Una vez más, EH Bildu se ha desmarcado del consenso que existe a nivel político y social en Euskadi en contra de las expresiones que puedan ofender y añadir sufrimiento a las víctimas de ETA. El Parlamento Vasco ha aprobado este jueves una enmienda transaccional de PNV, PSE, Elkarrekin Podemos-IU, PP y Ciudadanos que se mueve en términos exclusivamente éticos para rechazar los homenajes a los presos de la organización ya disuelta, y la utilización del término "presos políticos" para referirse a las personas que han causado la muerte a representantes elegidos ya en democracia. Por lo tanto, no se planteaba perseguir por la vía penal estos homenajes, un camino que el propio Gobierno vasco admite que no tiene recorrido por la jurisprudencia que ya existe al respecto. EH Bildu, sin embargo, ha votado en contra y ha tratado de llevar el debate al terreno jurídico, donde la coalición abertzale puede conseguir más oxígeno, a sabiendas de que la jurisprudencia le beneficia. Julen Arzuaga ha visto un interés político detrás de esta iniciativa y se ha negado a actuar como el "inquisidor Torquemada".
Este debate ha regresado a la Cámara tras un verano en el que ha vuelto a aparecer cartelería sobre los presos en los recintos festivos, el polémico respaldo de Arnaldo Otegi al remero de Urdaibai que pidió la excarcelación de los presos tras su triunfo, o el informe de Covite que ha detectado unos 200 homenajes en el primer semestre del año. La enmienda aprobada consta de cuatro puntos, en los cuales el Parlamento Vasco reitera sus pronunciamientos de "rechazo y condena a las iniciativas de homenaje o reconocimiento a presos y miembros de ETA", refuerza su compromiso con la "construcción de una memoria inclusiva, crítica, ética y democrática para preservar la memoria de las víctimas y evitar su ofensa, agravio, humillación y revictimización", considera que otorgar la condición simbólica de "preso político a personas que han atentado mortalmente contra la sociedad civil, cargos democráticamente elegidos o funcionarios públicos es un grave ataque a la memoria de las víctimas y una manipulación política del terrorismo que ha padecido Euskadi", y considera necesario "deslegitimar radicalmente cualquier expresión de enaltecimiento del terrorismo" también en contextos festivos. El apartado de los presos políticos ha sido una aportación de Elkarrekin Podemos-IU.
Bildu recurre al 'que te vote Txapote'
El encargado de defender la posición de EH Bildu ha sido Julen Arzuaga, quien ha dejado claro desde el primer minuto que "no es una novedad que EH Bildu está a favor de los presos". Ha tratado de sacudirse la presión que existe sobre su grupo asegurando que no está detrás de los carteles que han aparecido, y que la Audiencia Nacional ha concluido que el delito de enaltecimiento es prácticamente imposible de perseguir ahora que ETA está disuelta. En ese sentido, ha desechado la parte de la declaración aprobada que alude a la deslegitimación del enaltecimiento del terrorismo: "Habrá que hacerlo porque aparece como delito en el Código Penal, pero la Audiencia Nacional dice que no hay delito".
Ha desviado la atención hacia otras expresiones o discursos de los partidos proponentes que también podrían herir a las víctimas. Así, ha reprochado al PP que haya seguido utilizando el lema que te vote Txapote a pesar de que las víctimas le han pedido que no lo haga. "Al PP le dan igual los sentimientos de las víctimas", ha lanzado. Al PNV lo ha atacado con unas palabras de Xabier Arzalluz sobre la excarcelación de los presos.
"No es jurídico, es ético"
El popular Carmelo Barrio ha sido el proponente de la iniciativa, que finalmente ha devenido en este amplio acuerdo y que ha vuelto a renunciar al apartado de la persecución policial de los homenajes. Barrio ha recriminado a Bildu que haya "perdido el tren" otra vez. Desde el PNV, Joseba Díez Antxustegi ha recriminado a Arzuaga que pretenda llevar el debate al terreno de lo jurídico en lugar de la ética para "sentirse más cómodo", y ha aclarado que se trata de mostrar "empatía a las víctimas". "Tampoco les decimos que quiten los carteles si no son suyos; pedimos empatía", ha recalcado.
Desde el PSE, Miren Gallastegui ha avisado de que "no se puede condenar al franquismo sin condenar a ETA al mismo tiempo", porque la violencia de ETA "se tradujo en la supervivencia de elementos de la dictadura en Euskadi". Ha recordado que la próxima semana se aprobará la Ley de Memoria Histórica con un amplio consenso que incluye a la propia EH Bildu, que sin embargo se desmarca del rechazo a los homenajes a presos de ETA.
"Una cosa es añorar a un familiar preso, y otra legitimar el asesinato"
Por parte de Elkarrekin Podemos-IU, Miren Gorrotxategi ha tratado de desmontar la parte de la intervención de Arzuaga que aludía a la faceta más humana de la situación de los presos, al derecho que tienen sus amigos a alegrarse por su salida de la prisión: "Es necesario impedir que el espacio público sirva para legitimar políticamente a quienes quisieron imponer su proyecto para Euskadi a través de la violencia. Una cosa es añorar a un familiar o amigo que lleva años en prisión, y otra bien distinta es que se convierta en legitimación política del asesinato injusto". Se da la circunstancia de que el propio colectivo oficial de presos apostó por realizar los homenajes en privado ante la polvareda levantada, pero aún persisten movimientos minoritarios que mantienen la cartelería o los homenajes.