El parque eólico de Gordexola, Güeñes y Zalla afectaría a fauna “amenazada”

Enkarterri todavía no ha terminado de digerir la aparición en el Boletín Oficial del País Vasco del texto por el que se somete a información pública la solicitud de autorización de Euskal Haizie S.L. para la creación de un parque eólico con seis aerogeneradores entre Gordexola, Güeñes y Zalla. Esta intención se suma al anteproyecto similar, pero con ocho torres para la generación de energía eólica entre Artzentales, Galdames, Muskiz y Sopuerta. En este segundo caso, “toda la zona”, entre los parajes de Las Llanas, Alto Rigadas y monte Ilso Eguen, “se encuentra dentro del espacio de monte público” y se documenta la presencia de “especies amenazadas”.

Así, “el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre y Marina” alerta sobre la situación de “lagarto verdinegro o murciélago de herradura” que habitan estos paisajes. Además, se trata de un área “de amplios pastizales para uso ganadero, por lo que la construcción del parque eólico implicaría pérdidas de carácter económico”, advierten. Asimismo, es un lugar “de esparcimiento en el que existen multitud de rutas de montaña y un mirador excepcional, con forma de torre de vigilancia, sobre Zalla y Güeñes”.

Cada generador dispondría de una potencia de alrededor de seis megawatios en ambas infraestructuras. El total se elevaría a 36,6 con los seis molinos de Gordexola, Güeñes y Zalla y a 49,6 con los ocho contemplados entre Artzentales, Galdames, Muskiz y Sopuerta. “Cada uno consta de una torre cimentada de 115 metros de altura sobre una zapata de hormigón, la turbina incorpora un rotor tripala de 170 metros de diámetro. Es decir, la altura total alcanzará los 200 metros, con palas de 85 metros, cuya área de barrido abarca unos 22.600 metros cuadrados, el equivalente a 2,2 hectáreas”.

Las líneas generales del futuro proyecto “se hacen públicas para que, en el plazo de veinte días, contados a partir de la fecha de la última de las publicaciones del anuncio en los boletines, personas físicas o jurídicas también interesadas puedan presentar también solicitudes”.

Repitiendo el argumentario que ya expusieron el año pasado cuando trascendió la posible implantación de el anterior parque eólico entre los montes Alén y Mello, la plataforma asegura que “no estamos en contra de la implantación de energías renovables, pero sí de que se haga en base a megaproyectos sin tomar en cuenta impactos medioambientales y económicos” para las zonas más damnificadas.

línea de evacuación

En el transcurso de una charla en Zalla celebrada a finales del año pasado, cuando aún se desconocían los planes con respecto a la segunda instalación que también toca Gordexola y Güeñes, tanto Enkarterrin Parke Eolikorik Ez como el grupo ecologista local Otsoaren Taldea alertaron de que una línea de evacuación del primer parque eólico discurriría cerca de San Miguel de Linares (Artzentales), Carral, Mercadillo y Abellaneda (Sopuerta), Malabrigo (entre Sopuerta y Zalla), Otxaran, Peña La Herrera y entre el área recreativa de la Brena y el castro de Bolunburu, el asentamiento de la Edad del Hierro protegido por el Gobierno vasco, “en el límite del plan de acción del paisaje de la Calzada Real del Kadagua”.

La plataforma ciudadana apuesta por “las pequeñas comunidades energéticas adaptadas a la demanda de cada zona” mientras preparan iniciativas para trasladar a la ciudadanía las consecuencias si esta segunda instalación se materializa. Se buzoneará información sobre sus características, organizarán más charlas divulgativas, seguirán contactando con grupos ecologistas del entorno y preparan una marcha reivindicativa al monte Ilso Eguen, a semejanza de la que en diciembre llevó a más de 200 personas a la cumbre de Alén desde Artzentales y Sopuerta.