El Papa Francisco disolvió este lunes de forma oficial el Sodalicio de Vida Cristiana y requisó sus bienes con el objetivo de destinar su patrimonio, valorado en más de mil millones de dólares, para compensar a las víctimas de abuso por parte de su fundador, Luis Fernando Figari.
“Informamos que el día de hoy, 14 de abril de 2025, el Superior General del Sodalicio, ha firmado el decreto de supresión de nuestra comunidad en la sede del Dicasterio para Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, en presencia de Sor Simona Brambilla, Prefecta del Dicasterio”, señaló el propio Sodalicio en una nota. “Nuestra mirada se dirige también a las víctimas, les reiteramos nuestro sincero pedido de perdón por los maltratos y abusos cometidos en nuestra comunidad. Pedimos perdón también a toda la Iglesia y a la sociedad por el dolor ocasionado. Confiamos en que los esfuerzos que hicimos en el proceso de reparación den frutos, y seguiremos ofreciendo nuestras oraciones para que el Señor pueda sanar las heridas que se han producido”, añade.
Institución reconocida desde 1997
Surgida en Perú a comienzos de los años 70, el Sodalicio era una institución de la Iglesia Católica reconocida canónicamente desde 1997 como una Sociedad de Vida Apostólica laical de derecho pontificio.
Las primeras acusaciones de abusos surgieron a principios de la década de 2000 tras las denuncias de antiguos miembros y las investigaciones de medios de comunicación. En agosto del año 2024 fue expulsado del movimiento Luis Fernando Figari, por acusaciones de violencia física, psicológica y sexual, incluso a menores de edad.
En julio de 2023, el Papa Francisco envió a Perú a dos examinadores especiales para “investigar, escuchar e informar” sobre el caso del Sodalicio de Vida Cristiana, el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, y el sacerdote español Jordi Bertomeu.