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El Papa Francisco requiere un menor flujo de oxígeno en su terapia después de 32 días ingresado en el hospital Gemelli de Roma por sus problemas respiratorios y, para pequeños traslados, puede prescindir de las cánulas nasales.
Sus médicos han constatado "leves mejorías" con la fisioterapia respiratoria y motora y su situación sigue siendo "estable", según explican fuentes vaticanas.
32 días hospitalizado
La Santa Sede publicó en la tarde del domingo la primera foto del pontífice argentino en el hospital, mientras concelebraba una misa en la capilla del apartamento privado de los papas en la décima planta del hospital Gemelli.
En la imagen, Francisco no contaba con las cánulas nasales con las que recibe oxígeno a altos flujos durante el día (por la noche recurre a la ventilación mecánica no invasiva, a una máscara).
Las fuentes explicaron que, "por primera vez", y muestra de dicha mejoría, el papa necesita flujos menores de oxígeno durante el día y en "pequeños traslados" puede dejar de usar las cánulas nasales.
Para acudir a la capilla, por ejemplo, puede quitárselas para retomar la oxigenación mientras preside la misa.
"Los altos flujos de oxígeno continúan pero ahora hay una alternancia con niveles inferiores. Es la primera vez que no usa todo el tiempo altos flujos con cánulas", aseveraron.
Además, se está consiguiendo reducir la inflamación que presentaba gracias a la fisioterapia motora.
Francisco, de 88 años, está ingresado desde el 14 de febrero en el Gemelli a causa de una neumonía bilateral y, aunque ha pasado por cuatro crisis difíciles, en las últimas semanas ha experimentado una lenta y gradual mejoría, saliendo del "peligro inminente".
Debido a esta estabilidad, los médicos que le atienden han decidido no publicar un boletín médico sobre su salud cada día. El próximo se espera para el martes o el miércoles.