La siempre complicada visita al Atlético de Madrid, equipo al que el Athletic no ha ganado a domicilio en ninguno de los últimos once encuentros disputados entre ambos, será de nuevo un partido muy especial para Raúl García (Zizur Nagusia, 11-VII-1986). Un futbolista que creció en Osasuna, se hizo hombre en el conjunto colchonero y se ganó el rol de estrella en el Athletic. El ciclo del fútbol para un jugador de una talla mayúscula, capaz de acallar a sus detractores, que los tuvo y mucho a su llegada a Bilbao, en apenas 23 minutos, los que necesitó para estrenarse como goleador en su primer encuentro como león. A las puertas de soplar las velas de su trigésimo séptimo cumpleaños, el navarro se resigna a colgar las botas, se ve con cuerda para seguir compitiendo al más alto nivel. Así lo hizo público días atrás en Lezama. “Me siento fuerte para seguir compitiendo al máximo nivel”, aseguró. Claro que la decisión de continuar o no el próximo año en el Athletic no depende solo de él, pues el club tiene mucho que decir al respecto.
Mientras avanza el calendario, Raúl García aguarda noticias de los dirigentes de la entidad bilbaina para conocer cuáles son las intenciones de estos. Su contrato con el Athletic expira el próximo 30 de junio y, tal y como dejó caer en su última comparecencia ante los medios, el presidente Jon Uriarte y su equipo de trabajo no se han acercado a él. Raúl, por su parte, aseguró que le gusta “el futuro claro”. A día de hoy, no parece que haya excesiva clarividencia al respecto, por lo que el del este domingo podría ser su último encuentro frente al Atlético de Madrid. Al menos, vistiendo la elástica del Athletic.
El navarro celebra un gol con el Atlético de Madrid en liga.
Como ha sido costumbre en cada uno de sus regresos al Calderón o al Metropolitano, a donde se mudó el conjunto colchonero en septiembre de 2017, Raúl García recibirá de nuevo el domingo el cariño de la afición colchonera. Un público con quien tuvo en el pasado sus más y sus menos, hasta el punto de recibir algunos pitos en determinados momentos, pero que guarda un muy grato recuerdo de su estancia en el Atlético. Allí jugó el navarro en dos etapas distintas, con una más que fructífera cesión a Osasuna de por medio.
Raúl García, en la temporada de su cesión a Osasuna.
Fichado en el verano de 2007 a cambio de 13 millones de euros, Raúl García se reencontró en el Calderón con Javier Aguirre, el técnico que le hizo debutar en Primera División con Osasuna. El Atlético adquirió a un joven muy prometedor adelantándose al interés de un buen puñado de equipos de la liga, entre ellos el Athletic. Completó cuatro temporadas como jugador del Atlético, donde ganó una copa de la UEFA y una Supercopa de Europa, pero su pérdida de protagonismo en la última campaña le llevó a aceptar la oferta del conjunto navarro, a donde regresó cedido en 2011.
Once goles en 35 partidos le bastaron para convencer a Diego Pablo Simeone, el líder espiritual del Atlético desde diciembre de 2011. El técnico exprimió las virtudes del navarro, un futbolista que, como él, tiene muchísimo carácter, pero al que no siempre le dio el rol de titular. Y en esas apareció el Athletic. En unas negociaciones llevadas bajo la más estricta discreción, la entidad rojiblanca, presidida entonces por Josu Urrutia, hizo público en el penúltimo día del mercado veraniego de 2015, mientras el Athletic jugaba en Ipurua ante el Eibar, haber alcanzado un acuerdo con el Atlético para fichar al navarro.
UNA ESTRELLA
Raúl García llegó así, para sorpresa de muchos, a Bilbao tras dejar un enorme legado a orillas del Manzanares. Al margen de los títulos: una liga, una Copa, dos copas de la UEFA (la última, la Europa League de la temporada 2011-12, se le otorga por haber disputado dos partidos antes de salir a préstamo a Osasuna), dos Supercopas de Europa y una tercera de España, para el recuerdo quedará su enorme peso en el vestuario y las amistades que forjó con el paso de los años. Para muestra, las lágrimas de muchos de sus compañeros en su despedida del Atlético. Jugador importante allí, en el Athletic se ganó el rol de estrella.
Desde su fichaje en agosto de 2015, Raúl García ha defendido la elástica rojiblanca en 321 ocasiones, en las que ha anotado 82 goles. Jugando casi siempre en la media punta, pero también como delantero centro o en determinados momentos ocupando alguna de las dos bandas, el navarro ha marcado con el Athletic casi el doble de los tantos logrados con el Atlético, donde firmó una tarjeta de 44 goles en 329 encuentros.
Los datos de Raúl García
Si participa en todos los encuentros que el conjunto rojiblanco tiene por delante en el próximo mes y medio de competición, Raúl igualará ante Osasuna, en el partido de vuelta de las semifinales de Copa, los 329 partidos que disputó como colchonero. Otra cita de un marcado cariz emocional para el navarro. Pero antes, este se medirá de nuevo con el Atlético, al que no ha ganado nunca con el Athletic jugando de visitante. Sí en San Mamés, donde ha logrado dos victorias; la tercera llegó en las semifinales de la Supercopa celebrada en Arabia Saudí. Además, solo le ha marcado como león un gol al Atlético, aunque no sirvió más que para maquillar el resultado. Raúl García está ante su partido más íntimo.