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El nuevo Plan de Adicciones de Álava se centra en las personas y las nuevas tendencias

Juntas Generales
Emilio Sola.
Emilio Sola.

Un gran paquete de iniciativas conforma el IV Plan Foral para la Prevención Comunitaria de las Adicciones, con vigencia hasta 2026, adaptándolas principalmente a las nuevas situaciones de adicción en menores, jóvenes y adolescentes a los usos de dispositivos móviles para conectarse a redes sociales o internet. También incluye medidas adaptadas a las situaciones de abuso, acoso y otras prácticas de riesgo, como los botellones, entre otras medidas

Emilio Sola, diputado foral de Políticas Sociales, ha informado en la comisión correspondiente de las Juntas Generales de Álava del contenido del nuevo plan, que desarrolla la estrategia foral sobre las drogas y otras conductas con potencial abuso y que "quiere ser un compromiso de la institución con la ciudadanía alavesa para reducir el impacto negativo que provocan".

Según ha relatado el diputado foral, se trata de un modelo de intervención que "reconoce las fortalezas de las personas y de la comunidad, y ofrece oportunidades de empoderamiento de la ciudadanía para que ella misma se convierta en agente de prevención, cambio y transformación".

Planes municipales

Para su desarrollo, el Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS) cuenta con tres servicios forales de Prevención, que se ubican en el medio rural alavés. Atienden a todos los municipios a excepción de Amurrio y Laudio, además de Vitoria-Gasteiz, debido a que cuentan con planes propios, aunque parte de las actuaciones se realizan en coordinación, lo que da coherencia a la prevención a nivel de todo el territorio histórico.

El IFBS da continuidad, de esta manera. a la política desarrollada en los tres anteriores planes forales y "mira hacia el futuro, adaptando los correspondientes objetivos e intervenciones a las nuevas realidades". En este caso, se asume el "reto de ofrecer respuestas ante los mecanismos, tanto individuales como grupales desarrollados tras la irrupción en nuestras vidas de la covid-19, que ha tenido una repercusión tanto en la salud mental de la población como en su comportamiento frente a las adicciones", ha añadido Emilio Sola.

Estabilidad en el consumo frente a nuevas tendencias

Sola destacó que la tendencia global es de una "cierta estabilidad" en los principales consumos de drogas. Así, alcohol, tabaco y cannabis son las sustancias más consumidas y de las que más se abusa, seguidas de una considerable distancia del resto de drogas ilegales como cocaína y anfetaminas, entre otras. Sin embargo, en lo que se refiere a otras conductas con potencial de abuso, como el juego y el acceso a internet, "se detectan aumentos considerables, por lo que se requiere de nuevas actuaciones", ha asegurado el titular de Políticas Sociales, así como el sexting, gruming y otras.

En concreto, el nuevo Plan Foral se decanta por actuaciones más centradas en la prevención selectiva, es decir, cundo se ha dado el paso más allá del consumo experimental y se empiezan a incorporar las relaciones con las drogas y otras conductas con potencial abuso, de manera más generalizada en su vida cotidiana. Este tipo de prevención "busca abordar el impacto de los usos abusivos, reduciendo riesgos, y trabajando desde la detección e intervención precoz".

También prioriza la intervención preventiva dirigida a consumidores y consumidoras, aunque sin presentar problemas de dependencia, o a individuos con problemas psicológicos o de conducta que pueden ser predictivos de futuros consumos problemáticos, como por ejemplo menores o adolescentes con comportamiento disocial, con problemas de agresión temprana, o hijos e hijas de familias con progenitores que no ejercen su rol parental. El objetivo de este tipo de prevención no es necesariamente evitar el uso de sustancias sino, a menudo, "evitar que el mismo se intensifique o se cronifique".

Una de las señas de identidad del plan es que "son las personas y las relaciones y no las drogas o cualquier otro producto con potencial de abuso, el centro de nuestras intervenciones. Identificar y reconocer sus necesidades, así como ofrecer respuestas más acertadas y acordes en los ámbitos familiar, escolar y comunitario, son los motores de nuestra intervención", aseguró el diputado foral.

Factores de riesgo y de protección

Uno de los puntos de partida es la necesidad de trabajar en los factores de riesgo. "A mayor presencia de factores de riesgo -explica el Plan Foral- se aumenta la probabilidad de consumos o de conductas adictivas, por lo que se incrementan exponencialmente las situaciones de vulnerabilidad. Entre los factores de riesgo para menores y jóvenes están la vulnerabilidad psicológica, el estrés, las familias disfuncionales y la presión grupal".

En cuanto a las actuaciones hasta el año 2026, se van a mantener aquellas actividades ya realizadas en planes forales anteriores, de las que existe una evidencia clara acerca de su capacidad de lograr resultados positivos. Al mismo tiempo, se van a incorporar otras actividades, como las centradas en la prevención del acoso, el consumo de alcohol y otras sustancias, los botellones. Como ejemplo, Emilio Sola ha señalado que el programa con profesionales de la hostelería para la dispensación razonable de bebidas alcohólicas incorpora una campaña de verano en los bares temporales de las piscinas locales.

Por último, el diputado foral ha hecho hincapié en que las intervenciones estarán dirigidas al ámbito familiar (capacitación y formación y en el empoderamiento), ámbito escolar (redes colaborativas y dinamización de estrategias de educación entre iguales) y ámbito comunitario (mediación social, información entre iguales y reducción de riesgos asociados al consumo de sustancias).

Apoyo a personas en situación de riesgo de exclusión

La comparecencia de Emilio Sola se extendió también para informar sobre las gestiones que está realizando para paliar la grave situación que viven las personas con enfermedad mental que están siendo excluidas de la Renta de Garantía de Ingresos.

El diputado explicó que a lo largo de 2021 se intensificó la coordinación con el sistema sanitario al objeto de ofrecer respuestas, lo más integrales y coordinadas posibles, a la ciudadanía alavesa.

En el caso de las personas con enfermedad mental, la coordinación con el sistema sanitario es prioritaria. Cualquier intervención social con este perfil poblacional requiere una valoración y estabilización psicopatológica y neurológica que permita el acceso y el reconocimiento de un derecho subjetivo en la red de servicios sociales.

Para ello, informó que se está trabajando en la licitación de nuevas plazas residenciales para personas con enfermedad mental. El proyecto técnico está elaborado, y en breve se licitarán entre 10/12 plazas para Vitoria-Gasteiz. A ello se une un nuevo recurso residencial para personas con enfermedad mental en la cuadrilla de Ayala. Para final de año se abrirá un nuevo piso con cobertura para 6 plazas con atención 24 horas.

Asimismo, se trabaja en un nuevo recurso residencial para 12/14 plazas para personas en situación de exclusión social grave. Se está elaborando el proyecto técnico y visitando diferentes espacios físicos que puedan albergar dicho centro. En los próximos meses será una realidad.

A esto se suma la experiencia piloto Housing First: una novedad en la que recientemente Alokabide ha cedido un piso para el proyecto piloto para personas en exclusión social.

En el turno de réplicas, Emilio Sola destacó que en este momento se están invirtiendo 9 millones y medio de euros en servicios de atención directa a personas con enfermedad mental y/o en situación de exclusión social.

2022-03-25T10:09:02+01:00
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