“El nivel de desarrollo de los servicios sociales no es el mismo en Laudio que en Gasteiz”

La alcaldesa de Laudio no pierde la sonrisa ni desiste de su apuesta por lograr que arraigue el nuevo sistema de participación ciudadana para decidir todo lo que tenga que ver con este municipio de 18.000 habitantes, pese a que el pasado junio perdió a su socio de gobierno (Omnia) y que se ha visto abocada a gestionar sin la comodidad que otorga una mayoría, y con cambios de integrantes en su propio grupo (EH Bildu), que han llevado a reorganizar responsabilidades en una legislatura con muchos frentes abiertos.

Cierra Guardian… 

–Acogemos la noticia desde la máxima preocupación y nos ponemos del lado de las 171 familias que en estos momentos ven peligrar su futuro. Estamos ante una situación que no hace mas que alimentar la indignación entre la ciudadanía de Laudio ante la falta de soluciones de cara a revertir el proceso de desinversión y desindustrialización que estamos viviendo. Tenemos el convencimiento de que esta planta es viable y que puede seguir produciendo. Por ello, apelamos a la responsabilidad institucional para generar la presión y recursos viables suficientes para revertir la situación, y reiteramos nuestro compromiso con las trabajadoras y los trabajadores de Guardian Laudio, ya que deben formar parte del futuro industrial de nuestro pueblo.

¿Cómo va el tema presupuestos? 

–En elaboración en base a un planteamiento colaborativo, tanto de partidos como de ciudadanía, y con la intención de llevarlos a aprobación a corto plazo, pero es difícil acotarlo. La salida de Omnia fue consensuada, pero el número de representantes no ha cambiado y necesitamos acuerdos. Algo que no solo aceptamos sino que priorizamos, y sin perder nunca de vista que nuestro estilo de gobernanza es la participación ciudadana. Ya asumimos que iba a ser un proceso largo y laborioso, hasta que la nueva normativa arraigue, pero ahí están los resultados obtenidos en el desarrollo de los presupuestos colaborativos de 2024. En esa línea, se han desarrollado diversos hitos: la celebración de la primera asamblea local y la constitución del consejo local, el consejo de mujeres diversas y la comisión de seguimiento de las asambleas vecinales, entre otros, y así vamos a seguir, con la creación este año del Consejo de Educación y el de Mayores. Es una fórmula que se puede extrapolar o trasladar a cualquier ámbito.

¿Por ejemplo? 

–Pues desde las fiestas hasta asuntos puntuales como las reuniones que tendremos a finales de este mes con el vecindario de Jesús Guridi, por la demanda histórica para urbanizar la plaza, o con el de la calle Ezka, por el compromiso plenario que asumimos de regularizar las zonas peatonalizadas, que hay muchas y cada una con necesidades diferentes que hay que equiparar de algún modo. Pero también a temas de mucho calado, tanto a corto plazo con el fin en marzo de la obra foral en el Palacio Lamuza para definir cómo usar el edificio, aunque algo también ha quedado ya plasmado en el borrador del plan especial del Parque; como a largo plazo, con todo lo referente al nuevo PGOU, cuyo avance se prevé presentar antes de fin de febrero, de cara a que se pueda aprobar, como tarde, a principios de la próxima legislatura. 

Ainize Gastaka, alcaldesa de Llodio

¿Prevén ceder suelo a Gobierno Vasco para construir vivienda? 

–La necesidad de renovar el Plan General de Ordenación Urbana radica, precisamente, en esto: en la urgencia por activar suelo, porque está todo colmatado. Solo quedaba Motxotekale, que están ahora construyendo pero de iniciativa privada; Goikoetxe, cuyo convenio de cesión de suelo para edificar en torno a 90 pisos públicos en régimen de alquiler, esta firmado hace más de un año aunque no ha comenzado la obra; y el ámbito de Virgen del Carmen, que trae cola, porque es un compromiso incumplido con el vecindario desde hace 15 años, a parte de una zona muy degradada y más tras la obra de encauzamiento del Nervión. Así que sí, uno de los grandes retos del PGOU es crear suelo para vivienda, y estamos abiertos a escuchar a la Diputación.

Tras los dos vecinos fallecidos en ausencia de médicos en el PAC y la UVI móvil. ¿Saben algo del nuevo ambulatorio en Latiorro? 

–En materia de nuevos servicios, no tenemos mucha información, más allá de que quieren unificar en un mismo espacio y de mayor tamaño lo que ya tenemos. Sí nos preocupa la atención en el PAC, justo ahora ha hecho un año del fallecimiento de David… (silencio)… han sido hechos muy duros, que han causado mucho dolor en la localidad. De hecho, la iniciativa vecinal ha iniciado una recogida de firmas que demanda a Osakidetza un sistema de sanidad público y digno, y nos hemos sumado a la iniciativa. Se supone que la obra terminará a finales de este año o principios de 2026, queda como un año y nos preocupa cómo se va a resolver todo el tema de acceso en el entorno. Hay problemas con URA para crear el parking de en torno a 60-80 plazas en Altzarrate, que lo consideramos muy necesario para el barrio según entre en marcha el centro de salud que, no olvidemos, será el centro de referencia de toda la comarca para especialidades. 

¿No había previsto un ascensor? 

–Sí, para facilitar el acceso tanto al nuevo ambulatorio como al Antzoki, que esperamos inaugurar a finales de 2026, pero ello también obligará a reordenar la calle para el acceso de autobuses y ambulancias.

¿No es muy aventurada esa fecha, con toda la expectativa que suscita el nuevo multiusos? 

–(Risas) Es el plazo que hemos calculado en base a que la recepción de obra esta fijada en el 31 de julio de este año, y teniendo en cuenta que la construcción avanza y no hay problemas técnicos especiales. Además, estamos aprovechando estos meses para ir avanzando tanto en el equipamiento como en el modelo de gestión.

¿Veremos terminar este año la Plaza Abastos? 

–Sí. En este caso, la entrega de obra esta fijada en mayo y sí me gustaría señalar que, más allá de lo arquitectónico, dará margen para impulsar proyectos de proyección del sector primario y el comercial.

¿Cómo piensan abordar lo que engloba el plan especial del parque Lamuza? 

–Entendemos que, una vez finalizada la obra interior del Palacio, la colaboración foral no culmine ahí, porque sigue habiendo necesidades de inversión. El caserío Etxebarri o lo problemas que estan surgiendo en El Casino son un ejemplo. Sabemos que el objetivo final del Plan del parque es muy ambicioso, pero nos parece un proyecto tan atractivo como necesario, porque va a permitir que todas y todos los artistas locales, agentes culturales y la población laudioarra tengan espacios de creación y encuentro adecuados, haciendo nuestro pueblo más atractivo, cohesionado y feliz.

Ainize Gastaka, alcaldesa de Llodio

¿Y qué va a pasar con la antigua residencia de San Roque? 

–Lamentándolo mucho, porque es un edificio precioso y con mucho potencial, va a tener que esperar. El presupuesto municipal es limitado y no podemos poner en riesgo los proyectos prioritarios ya iniciados. Con todo, la buena noticia está en que, al menos, ya contamos con un proyecto realista para afrontar su rehabilitación cuando se disponga de fondos.

¿Algún otro toque de atención a las instituciones superiores? 

–Estamos a la espera de que se rediseñe el mapa de Servicios Sociales de Álava, que es un debate en el que, como segunda población más habitada de la provincia, exigimos nuestro sitio, para ver qué infraestructuras requiere tanto Laudio como la comarca de Aiaraldea. Diputación está habilitando en un inmueble de la plaza Osteguieta un nuevo centro de día para 15 personas con discapacidad intelectual, así como dos viviendas con apoyo para otras 16 personas del mismo colectivo. Sin embargo, la realidad es que el nivel de desarrollo de los Servicios Sociales no es el mismo en Laudio que en Gasteiz, y urge analizar todo ello para dimensionar la financiación en base a las necesidades de cada municipio y reordenar todo para que el territorio este equilibrado y sin desprestigiar a nadie. En Ayuda a Domicilio, por ejemplo, se han dejado de atender situaciones que antes se atendían; y tenemos un déficit de plazas en residencia, solo 50, cuando más de un cuarto de nuestra población es mayor de 60 años, y siete vecinas tienen más de 100 años.