La contundente victoria lograda ante el Zalgiris ha instalado al Baskonia en una nube. El buen juego frente a los de Kaunas, sobre todo en la segunda mitad , ha desatado la euforia en el cuadro azulgrana. Todo son halagos. Vuelve la ilusión tras los malos resultados cosechados en las tres salidas anteriores –Panathinaikos, Mónaco y Manresa–.
Sin embargo, Peñarroya ya ha señalado en más de una ocasión que hay que mantener los pies en el suelo y que no se puede lanzar las campanas al vuelo por cada victoria de campanillas. Hace falta más regularidad y el Palau esta noche será sin lugar a dudas una verdadera prueba de fuego para calibrar el momento de juego del conjunto azulgrana.
La visita al fortín culé es más incomoda que la del dentista. Duele habitualmente. En el feudo blaugrana los partidos se hacen habitualmente muy largos y el Baskonia ya ha vivido en sus propias carnes que de nada vale empezar bien, sino que hay que estar al máximo nivel los 40 minutos para salir airoso. Buena prueba de ello es lo sucedido en la última visita liguera en la que pese a arrancar como un tiro y llegar al descanso por delante (39-51) se acabó sucumbiendo por 89-74 tras una pésima segunda parte en la que recibió un parcial de 50-23.
Habrá que ver si el Baskonia tomó nota de lo sucedido en esa segunda jornada de la ACB. De todos modos, aunque lo haya hecho, queda claro que el objetivo de sumar una nueva victoria no será sencillo. Y es que el Barça es mucho Barça.
Buena prueba de ello es que la escuadra culé ha sido la única que ha conseguido doblegar este curso al todopoderoso líder Fenerbahçe en la Euroliga. De momento, en el torneo continental tan solo llevan tres derrotas, una en la primera jornada ante otro coco como el Olympiacos en casa y las sufridas fuera ante Zalgiris y Efes. El resto, todo son victorias –Real Madrid, la ya citada del Fenerbahçe, Milán y Partizan ante el amparo de su público y Bayern y Maccabi a domicilio–.
Números de equipo grande. Lo es. La calidad de su plantilla así lo confirma. Jasikevicius cuenta con un plantel de muchos kilates. En la dirección hay jugadores con una clase descomunal como Laprovittola y Satoransky, a los que hay que unir tiradores letales como Kuric, Abrines o Higgins, más la presencia de un todoterreno como Kalinic y un juego interior de lo más versátil y potente, que combina envergadura y potencia de la mano de Vesely y Sanli, más peligro exterior con Tobey. De lujo. Y eso que de momento este curso aún no han podido contar con su estrella Mirotic. Contra ese elenco de superjugadores tratará de sumar una nueva muesca en la Euroliga este Baskonia.