El Papa concede el año jubilar al santuario de Estíbaliz

El Papa Francisco ha concedido el año jubilar para el santuario de Estíbaliz, patrona de Álava, con motivo de los 100 años de su coronación canónica.

Así lo ha comunicado este jueves el obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, en una carta en la que muestra su "inmensa alegría" y explica que el Jubileo "conlleva la concesión de la indulgencia plenaria a los que peregrinen al Santuario de Estíbaliz del 6 de mayo de 2023 al 6 de mayo de 2024".

Elizalde asegura que "será un año propicio para caminar todos juntos con mayor fidelidad en el seguimiento de Cristo, escuchar con más intensidad la Palabra de Dios, favorecer a las personas más vulnerables y purificar el corazón de todo pecado".

Asimismo, considera que "es un momento de enorme esperanza en medio del proceso sinodal" donde están "trabajando por la renovación y remodelación" de la diócesis.

El obispo recuerda lo que ocurrió hace un siglo en este santuario mariano, "un momento especialmente vivo para Estíbaliz y para la diócesis por el inicio de la comunidad benedictina que por entonces se instaló en este cerro".

En mayo de 1923, Vitoria y toda Álava prepararon la celebración de la coronación de la Virgen de Estíbaliz. Como muestra del gran fervor popular, la capital acogió una multitudinaria ceremonia en la Plaza de la Provincia, sobre los escalones del palacio de la Diputación, donde el entonces obispo de Vitoria, Leopoldo Elijo y Garay, colocó sobre la imagen de la Virgen la corona que la acreditaba simbólicamente como Reina y Señora de los alaveses.

Para preparar bien el Año Jubilar, el Consejo Episcopal de la diócesis, la Cofradía de Estíbaliz, el capellán y el díacono y los colaboradores del Santuario, irán preparando el Jubileo y la llegada de la nueva Comunidad e invita a la participación en ello. Además, el domingo 19 de febrero se celebrará una misa en el Santuario a las 12:00 horas como comienzo del itinerario hacia el Jubileo.

El obispo finaliza su mensaje "agradeciendo y encomendando a la comunidad benedictina que fue alma del Santuario durante casi un siglo" y pide por la nueva comunidad "para que, después de las obras mínimas indispensables, esté ya pronto" entre ellos.