Hay que reconocer que el partido que cierra la temporada puede ser cualquier cosa menos sugerente. Cuesta muchísimo encontrarle el atractivo desde la óptica rojiblanca. Nadie tiene la culpa, salvo el Athletic. No haber hecho los deberes cuando tocaba depara esta clase de finales de liga insípidos, sin gracia. Esta tarde acude al campo del Elche con un objetivo evidente, el que por pura obligación preside todos y cada uno de sus compromisos, pero lo cierto es que confluyen demasiados factores que no invitan a confiar en la victoria. El drama que vive el rival, que ni ganando se garantiza la permanencia, sería el primero a considerar. La suerte del conjunto local depende de lo que suceda en el Huesca-Valencia, lo cual no va a rebajar, de salida al menos, su empeño. Luego están los condicionantes que afectan directamente a un Athletic huérfano de alicientes concretos en el plano clasificatorio después de perder en las dos jornadas previas. Eso sí, la derrota significaría poner un broche muy triste al campeonato, en la línea de lo ocurrido en las dos ediciones más recientes.
Marcelino explicó ayer con bastante claridad la situación de su equipo. Pese a asegurar que confía en que compita y se muestre ambicioso, que sea capaz de mejorar la imagen, especialmente en lo tocante a la faceta ofensiva, que dio diez días atrás en El Alcoraz en un contexto similar, no ocultó que para un grupo muy desgastado por los rigores de la temporada y sin metas es difícil mentalizarse adecuadamente. En definitiva, vino a confesar que todos, la plantilla y él mismo, suspiran porque la temporada termine de una santa vez y aunque no se refirió a la afición, seguro que esta comparte dicho deseo.
Es cierto que los tres puntos que hoy se ponen en juego poseen un valor, por cuanto el Athletic se arriesga a descender de la novena posición y ser décimo o undécimo, Granada y Osasuna pueden adelantarle. De un lado, siempre conviene acabar el campeonato lo más arriba posible por una cuestión de prestigio, pero es que además hay que considerar que los clubes reciben una cantidad de dinero en función de su ubicación final en la tabla. En medio del clima de resignación y desengaño que se palpa en el entorno del club, acaso la derivada económica del marcador que se registre en el Martínez Valero no merezca excesivo aprecio, aunque resulta fácil imaginar que el tesorero de Ibaigane lo verá de otro modo.
Herrerín, dentro
La lista de convocados ofrece algunas novedades. Figuran Iñigo Lekue, una vez superado el trámite impuesto por el dichoso virus, y Iago Herrerín, al que hasta ahora Marcelino nunca había llamado. Está por ver si el guiño del técnico se queda en eso o da más de sí en la víspera del adiós del veterano portero. Hay una baja forzosa, la de Raúl García, sancionado con dos partidos por la tarjeta roja que le fue mostrada ante el Real Madrid. Veinte nombres por tanto y una alineación que a la fuerza guardará un fuerte parecido con las anteriores.
El estado físico de diferentes futbolistas, asunto al que Marcelino lleva semanas aludiendo, pudiera condicionar el diseño de un once que en demarcaciones concretas, no en todas, admite alternativas. Por ejemplo en la línea de centrocampistas, sujeta a constantes rotaciones estos meses. Vencedor y Dani García fueron los escogidos en la jornada previa, por lo que Unai López y Vesga permanecen a la expectativa. Lo previsible es que los cuatro tengan minutos. En los puestos de ataque Morcillo y Sancet se perfilan como titulares y no sería sorprendente que Villalibre volviese a ser la referencia en punta, en detrimento de un Williams que no aprovechó la oportunidad en el clásico. Berenguer, otro asiduo, parece que arrastra alguna limitación, de no estar apto su lugar sería para Ibai o, por qué no, el propio Williams, que no desconoce la posición de banda. En la zaga vienen repitiendo De Marcos y Balenziaga en los laterales desde que Capa y Yuri Berchiche ingresaron en la enfermería; Iñigo Martínez suele ser de la partida de no mediar lesión y Yeray goza de preferencia sobre Nuñez. Un apunte más: viaja Iñigo Vicente.
Iago herrerín
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Son los partidos que ha disputado el guardameta bilbaino, que se estrena en una convocatoria con Marcelino y que hoy podría volver a jugar.