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"El pase de la final de Copa es el momento de mi carrera"

Mikel Merino recibió el premio Txuleta como mejor realista de la pasada temporada
Mikel Merino recibió el premio Txuleta como mejor realista de la pasada temporada

donostia Mikel Merino, mejor jugador de la pasada campaña para NOTICIAS DE GIPUZKOA.

–Me ha hecho mucha ilusión. Me pone muy contento recibir este premio. Es una forma de reconocer todo el trabajo que hacemos los futbolistas y la ilusión de ver que haces las cosas bien. Cuando haces las cosas con esa ilusión y la gente te lo reconoce pues te hace muy feliz.

No es fácil ganar el premio Txuleta, por la competencia que tiene en su equipo.

–Sí, bueno, también se puede ver como que el hecho de jugar con compañeros tan buenos hace que todos crezcamos. El contar con Januzaj, Isak, Oyarzabal y toda la plantilla a un nivel tan alto hace que todos progresemos y elevemos nuestro juego. Gracias a ellos se ha visto una buena versión mía y he podido dar cosas al equipo.

Un centrocampista todoterreno no suele ganar este tipo de premios...

–La verdad es que se suele premiar más a otro tipo de jugador. Igual los centrocampistas estamos un poco más tapados en este tipo de reconocimientos individuales. Pero yo creo que todo el mundo al que le gusta y ve fútbol valora todas las posiciones. Al final, todas tienen sus complicaciones. En mi parcela intento ayudar en todo lo que puedo. A pesar de que puede ser menos vistosa que otros puestos, yo sí creo que la gente lo valora.

Ha estado tocado esta semana, las dos txuletas que le ha entregado Ander Esarte lo curan todo...

–Eso lo arregla y lo cura todo. Además yo soy de buen comer, me gusta mucho, y estoy seguro de que con un par de bocados tienes energía para toda la temporada.

¿Cómo se encuentra?

–Me encuentro bien. Tuve la mala suerte no poder jugar ante el Getafe al estar sancionado por cinco amarillas, algo que nunca nos gusta. Porque si estás lesionado tienes la excusa de que tienes que ver a los compañeros, pero estando bien te da más rabia no poder ayudarles desde la grada. Me encontraba bien, estoy bien, no tengo ningún tipo de problema grave, me he perdido un entrenamiento pero el resto de la semana ya entreno con el grupo. Pequeñas cositas que ocurren durante la semana y que es mejor gestionar de una manera que de otra.

¿Asusta un poco que les pase factura el esfuerzo de los Juegos?

–En mi caso creo que es distinto. Es verdad que no sé cómo me va a resultar el final de temporada porque fue un inicio muy intenso de competición y después de tanto tiempo lesionado igual me habría venido mejor un inicio más pausado y progresivo, pero me encuentro bien. Y mis compañeros creo que también. Mikel lleva mucha tralla de partidos pero lo que decía, al final los entrenadores tienen eso en cuenta. Cada jugador vive una situación distinta y no es lo mismo tratar a uno que ha tenido todo el verano libre que alguien con molestias o lesión. Tanto nosotros como el servicio médico y los entrenadores estamos en total comunicación para solucionar este tipo de problemillas y que no vayan a más.

¿Ha recuperado ya su mejor versión?

–(Risas) Sí, creo que sí. Me encuentro bien. El otro día, el último partido que jugué contra el Atlético me sentí físicamente muy bien, a un nivel muy alto durante los 90 minutos y a nivel de confianza y de saber estar en el campo me encuentro en un buen momento. Mi intención es la de seguir creciendo, no parar, y estoy contento porque cada partido y cada temporada que pasa veo que crezco en algunos aspectos. Como jugador estoy mejorando y soy cada vez más completo y eso es lo que más me llena.

Lo que más se suele decir de su juego es que hace de todo y todo bien.

–Lo intento. Desde que era pequeño, cuando jugaba con mi padre, me insistía mucho en que ser un jugador completo es lo más importante. Un jugador que abarca varias facetas, que no tiene unos puntos débiles muy grandes; aportar ofensiva y defensivamente, las disputas, competir... Todo eso es algo que desde pequeño tenía muy claro que quería conseguir y he puesto el foco en mejorar en eso. El hecho de que la gente me lo reconozca me halaga mucho porque es algo que he buscado y he peleado mucho como jugador.

Se las lleva todas por arriba. Se lo dice uno que jamás cabeceó un saque del portero...

–Los balones no son Mikasa y ya no da tanto miedo darle de cabeza (risas). Como te decía antes, con mi padre desde pequeño hemos insistido mucho en eso. No sé la de horas que hemos estado en el jardín yo dándole la tabarra con que me tire balones a la cabeza y yo devolviéndoselos y el tío que no podía estar con sus amigos por jugar conmigo. Era muy bueno. Ser fuerte en este aspecto es algo que me hace especial ilusión. Es verdad que los datos están ahí, y que los rivales lo van viendo y conociendo. Cada vez se hace más difícil porque te envían a dos o tres jugadores, uno para chocarte, el otro para disputar, para molestarte, cada vez se hace más complicado, pero estoy contento porque es una faceta con la que también ayudo al equipo. Cuando no estamos tan finos jugando por abajo, contar con el recurso de poder golpear arriba para que yo intente peinarlas y estar ya en su campo hace que sienta que es un arma en favor del equipo.

Xabi Prieto peinaba todas, pero metía pocos goles de cabeza...

–Es que no es lo mismo peinarlas que rematar hacia adelante. Es complicado. Mi padre en eso era muy bueno y en los córners también entraba muy bien. En eso me mete mucha caña porque es verdad que yo peinándolas voy muy bien, pero luego en los córners no he metido tantos goles como me hubiese gustado o por las oportunidades que he tenido. Me mete las gomas.

¿Qué le queda por mejorar?

–Muchas cosas, no solo ahí. Ahora que me estoy encontrando físicamente bien, que estoy cogiendo ese ritmo que me permite llegar un poco más arriba, el hecho de pisar más área y tener más impacto en los goles y las asistencias. Y luego mejorar todo a nivel general, porque aunque voy bien de cabeza me gustaría ir mejor, aunque tengo visión de lo que está pasando en el campo todavía puedo enterarme mucho más de lo que pasa, defensivamente en algunos aspectos me gustaría afinar más... Hay tantas cosas para llegar a ser el jugador que quiero ser que no tengo tiempo para parar.

Su ubicación en el campo la tenemos clara, es un 8.

–Creo que Imanol lo tiene muy claro y yo me veo ahí también porque es donde siento que más ayudo al equipo. Soy inquieto, me gusta ayudar en todo momento, estar donde se encuentra el balón, defendiendo y atacando. Si estás en una posición de 6 no puedes atacar tanto, si estás de 10 no defiendes tan cerca de la zona de impacto. Yo ahí me encuentro muy a gusto y muy cómodo pero creo que puedo aportar en las tres posiciones en caso de necesitarlo. Pero tanto Imanol como yo pensamos que mi posición ideal sería esa.

Usted aterrizó en Donostia diciendo que era mediocentro...

–Es que es mi posición. No soy un mediocentro posicional pero me considero un mediocentro. Puedo jugar en todas las posiciones, es la zona del campo donde más cosas pasan y es donde mejor me lo paso. Puedo jugar ahí, pero creo que me cortaría un poco las alas de cara al despliegue para adelante.

Está viviendo emociones fuertes con la Real como el gol en El Sadar.

–Desde que llegué aquí me han pasado muchas cosas, cosas muy bonitas, me ha cambiado mucho la vida a nivel deportivo y personal y todo lo vivido ha sido espectacular, desde ganar la final de Copa, todo lo anterior también, y luego más recientemente meter gol en el Sadar, que fue un momento importante por el lugar del que vengo y lo que significa. Quién me iba a decir cuando era crío que iba a meter gol en el Sadar con una camiseta que no fuera la de Osasuna, pero...

Le vacilarían mucho...

–Con el tema de pedir perdón y no celebrar sí. En un vestuario hay mucho cachondeo y sí que me metieron un poco de caña.

¿Y en Pamplona?

–Creo que la gente sabe lo que hay y que como jugador soy así. Ninguno juega pensando en no meter gol. Dio la casualidad de que meto pocos pero lo marqué en El Sadar y además lesionado. Pero la gente se lo tomó bien. Aunque por redes sociales o conocidos me vacilaron, todo fue de buena fe.

Le pregunto por esos compañeros que dice le hacen mejor. Como Silva...

–Creo que a David a lo largo de su carrera le han reconocido todo lo bien que lo ha hecho, pero no es un jugador que mete golazos espectaculares o que va de cabeza como un animal o de meter 20 goles por temporada. Pero los que saben de fútbol saben lo que aporta en todo momento. Para los mediocentros que estamos detrás de él es un bálsamo de aire tener a un jugador que se mueve tan bien, que interpreta tan bien, que sabes que le puedes dar el balón y que es muy difícil que la vaya a perder. Para mí jugar con él es espectacular, crezco mucho más porque potencia mucho mis habilidades y nunca se puede dudar de un jugador como él por todo lo que aporta, porque igual no le ves metiendo goles o dando asistencias, pero la tranquilidad que tiene, cómo se coloca, los controles que hace... Igual hay un momento tenso del partido en que estás contra las cuerdas, le llega un balón comprometido y sabe cómo controlarlo, cómo salir de ahí y a partir de ahí el partido cambia. Son pequeños detalles que igual la gente no se da cuenta, pero al equipo le aporta mucho. Nosotros estamos encantadísimos con David.

Ahora ha llegado Rafael...

–Cuando tienes jugadores buenos alrededor es más sencillo todo porque estos nacen entendiendo bien las cosas, aprendiendo rápido... Está disfrutando y creo que va a ser muy importante mantenerse sano a nivel físico. Ha encontrado un sitio que le va a venir muy bien para la forma de jugar que él tiene. Un sitio con jugadores jóvenes que juegan muy bien al fútbol y que tienen mucha hambre, que defensivamente vamos de verdad y vamos a por el rival, estamos muy unidos y a él son las cualidades que más le van a beneficiar para crecer y mejorar.

¿A Zubimendi le ve cerca de acompañarle pronto a la absoluta?

–Creo que es un paso que es difícil. Desde inicio de temporada he dicho que Martín y Barrene iban a dar un paso adelante importante. Ander desgraciadamente ha tenido problemas con las lesiones y no ha podido demostrarlo, pero a los dos les veo creciendo en madurez. Ahora siendo su segunda o tercera temporada y que encarrila un número de partidos importante ya suele ser cuando empiezas a saber lo que está pasando en el campo, a tener control, y creo que Martín ha crecido mucho aunque todavía tiene mucho que mejorar. Eso lo va a hacer con partidos y experiencia y dejándose aconsejar por la gente tan experta y veterana que tiene al lado como David o Ilarra. Puede llegar a la absoluta sin problemas, pero, por supuesto, tiene que mejorar y tiene que dar más nivel para llegar a ese punto. Pero capacidades para hacerlo tiene.

Fue suplente en el Europeo sub'21 y les ha adelantado a todos...

–En la sub'21 me ha pasado que en todas las clasificaciones jugaba de titular y luego llegaba el Europeo y ahí no contaba con tantos minutos. Al final es un proceso y, lo que te decía de intentar mejorar y crecer es eso, que en un momento que tú te veas que estás suplente o no estás jugando mucho, si tú tienes ese hambre de crecer y mejorar y crees que cuentas con las capacidades, te va a llegar.

Si le dicen que esto iba a salir tan bien no se lo hubiera creído...

–No me lo creo. Cuando emprendes una aventura siempre estás pensando en lo mejor, pero creo que a pesar de que en mi primer medio año con Garitano las cosas no salieron tan rodadas como esperaba, a mí lo que me hizo estar bien fue sentirme como en casa, no tener ninguna prisa para que las cosas se dieran a mi favor, estaba seguro de que iba a llegar mi momento y seguí trabajando. Al final tuve la suerte de que a Imanol le entré por el ojo y aquí estamos ahora mismo.

Diga la verdad, llegó pensando que la Real era un trampolín...

–Es verdad que vengo a la Real porque quiero volver a estar en una zona en la que me siento a gusto, en una zona de confort, en un club que se adapta a mis necesidades. Pero cuando voy a la Real no vengo pensando en el siguiente club y eso lo tengo muy claro desde el principio. Quería relanzar mi carrera y ser un jugador más grande, pero por mí, por el gusto de sentirme importante, de jugar y ganar los partidos. En ningún momento se me ha pasado por la cabeza eso a pesar de que la vida es la vida y nunca sabes dónde vas a terminar. Mi foco desde un inicio ha sido estar aquí y crecer por mí.

¿Le ha conquistado la Real?

–Por supuesto. Me siento como en casa porque es muy parecido a lo que he vivido siempre. Es un entorno agradable y del que me siento partícipe. En Donostia, en Anoeta, la gente es de un estilo con el que yo me identifico y se empieza por ahí. Luego se sigue por lo que está creciendo el club a nivel de equipo, de infraestructura, de todo, pero sí, se puede decir que esta ciudad la voy a recordar toda mi vida y va a ser mi segunda casa. Estoy muy feliz de haber tomado la decisión que tomé.

Y ya es una leyenda en el club, al dar 'el pase' a Portu en la final. ¿El momento cumbre de su carrera?

–Puede ser el momento de mi carrera, no solo por el pase en sí, porque he dado otros pases de los que me siento muy orgulloso, pero sobre todo por el entorno, por todo lo que rodeaba el instante. Lo que estaba pasando con la espalda, tener dos vértebras rotas y todo lo que pasé las dos semanas anteriores, de sufrir solo, de decir llego o no llego, tengo que jugar pero no puedo ni levantarme de la cama, pero no puedo perderme este partido porque es el más importante de mi vida... Fue un continuo comerme la cabeza, fantasmas alrededor que no se quitaron hasta después del partido. Puede ser uno de los momentos más importantes o el más importante de mi carrera. Lo del pase es anecdótico. A veces te sale bien, a veces mal, si llega a haber un topito de césped igual no llega... Yo intenté hacer lo que hago siempre a pesar del dolor y las infiltraciones, y tuve suerte de que salió bien, Luis Enrique me dio el MVP y para mí esa fue una noche única y puede ser que la mejor de mi carrera.

Imanol insiste en que es el mejor jugador de la Liga...

–Me entra la risa porque Imanol me tiene en mucha estima. Él lo dice convencidísimo. A nosotros nos quiere mucho, nos tiene debajo del ala, somos como su otra familia y ese amor te lleva a decir ese tipo de cosas, pero sí que hay cachondeo. Los compañeros del equipo no hay día que no me digan lo del mejor jugador de la Liga y me vacilen. Me acuerdo que la primera vez que lo dijo le comenté: Ima, no puedes decir eso, por favor. Todo el mundo metiéndome caña (risas). Pero bien, me lo tomo como un halago muy grande.

¿Qué tienen de diferente Olabe y Aperribay?

–La Real es distinta a otros clubes en los que he estado. Igual es muy parecido a Osasuna a nivel del concepto familiar, de la cantera, de lo que significa. De la unión que se respira. De tener unas raíces muy fuertes. Yo creo que tanto Jokin como Olabe son gente muy familiar, que los sientes muy cerca en el trato con los jugadores, algo que yo no había vivido en otros clubes en los que el director deportivo y el presidente no tenían tanta relación con nosotros. Al menos lo que yo he vivido, ¿eh? Son gente que está muy decidida, que tiene las ideas muy claras, que lo sienten muy suyo y se sienten parte del proceso. Para ellos esto no es una inversión o un pasatiempo, sino que lo sienten muy suyo. Y eso hace que el nivel de cariño y de implicación que pones en sus decisiones vayan en la mejor dirección al margen de si aciertan más o menos. Juntan personas que son buenas en lo que hacen y que ponen todo de su parte para que salga bien y sale una mezcla potente.

Hace poco un director deportivo de Primera me dijo: 'El año que viene le quitas a Kroos y le pones a Merino y el Madrid sigue funcionando igual de bien'.

–Eso ya son palabras mayores... Compararme con Kroos es otra película. No sé qué decir... No me refiero al hecho de que sea el Madrid u otro, sino que te pongan en esos escalafones habla bien de lo mucho que valora la gente mi trabajo. Yo a día de hoy lo que quiero es que Merino esté en el once de la Real siempre que se encuentre en condiciones de jugar.

¿Ve lejos el salir de aquí? ¿Siente que hay Merino en la Real para rato por la ambición del proyecto?

–Es lo que espero y deseo. Tanto yo como una serie de jugadores hemos apostado por la Real porque hemos visto un proyecto ambicioso.

Perdón, ¿lo hablan entre ustedes y piden que no se vaya nadie?

–Hablamos de ciertas cosas en el vestuario, de cómo está el club y cómo va yendo, de lo que ha crecido en los últimos años y lo que queremos conseguir en el futuro. A nivel de no te vayas o no escuches ofertas no, eso ya son temas más personales de cada uno. Yo no entro a debatir eso con ningún compañero. Pero los demás también ven la evolución del club, la del equipo, y es lo que todos los jugadores queremos, el estar en un equipo ganador, que te dé la oportunidad de jugar en los mejores campeonatos, el estar en Europa o en Champions, el llegar a finales de Copa, el competir en la Liga contra los mejores... Y como jugadores queremos ver en nuestro club la misma ambición que tenemos nosotros. Por ahora la Real tiene mucha ambición y avanza en esa dirección y eso nos motiva mucho. Y nos da un extra de ganas.

¿Desde que está en la Real le han llamado muchos clubes?

–No. Hay muchos representantes que trabajan de esa forma, que tienen mucho contacto con sus jugadores y que en todo momento les están contando en plan mira, hoy me ha mando un mensaje tal equipo... Los míos son más bien de llamarme cuando ya hay que firmar. Tengo comunicación con ellos y hablo mucho, pero no me vuelven loco. Solo hablan conmigo cuando hay situaciones serias. En ese aspecto prefieren dejarme tranquilo a lo mío y lo yo lo agradezco.

¿Ha hablado con Bryan Gil?

–Es un jugador que nos vendría muy bien, que nunca sobra en ningún equipo. Igual le envío un mensaje pero no sé hasta qué punto es tan serio el asunto.

Le pregunto por las tres competicioones. La Copa. Al Betis le tienen ganas...

–Yo vi en casa el 4-0 porque estaba lesionado y lo pasé muy mal. Cuando acabas de recibir una derrota así de contundente, no porque sean ellos, sino por el hecho de demostrar que esto ha sido una situación única y que somos capaces de darle la vuelta a esto, es normal que quieras ganarles. En cualquier eliminatoria, nos hubiera tocado quien nos hubiera tocado, habríamos estado con muchas ganas y más en una eliminatoria de Copa y jugando en casa. La gente va a estar muy metida, creo que está con muchas ganas. Encima tenemos mucho tiempo para prepararlo y para centrarnos en lo que nos vamos a encontrar. A ver si pasa el tiempo cuanto antes...

Liga. ¿Miramos Champions?

–Buff. Es pronto todavía. Hemos tenido una racha que no ha sido muy positiva, que puede pasar en Liga porque es tan larga. Lo que tenemos que hacer es intentar centrarnos en recuperar esas sensaciones que tuvimos el día del Atlético y empezar a construir a partir de ahí, de cómo nos encontramos en el campo más allá de los resultados. Y creo que a partir de ahí llegará de nuevo una buena racha.

Europa League. Leipzig.

–Habrá que ver. Europa siempre es una incógnita y para nosotros, al ser este nuestro segundo año consecutivo nos puede venir bien. El año pasado nos dimos cuenta de lo que era Europa y este año en la fase de grupos hemos tenido otra prueba de lo que es competir contra gente tan buena y tan fuerte. Nunca se sabe porque en este tipo de eliminatorias contra estos equipos puede pasar cualquier cosa. No voy a pensar más allá. Sé que siempre decimos lo mismo. Con ganas de esa eliminatoria y de demostrar que podemos competir contra los mejores de Europa.

Un deseo grupal y otro personal...

–El año pasado en el vestuario decíamos: ¿qué prefieres, ir a Champions o ganar la Copa? Y yo decía que ganar la Copa. La Champions está muy bien pero un título es un título. Pero un deseo grupal voy a tirar por que se vea de aquí a final de temporada un equipo maduro. Esa es la clave para luego conseguir lo demás. Si ves un equipo maduro, que partido tras partido compite y sabe qué hacer en cada momento, luego estás más cerca de ganar. Personal diría que no tenga lesiones. Es lo que ahora mismo pido porque si no tengo lesiones y estoy con rodaje voy a estar a un gran nivel.

"A mí lo que me hizo estar bien fue sentirme como en casa, no sentir ninguna prisa y tener la suerte de que a Imanol le entrase por el ojo"

"Mi padre me insistía en que lo más importante era ser completo y que me lo reconozcan me halaga porque es algo buscado"

"En el vestuario hablamos de cómo está la Real, de lo que ha crecido y un jugador quiere ver en el club la misma ambición que tiene él"

"Bryan Gil nos vendría muy bien, un jugador que nunca sobra en ningún equipo; igual le envío un mensaje, pero no sé cómo está el tema"

"Desde que llegué aquí me han pasado cosas muy bonitas, me ha cambiado mucho la vida y todo lo vivido ha sido espectacular"

"No es habitual que un centrocampista reciba este premio; con dos bocados a estas txuletas tienes energía para todo el año"

2022-01-31T08:57:03+01:00
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