El Papa Francisco ha aterrizado a las 9,45 horas (hora local) de este miércoles 2 de agosto en a la Base Aérea de Figo Maduro, en Lisboa, tras casi tres horas de vuelo. El avión había despegado del Aeropuerto Internacional de Roma/Fiumicino a las 8:00 horas, con destino a Portugal donde se celebra la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) 2023.
El Pontífice, de 86 años y que sufre problemas de rodilla, ha descendido del avión a las 10:08 horas (hora local) en silla de ruedas, con la ayuda de un elevador, precedido de su séquito que ha bajado por las escaleras.
A los pies del avión, le han recibido un niño y una niña con un ramo de flores así como el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, con quien Francisco ha ido conversando de camino a un hangar del aeropuerto. También ha saludado a autoridades civiles y eclesiásticas, sobre una alfombra roja flanqueada por una docena de agentes uniformados.
Tras un breve encuentro, en torno a las 10:30 horas (hora local), Francisco ha salido en un Toyota blanco hacia al Palacio Nacional de Belém, residencia oficial del jefe de Estado, para la ceremonia de bienvenida y visita de cortesía al mandatario, seguida del habitual encuentro con las autoridades políticas y religiosas, en el Centro Cultural de Belém.
Después del almuerzo, Francisco recibirá al Presidente de la Asamblea de la República, Augusto Ernesto dos Santos Silva y al Primer Ministro António Costa. El último compromiso del día tendrá lugar en el Real Monasterio de Santa Maria di Belém para vísperas con el clero local.
EL VIAJE
Antes de partir de Roma, Francisco, como ya es costumbre, saludó en su residencia en la Casa Santa Marta a un grupo de personas acompañadas por el cardenal Limosnero Konrad Krajewski.
En total, se trataba de unas quince personas, entre ellas, un grupo de jóvenes, niñas y niños, que están viviendo un período en una comunidad de recuperación, y que por tanto no pueden participar en la JMJ y tres abuelos con sus nietos.
En el avión, un Airbus A320neo de Ita Airways con cero impacto ambiental de CO₂, según ha informado el Vaticano, el Papa ha ido acompañado del séquito, unos setenta periodistas de diarios internacionales y la tripulación, y ha sobrevolado el espacio aéreo de cuatro países: Italia, Francia, España y Portugal.