LA vida no siempre está de acuerdo con los planes diseñados y a veces exige adaptarse a los cambios que propone, a situaciones inesperadas que hacen que haya que iniciar nuevos capítulos. En ese escenario se encontró Eneko Bilbao (Bermeo, 1995) hace poco más de medio año. Tras una temporada sin remar, la intención del patrón bermeotarra era volver a Urdaibai, al club de su vida, pero no pudo ser. Las puertas se cerraron y se vio obligado a buscar otro destino. Ondarroa fue el lugar elegido para retomar su carrera en el remo y ahora, con el curso ya empezado, Bilbao está más que satisfecho de la decisión tomada. Está plenamente integrado en el equipo y además pudo formar parte de la historia de la Antiguako Ama al ondear la primera bandera ondarrutarra en la Eusko Label Liga.
Bilbao lleva muchos años unido al remo. Es parte de él y desde la adolescencia la trainera cobra un significado especial en sus veranos. El patrón bermeotarra disfruta de este deporte, pero también nota su exigencia y en 2019 decidió parar. Aparcar todo y simplemente disfrutar. Algo que tampoco salió como había planeado. "Llevaba tiempo con ganas de cogerme un año sabático, más que nada porque llevo desde los 15 años haciendo temporadas de trainera y no había conocido un verano de coger vacaciones. Me apetecía y lo necesitaba. Esa libertad no la había tenido nunca, pero cojo el año sabático y casualidad viene una pandemia mundial. Mira la suerte que tengo", cuenta. Durante el parón observó las regatas desde casa, animando a su hermano Unai que formaba parte de la tripulación de Urdaibai y el gusanillo empezó a crecer de nuevo. "Sabía que iba a volver", afirma. Una vez terminada la temporada, Bilbao comenzó a planear su regreso.
La intención de Bilbao era regresar a Urdaibai. "Estaba con muchas ganas de volver. En Urdaibai además tenía pinta de que la plantilla iba a ser parecida y ya les conocía. Mi hermano iba a remar también y estaba motivadísimo para seguir", apunta. Pero las cosas no salieron como había pensado: "En diciembre se me cerraron las puertas del club y tuve que empezar a hacer mi camino. Visto cómo se me trató, mi hermano, que es una persona ante todo de principios, dijo que no podía estar en el equipo y decidió apartarse también". Esa búsqueda llevó al patrón bermeotarra a Ondarroa, pero entonces varios problemas con los derechos de formación retrasaron su llegada hasta febrero. Fue una situación incómoda y más teniendo en cuenta su relación pasada con Urdaibai. "Fueron dos meses de incertidumbre en los que estuve a punto de dejar todo en el remo. Al final aguanté y me metí en el grupo en febrero. Urdaibai ha sido el club en el que he estado desde pequeño, mi hermano más de lo mismo, mis padres también han estado muy vinculados al club y que se haya dilatado ese proceso no es de agrado", explica.
Ese mal momento quedó atrás con su llegada a Ondarroa. Un nuevo capítulo comenzó y lo hizo de la mejor manera posible. "Entré a un grupo que no conocía de nada y además tarde. Tenía mucha preocupación al principio, pero la acogida de los compañeros fue impresionante y el trabajo supuestamente difícil de acoplarme a un equipo que ya había empezado, fue fácil. Eso me facilitó para tener soltura a la hora de subirme a la popa", detalla. Una vez adaptado, ya empezó a remar en los descensos y en la temporada de botes cortos, compartiendo puesto con Iñigo Larrinaga.
El gran momento del curso llegó en la cuarta regata de la temporada. Ondarroa sorprendió en Zierbena y ganó la bandera y fue el propio Bilbao el encargado de ondearla. "Fue un momento único. Aunque también me dio un poco de pena que Iñigo no pudiera celebrarlo con nosotros, porque había tenido una afortunada llamada", comenta. Fue la primera victoria en la ACT para la Antiguako Ama pero no para el patrón bermeotarra, acostumbrado a convivir con el triunfo en su época en Urdaibai. "Es una sensación diferente. En Bermeo la bandera era ver el buen camino que estábamos haciendo y evidentemente un premio. Eso fue una sorpresa y una alegría que refuerza para seguir trabajando", analiza. Con la alegría de la bandera y de haber encontrado un club donde se siente bien, Bilbao pretende seguir patroneando la trainera ondarrutarra en busca de repetir momentos como aquel.
"Tenía preocupación al principio, pero la acogida de los compañeros fue impresionante"
Eneko Bilbao
Patrón de Ondarroa
"En diciembre se me cerraron las puertas de Urdaibai y tuve que empezar a hacer mi camino"