Hace un cuarto de siglo, que tampoco es tanto, el PP era la segunda opción más votada en la demarcación autonómica. Sin necesidad de hacer grandes alardes de memoria, tenemos muy presente que, en mayo de 2001, los entonces liderados por el inefable Jaime Mayor Oreja estuvieron muy cerca de que les salieran las cuentas para gobernar junto a aquel rancio PSE de Nicolás Redondo Terreros. Pero hasta ahí llegó la riada. La sucursal genovesa de Baskonia emprendió una cuesta abajo en la rodada que, con algún pequeño diente de sierra, se ha traducido en los siete irrelevantes escaños que mantiene en la cámara de Gasteiz. Como confesó Arantza Quiroga poco antes de ser fulminada como presidenta de la cosa, sin ETA los populares del terruño parecían haberse quedado desnudos. Al cabo de los años, siguen en esa zozobra, habiendo malbaratado cualquier esperanza de asentar en Euskadi un centro-derecha españolista civilizado que pueda dialogar y llegar a acuerdos de amplio espectro. A cambio, tenemos una derecha recia que disputa el espacio electoral a la ultraderecha desorejada y desacomplejada que representa Vox. Esa competición por el exabrupto populista y populachero se nota en los asuntos de los que está haciendo bandera el partido del que un día se presentó como moderado Javier de Andrés. Ahí nos encontramos con una tripleta letal: los discursos no ya antiinmigratorios, sino directamente racistas; las soflamas biliosas contra el euskera; y, como aportación más reciente, la demonización de los impuestos y la difusión de la especie de que las Haciendas sablean a los ciudadanos. En ese trazo grueso abunda un incalificable vídeo que han echado a rodar los populares, bajo el título "¿Sabes realmente lo que pagas a Hacienda de IRPF?". La pretendida respuesta la aporta De Andrés en 30 segundos. Se lo juro: en medio minuto se despacha la cuestión con el simplismo demagógico de barra de bar que ya es marca de la casa.