Vitoria – Ronald Koeman ya es historia en Can Barça. La derrota del pasado miércoles ante el Rayo Vallecano ha sido el detonante definitivo de una decisión que era un secreto a voces desde hace tiempo en la Ciudad Condal. Además de ello, el pésimo arranque liguero del club blaugrana –que le ha llevado a situarse en una sonrojante novena posición con únicamente 15 puntos de 30 posibles–, sumado a la dura travesía por el desierto por la que transita en la máxima competición europea, donde tan solo se ha logrado una victoria después de tres duelos en la Liga de Campeones, también se encuentran detrás de una determinación de Joan Laporta que se ha demorado más de lo debido.
El punto y final a la estancia de Koeman en el banquillo blaugrana vuelve a abrir el melón sobre el rumbo que ha de retomar el club catalán en cuanto a la recuperación del estilo cruyffista y la apuesta por el fútbol 'total'. Más aún teniendo en cuenta que, si nada se tuerce, Xavi Hernández, heredero de la propuesta futbolística de Pep Guardiola, será el técnico que tome las riendas del Barça para las próximas temporadas. En ellas tendrá que tomar decisiones tan drásticas como dolorosas, aunque seguro ninguna como sentar a quienes fueron sus compañeros en la época más gloriosa del Barcelona para favorecer así el salto a los jóvenes de la cantera que llaman a la puerta del primer equipo.
Sin embargo, el de Terrassa no será quien lleve hoy las riendas del equipo en la visita del Deportivo Alavés al Camp Nou, sino que Sergi Barjuan, actual entrenador del Barça B, asumirá la batuta de la primera plantilla de manera provisional. A Barjuan, que tenía a sus pupilos de la Primera División RFEF en undécimo puesto con 13 puntos y a tres de los puestos de play off de ascenso hasta la llamada de Laporta, le ha llegado en el momento más inesperado el gran reto de su carrera: dirigir durante unos días a un Barça inmerso en una galopante crisis económica e institucional.
reconstrucción culé El regreso de Xavi Hernández a la Ciudad Condal supondría por sí solo una apuesta all-in para que la transición de un Barça vulgar a uno ganador se efectúe cuanto antes. Para ello, los jugadores que están llegando al ocaso de su carrera, al menos en Barcelona, como Gerard Piqué, Sergio Busquets, Jordi Alba o el denostado Sergi Roberto, tendrán que asumir que tanto el fútbol como la edad nunca perdonan.
Siendo honestos, hubiese sido preferible echarse a un lado cuando uno se encuentra en la plenitud futbolística que no ahora cuando se le empiezan a ver las costuras. Todos ellos han salido en la foto de las derrotas más hirientes del Barcelona durante la historia reciente como el 8-2 ante el Bayern, el 4-0 y el 1-4 ante el PSG, el 4-0 ante el Liverpool o el 3-0 ante la Roma. Pese a ello, ahí siguen como titulares y al pie del cañón futbolistas que ya han dado lo mejor de sí mismos.
Comandar al club de sus amores en el contexto de crisis en el que se encuentra ahora supone un desafío tan emotivo como complejo para el hombre que vive sus últimos días como técnico del Al-Sadd de Catar, ya que tendrá que lidiar con aquellos futbolistas con los que hace no mucho compartió el vestuario. Sin embargo, Xavi también tendrá que dotar al Barcelona de ese espíritu competitivo en el que el estilo era un pilar indiscutible.
Toda reconstrucción parte, ineludiblemente, por relegar a "las vacas sagradas" a un plano más secundario con el fin de dar paso a aquellos futbolistas jóvenes que, bajo las órdenes de Koeman, disfrutaron de un protagonismo prácticamente inexistente, como así fueron los casos más notorios de Álex Collado y Riqui Puig.
De todas formas, si la visita al Camp Nou en condiciones habituales suele estar marcada en el calendario como uno de esos partidos en los que obtener un buen botín es una odisea, las aguas revueltas en las que se mueve el Barcelona pueden inclinar la balanza a favor de un Glorioso que aterrizará en tierras catalanas en una dinámica ascendente y que, además, ya sabe lo que es poner en serios aprietos al Barcelona. Desde luego, la ocasión parece propicia para volver a sumar en el Camp Nou cinco temporadas después.
Piqué, Busquets y Alba continúan siendo titulares pese a haber salido en la foto de las derrotas más hirientes del cuadro culé
El relevo generacional está llegando por obligación a un Barcelona sin dinero para competir en el mercado por los primeros espadas