El Gobierno vasco tendrá unos Presupuestos actualizados para el año que viene. El 1 de enero de 2025 entrarán en vigor las primeras Cuentas del Ejecutivo de Imanol Pradales, y lo harán con la mayoría absoluta de PNV y PSE y el voto en contra de la oposición, incluida EH Bildu. El Parlamento ha aprobado este viernes el proyecto con sus 39 votos (sobre 75), en una sesión donde jeltzales y socialistas se han encargado de dejar claro que tienen que seguir gobernando y tomando decisiones aunque la negociación con la oposición no haya llegado a buen puerto, porque la ciudadanía les ha concedido una mayoría que los faculta para ello. No han ocultado la sensación de que EH Bildu ha estirado el filón del diálogo presupuestario exclusivamente para ganar protagonismo, y los socialistas han admitido que, quizás, cometieron el error de no cortar a tiempo y que el momento de hacerlo era el registro de las enmiendas.
PNV y PSE reivindicaron que estos son los Presupuestos más altos de la historia en la comunidad autónoma, con 15.728 millones de euros, y que solo ellos han vuelto a dar un paso al frente y asumir el liderazgo, frente al “vértigo” de EH Bildu por la presión sindical de ELA y LAB, su falta de “valentía”, o su intención de hacer “ruido” con la negociación y buscar un relato más que un debate sobre las medidas concretas. Y esta impresión se ha mantenido hasta el final: se da la circunstancia de que, en esta misma sesión, EH Bildu no ha profundizado demasiado en sus razones para rechazar las Cuentas, y ha querido pasar de pantalla con la presentación de una propuesta de “espacio de diálogo permanente” para el año que viene, que era más propia de un pleno de política general que de uno presupuestario.
El PNV no quiere "volver a una época gris"
Desde el PNV, Alaitz Zabala quiso poner el foco en que “tendremos Presupuestos” para reducir las listas de espera en Osakidetza, reforzar la educación, para mejorar la calidad de vida, o para que “Euskadi sea puntera”. Recalcó que el Gobierno “tiene un liderazgo” y “no hay tiempo que perder” y que, a pesar de su mayoría absoluta, el Ejecutivo ha incorporado 15,5 millones a través de unas enmiendas de los propios jeltzales y socialistas que, a su juicio, responden a varias demandas de la oposición. Zabala reivindicó que estos dos grupos son los “únicos valientes” que iban a apoyar el proyecto, y denunció que “la oposición ha priorizado su partidismo por encima de los intereses de Euskadi”. A EH Bildu le criticó que haya “priorizado estar en los medios de comunicación”, el “ruido”, y le preguntó si realmente quiere un giro de 180 grados que nos lleve a la “época gris” de los años ochenta, sin las mejoras que ha experimentado la comunidad autónoma.
El PSE avisa: Bildu puede “dar una voltereta o cantar un villancico”, que las Cuentas salen
Ekain Rico defendió la posición de los socialistas, que además gestionan las áreas de vivienda y trabajo en las que EH Bildu centró sus exigencias. Rico le reprochó que no haya “abandonado los discursos del púlpito” y que le haya dado “vértigo” pactar cuestiones como el impulso del salario mínimo dentro de la mesa de diálogo social con la patronal y los sindicatos, una mesa que EH Bildu evita porque ELA y LAB han rechazado participar en ella y le han dado “un tirón de orejas”. En concreto, esgrimió un acuerdo de la anterior legislatura entre PNV, PSE, EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU que sí abría una posibilidad para impulsar un salario mínimo de negociación colectiva, en los marcos del diálogo social y no fuera de esa mesa. Y ofreció como dato que estos Presupuestos recogen 100.000 euros para fomentar la negociación de ese salario. “EH Bildu no ha estado centrada en arreglar los problemas de la gente, sino en arreglar sus propios problemas con ELA y LAB”, reprochó.
Además, vio contradictorio que EH Bildu diga que el modelo de vivienda ha fracasado y al mismo tiempo “no quite ni ponga un euro” de los programas de ayudas que ya existen. Concluyó que EH Bildu ha tomado la decisión política de rechazar el acuerdo y, por el camino, quería que algún medio de comunicación llevara a los titulares su sentido de voto, pero “pueden abstenerse, votar en contra o a favor, dar una voltereta o cantar un villancico”, que las Cuentas iban a salir adelante con PNV y PSE.
Otxandiano y el Parlamento “como junta de accionistas”
La posición de EH Bildu la defendió Pello Otxandiano, a quien la coalición suele reservar para las intervenciones con mayor perfil político. Con el argumento de que no iba a “aportar un solo gramo para que esto se convierta en el Congreso”, no respondió en profundidad a las críticas que le formularon PNV y PSE, vino a decir que las Cuentas eran solo un calentamiento, y que habrá ocasión de alcanzar otros pactos de país en 2025. Y fue entonces cuando pareció contraprogramar el orden del día. Anunció que su grupo propone crear “un espacio de diálogo permanente” que sirva para identificar las políticas estratégicas donde es posible alcanzar acuerdos en distintas instituciones, sobre Osakidetza, la política lingüística, la vivienda, los cuidados o la migración.
Además, miró al año 2025 y dijo que será determinante para abordar un suelo común: el reconocimiento nacional del pueblo vasco y las consecuencias jurídicas y políticas que lleve aparejadas para que el nuevo estatus entre ya en una fase resolutiva; y el “fracaso de las políticas neoliberales”, donde puso como ejemplo que las ayudas de vivienda aumentan todos los años, no solucionan el problema, y a la larga van a ser “insostenibles”.
Pero, tras asegurar que iba a mantener un tono constructivo, acusó al Gobierno vasco de desplegar un discurso “neoliberal y tecnócrata” porque le da lo mismo acordar con EH Bildu o con el PP, lo que a su juicio supone tratar al Parlamento como una “junta de accionistas” y negar la política. Aseguró que es un discurso muy “peligroso” y que está cerca del mensaje que se ha extendido en la calle, según el cual todos los políticos son iguales. Además, respondió al lehendakari que nunca pidieron privatizar suelo público, y que no se negaron a implicar a los ayuntamientos de EH Bildu en la promoción de la vivienda, sino que su grupo pedía extender ese compromiso a todos los partidos. Terminó diciendo que tiene la sensación de que el Gobierno no quería acordar aunque EH Bildu planteó el mismo porcentaje de enmiendas que en Nafarroa. Insinuó que no ha tenido la misma voluntad que a finales de 2021, cuando se alcanzó el único acuerdo hasta la fecha entre el Gobierno vasco y EH Bildu en materia presupuestaria, sin contar el de Euskal Herritarrok hace veinte años.
D'Anjou valora las Cuentas como garantía de estabilidad
El consejero de Hacienda, Noël d'Anjou, compareció tras la aprobación del proyecto para destacar que contar con esta herramienta conlleva "estabilidad" para el Gobierno vasco, y es garantía de crecimiento del bienestar.