Asier Zabaleta y Marian Gerrikabeitia son dos vascos afectados por el cierre de fronteras que ha decretado la nueva variante ómicron. La alarma por su propagación ha llevado a los países europeos a extremar las medidas de precaución y medio mundo se ha blindado, con Asier y Marian dentro de África. Ellos están varados en Maputo, capital de Mozambique, que se encuentra en la lista roja de países damnificados por la nueva cepa del coronavirus. Una odisea que protagonizan el bailarín y coreógrafo Asier Zabaleta y Marian Gerrikabeitia, que estaba rodando un documental sobre su trabajo. "Teníamos la vuelta prevista para el lunes día 29 con Quatar Airlines. Hacíamos un vuelo Maputo-Doha, Doha-Madrid. Y empezamos a preocuparnos cuando nos enteramos que TAP, la línea portuguesa, ya había suspendido los vuelos a partir del lunes. La cónsul de España en Mozambique nos dice esta misma mañana que los vueltos con Quatar se mantenían. A las dos horas, sin embargo, tenemos noticia de que se cancelan todos, hasta el 15 de diciembre", explica Gerrikabeitia a DEIA desde la capital del país isleño.
Allí, Zabaleta presentaba una pieza que ha realizado con dos bailarines mozambiqueños en el Festival internacional Kinani, y Marian había acudido a grabar un documental sobre el proyecto. "Al mediodía, sobre la 13.30, la cónsul nos llama y nos dice que salgamos pitando para el aeropuerto a ver si podemos meternos en un vuelo a Angola. Pero nada", relata Gerrikabeitia. Y todo porque esta nueva variante preocupa mucho ya que presenta una amalgama de más de 30 mutaciones que es la primera vez que se ven juntas.
Con el caos ya desatado y un gran número de países clausurando sus fronteras, en el mediodía del sábado, Asier y Marian llegaron al aeropuerto de Maputo e intentaron comprar un par de vuelos a Angola, "pero estaba todo petado, supercerrado". "El siguiente paso fue intentar volar con Ethiopian Airlines, vía Adis Abeba, que está en guerra". "Pero además de esto, Ethiopia Airlines aterriza en Italia o en Alemania y estos países también han cerrado sus fronteras. Solo te dejan embarcar si eres ciudadano alemán o italiano", aclaran. "El problema es que no hay ninguna compañía española que tenga ruta directa con Mozambique. El vuelo más directo era el que íbamos a hacer vía Doha. Y, por ejemplo, AirFrance o Lufthansa solo dejan embarcar a sus ciudadanos", explica Zabaleta, un poco inquieto por el devenir de los acontecimientos. Con lo cual, después de haber estado en el aeropuerto mucho tiempo, se han quedado en tierra. "Qatar nos dice que, de momento, suspende hasta el día 15, pero tenemos noticias de que a gente, que tenía programado viaje para ese día, también se lo han cancelado", matiza vía telefónica el coreógrafo.
Asier había llegado a Maputo el pasado día 18 y Marian el día 24. El bailarín guipuzcoano ha participado en un proyecto de cooperación "con dos bailarines locales magníficos". Había montado una pieza de danza con ellos, consiguiendo que realizasen unos bolos en Euskadi "porque con un salario vasco ellos pueden vivir aquí mucho tiempo", indica la realizadora getxotarra. Pero ahora había acudido al país a pulir la pieza in situ y Gerrikabeitia a grabar su trabajo.
Esperanza, la repatriación Sumidos en la maraña de prohibiciones, y dado que es previsible que la alarma se alargue en el tiempo, su única esperanza es la repatriación. "Nos dicen desde el consulado que van a mirar a ver si pueden organizar un vuelo de repatriación para las cincuenta personas que más o menos estamos aquí, pero no sabemos cuánto durará ese proceso", declara Gerrikabeitia.
Los dos vascos también se han puesto en contacto con Lehendakaritza. "Nos han atendido y nos han dicho que no tienen competencias para poder actuar de forma directa, pero que van a seguir todos los pasos que se den y van a estar muy pendientes y vigilantes de que se organice ese vuelo de repatriación". "Mozambique ha sido un país muy poco afectado por la pandemia pero el miedo mete a todos en el mismo saco", asegura la realizadora vasca, sabedora que las alertas traspasan fronteras.