Navarra

El Palacio del Condestable se convierte en una ventana a la historia de las plazas de toros de Pamplona

El Ayuntamiento de Pamplona ha abierto hoy a todos los pamploneses y visitantes la muestra exposición 'Centenario de la Plaza de Toros de Pamplona 1922 - 2022: evocación, imágenes y documentos del Archivo Municipal de Pamplona". La exposición, que se podrá visitar en el Palacio del Condestable hasta el próximo 28 de agosto, hace un recorrido por la historia de los sucesivos cosos pamploneses desde el siglo XVIII hasta hoy a través de planos, documentos e infografías y, fundamentalmente, mediante una selección de más de un centenar de fotografías de los fondos el Archivo Municipal de Pamplona (AMP). Han aportado o cedido algunas instantáneas, además, el fotógrafo de DIARIO DE NOTICIAS Javier Bergasa, el fotógrafo recientemente fallecido Mikel Goñi y la arqueóloga Mercedes Unzu.

Esta mañana el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, junto con el técnico superior del Archivo Municipal de Pamplona y comisario de la muestra, Javier Marquínez, ha inaugurada esta muestra que coincide con el centenario de la actual plaza. En el acto han estado presentes otros miembros de la Corporación, del director de la Junta de Gobierno de la Casa de Misericordia, Jesús Cía, y de personas y entidades que han colaborado en esta iniciativa municipal, entre otras Ana Villanueva, fotógrafa y viuda del fotógrafo pamplonés recientemente fallecido Mikel Goñi.

Ayuntamiento de Pamplona ha editado 1.000 ejemplares de un catálogo que recoge los contenidos de esta muestra al precio de ocho euros.

CONTENIDOS GRÁFICOS

La muestra se dispone en el vestíbulo y el patio del edificio y está dividida en tres grandes bloques. Los dos primeros están vinculados a la sucesión de las plazas de toros previas a la actual y a la construcción del coso que en 2022 cumple 100 años, además de incluir una selección de un siglo de imágenes del Archivo Municipal de Pamplona.

En el caso de las fotografías son instantáneas de la plaza, escenas del Encierro y reflejan momentos de la tauromaquia e imágenes de la fiesta. La muestra también se recrea en el público de barreras y tendidos, público entre el que figuran caras muy conocidas de dentro y fuera de España, y hay un espacio para los espectáculos que se han desarrollado en el albero pamplonés en este siglo, desde majorettes, a lucha de carneros, pasando por mercados provisionales, una salida de la Vuelta Ciclista a España o una gala de despedida de Operación Triunfo. Las instantáneas abarcan en periodo que media entre 1903 y el año 2018. Entre las firmas de las fotografías seleccionadas: Rouzaut, Zaragüeta, Beramendi, Altadill, Cía Úriz, Galle imágenes de la Colección Arazuri o la colección municipal Zubieta y Retegui.

En el caso de los planos, en la muestra se pueden ver planos y perfiles de la estructura de los festejos taurinos que se celebraban en la Plaza del Castillo, planos de terrenos e intercambio con diputación en 1840, proyectos de distintas plazas de toros esbozados en 1840 y otras propuestas que no llegaron a ver la luz o el telón que decoraba la Casa de Toriles o el plano de 1845 del Teatro Gayarre.

LAS PLAZAS DE PAMPLONA

La exposición hace una revisión de las plazas de toros que ha tenido la ciudad, desde los primeros festejos taurinos en la Plaza del Castillo, entre lo que hoy es el café Iruña y las "escalericas" de San Nicolás, antigua plaza de Armas de Castillo de Luis el Hutín hasta los sucesivos proyectos malogrados de los siglos XVIII y XIX. Parece que los primeros festejos taurinos se remontan a 1385 y, desde 1616, la Casa del Toril (plaza del castillo 37), albergaba los corrales, además de balcones para solaz de las autoridades; este edificio tuvo ese uso hasta 1844 pese a que constan diversos intentos para construir una plaza de toros convencional para pamplona desde 1777.

En 1844 las ferias de toros se trasladaron al espacio diseñado por José Nagusia en el que hoy sería el entronque del Teatro Gayarre, calle Duque de Ahumada y Carlos III. Aquella fue una plaza de muy mala factura y una capacidad de 8.500 espectadores que, a los seis años, tuvo que derribarse para dar paso a un "coso portátil", mientras se acometía la construcción del siguiente ruedo. Esta infraestructura provisional se instaló en la plaza del Vínculo y funcionó entre 1850 y 1851.

Habría que esperar año 1852 a que Pamplona dispusiera de la correspondiente plaza de toros edificada, nueva y más amplia, aunque con escasa capacidad y pocas comodidades, que es la que en la ciudad se conoce como plaza vieja. Estaba a unos 120 metros de la actual y se quemó el 12 de agosto de 1921, antes de que se demoliera, como estaba previsto para poder ejecutar el proyecto del II Ensanche, tras el derribo de esa parte de las murallas de la ciudad. El 7 de julio de 1922, en un solar de 11.443 m2 cedidos por el Ayuntamiento, se inauguraba la que hoy conocemos realizada por el arquitecto Francisco Urcola La plaza nueva estaba muy cerca de la anterior, en gran medida para no tener que modificar –salvo en una curva- el recorrido del Encierro.

11/06/2022