las cosas, porque al final, los que vivimos en este mundillo estamos bajo la lupa respecto a los fallos que pueden ocurrir. Qué te va a contar un árbitro de fallos. Le dije que a veces no salen las cosas como queremos, que hay que estar tranquilos, relativizar y ver que, aunque dé pena, no pasa nada", remarca.

Al día siguiente, el propio Mariño quiso hacer público su agradecimiento hacia Prieto Iglesias por medio de sus redes sociales. "Ayer fue un día duro, muy duro, pero ver el cariño de mis pedazo de compañeros, rivales, árbitros, y por supuesto, nuestra gran afición, hizo que me emocionase más aun de lo que ya estaba. Millones de gracias a todos", manifestó a través de Twitter.

El colegiado navarro quiere humanizar el mundo del fútbol a través de estos pequeños gestos con los jugadores. "Al final, detrás de las camisetas, de los escudos y de los clubes hay personas. El abrazo es una manera de acercar la figura del árbitro a un terreno más personal siempre desde el respeto. El fútbol es una herramienta de transmisión de valores brutal y creo que tenemos una cierta corresponsabilidad todas las personas que formamos parte de este deporte. Cada uno en su ámbito: directivos, jugadores, árbitros y aficionados, hay que entender que es un vehículo de formación y de transmisión de valores que llega a mucha gente. Nos ven muchos niños y gente joven que tiene el fútbol como modelo de referencia y eso es lo que debería ser fundamentalmente el fútbol. Más allá de lo deportivo y del negocio, están las personas y los jugadores, que también tienen su corazón".

Asimismo, el colegiado agradece que algunos jugadores también sean comprensivos con sus errores. "Yo he tenido la suerte de notar cercanía, cariño y comprensión por parte de los jugadores cuando he tenido un fallo se agradece muchísimo. De alguna manera, te descarga desde el cariño y el respeto y ves que tu figura está humanizada y que la gente asume que el error también es parte del fútbol".

Por último, asegura que lo volvería a repetir. "Trabajo con personas, gestiono las emociones de las personas como árbitro y tengo muy claro que lo volvería a hacer. Para los jugadores que lo necesiten, siempre va a estar mi comprensión, mi empatía y mi cercanía. Espero no tener que volver a vivirlo, pero si vuelve a pasar estaré ahí sea el equipo o el jugador que sea. Si necesita un abrazo, una palabra de cariño o hablar, yo estaré ahí".

11/06/2021