Athletic

El pasado reciente del Athletic apunta a no jugar en Europa

Iñaki Williams intenta controlar el balón ante la presencia de Mitrovic y Cuenca, defensas del Getafe

Las matemáticas son las que sostienen el objetivo. No en vano, las cuentas son las que son y estas dicen que el Athletic todavía cuenta con posibilidades tangibles de alcanzar la ansiada plaza para jugar una competición continental la próxima campaña. Restan nueve jornadas por delante, que son muchos puntos en juego, 27, pero otra cosa son las sensaciones y el razonamiento frío. Sobre todo, porque el decepcionante empate que el conjunto rojiblanco firmó el viernes en San Mamés frente al Getafe no hace más que echar más sal a la herida que se abrió en la jornada precedente con la derrota en el Benito Villamarín ante uno de sus rivales directos, por lo que la colección de oportunidades perdidas por el colectivo de Marcelino para meterse en la zona europea vuelve a incrementarse, con el daño colateral que ocasiona.

El Athletic, al que se le escapó hace bien poco la opción de disputar una nueva final de Copa, ha perdido músculo en la liga a la hora de sumar puntos, especialmente porque le penaliza una falta de pegada que no termina de solucionar. Y el duelo con el Getafe retrató por enésima vez ese déficit que persigue a los leones, que acumularon hasta una veintena de remates a la portería del inspirado David Soria para tener que conformarse con las tablas. Este domingo, el conjunto rojiblanco echará un ojo a los resultados que firmen el Villarreal y la Real Sociedad, séptimo y sexto clasificado respectivamente, para considerar si el punto atrapado ante el equipo azulón tiene un pequeño valor.

El último encuentro disputado por el Athletic en la Europa League se remonta al 15 de marzo de 2018 y en el que el conjunto entonces dirigido por Kuko Ziganda, hoy en día entrenador del Oviedo, cayó derrotado en La Catedral ante el Olympique de Marsella (1-2) y lo que supuso su despedida de la competición en los octavos de final. Desde aquello han pasado cuatro años y el mono de retornar al Viejo Continente es palpable sobre todo en su masa social, aunque también en la plantilla, en la que son muchos los jugadores que no conocen lo que es jugar en Europa con todo lo que genera más allá del mero fútbol.

También lo añora la Junta Directiva, no solo por el prestigio que otorga a la marca Athletic, sino también por los réditos dinerarios que dejan en las arcas de Ibaigane. Aitor Elizegi, actual presidente, lo ha reiterado en numerosas ocasiones. Jugar en Europa es necesario para sanear las cuentas, ya que permite recaudar, entre todos los conceptos, unos 20 millones de euros con un recorrido aceptable en la competición. Para Elizegi, se ha quedado hasta la fecha en una mera ilusión y, si la inercia deportiva no varía hasta finales de mayo, va camino de cerrar su mandato sin cumplir uno de sus grandes deseos: volver a meter al Athletic en Europa.

Lo cierto es que la historia reciente no invita al optimismo en el entorno Athletic, donde no faltan las voces que hablan de que Europa ya es una quimera. Quizá porque se han mirado en el retrovisor. En los cuatro intentos anteriores, el conjunto rojiblanco ha fracasado en las diez últimas jornadas, en las que ni siquiera ha llegado en ningún caso a cosechar por lo menos la mitad de los puntos posibles, una escasez que desvela su decadencia en el tramo decisivo y que le ha impedido consumar el reto.

En la mencionada campaña con Ziganda al frente de la nave, los leones solo sumaron ocho puntos en esa decena de partidos, lo que les condenó a cerrar la liga en una decepcionante décimo sexta posición. Un curso después se detecta el momento en que el Athletic, en los primeros meses de vigencia de la legislatura de la Junta de Elizegi, acarició el billete europeo en el partido final en el Sánchez Pizjuán, pero los dirigidos entonces por GaizkaGaritano se quedaron con la miel en los labios, después de que en los últimos instantes Iñigo Martínez estrellara un remate en el larguero de la meta sevillista que le privó de un empate que le metía en Europa.

El ejercicio 2019-20 tampoco sirvió para hacer realidad el deseo continental, porque los de Garitano, tras el largo parón ocasionado por la pandemia del covid-19, solo cogieron 13 puntos, insuficientes y que dejó al Athletic en la undécima plaza final. La temporada pasada, ya con Marcelino en el banquillo tras sustituir en enero al derioztarra, tampoco hubo premio, sobre todo tras caer en las dos finales de Copa en La Cartuja, hasta el punto de que los rojiblancos se dejaron llevar para encadenar derrotas en los tres partidos que bajaban la persiana de la liga. Toca, por tanto, cambiar la historia.

19/03/2022