La Catedral vivió ayer algo histórico. El nuevo estadio rojiblanco presenció por primera vez en sus casi diez años completos de existencia la primera remontada de dos goles por parte del conjunto rojiblanco. Este acontecimiento llevaba sin producirse desde el año 2005, por lo que desde su reinauguración en 2013, la parroquia estaba huérfana de una jornada de épica en el verde de San Mamés.
El Athletic no arrancó bien el encuentro. En el minuto 3 de partido, William José culminó una jugada colectiva que construyeron en última instancia entre el brasileño y Ayoze. El potente disparo del ariete bético fue imparable para un Unai Simón que rápidamente lanzó un mensaje de ánimo a los suyos a la par que reclama más fortaleza defensiva. En la siguiente acción, de nuevo una jugada colectiva de contragolpe terminaba con un balón atrás que Isco introducía en la meta vasca con un remate que se coló por la escuadra. No se había llegado al minuto 10 de partido.
Con un Athletic que parecía en la lona y con la sensación, tantas veces vivida con anterioridad, de que era prácticamente imposible revertir el resultado tal y como dejaban claro las estadísticas, los leones encontraron la vía de engancharse al partido desde el punto de penalti. Sendas acciones sobre Nico Williams y tras revisión del VAR en ambos casos, fueron convertidas por Mikel Vesga para empatar la contienda a pocos minutos del descanso. Las constantes pérdidas de tiempo por las revisiones y las provocadas por los propios goles ampliaron el añadido hasta el 53, y fue en ese momento en el que aprovechó el Athletic para dar el golpe casi definitivo al partido. Iñaki Williams recogió un balón dentro del área y envió un certero pase a Guruzeta, que al primer toque batió sin miramientos a Rui Silva para hacer antes del descanso el 3-2. Antes, ya había el Athletic hecho algún mérito para haber ajustado el luminoso, pero el cabezazo de Paredes y el golpeo desde la frontal de Iker Muniain se encontraron con la madera.
Tras la reanudación no pasó nada. El Betis dominó el esférico pero extraordinariamente lejos de la meta de Simón, que al contrario de la primera parte, vivió tranquilo los segundos 45 minutos. Con el partido agonizando, la historia tenía reservado un momento más para coleccionar en la memoria de los presentes. El debutante en la primera jornada de liga Unai Gómez recogió un rechace provocado por una contra del Athletic y marcó a placer el cuarto del partido y el primero de su vida con la elástica rojiblanca, oficial y en San Mamés.