Llueve polémica en Italia. La decimotercera etapa del Giro, entre Borgofranco de I’Vrea y Crans Montana, una da las jornadas con más aliciente de la carrera por su recorrido, ha sido amputada ferozmente debido a las malas condiciones meteorológicas.
Se disputarán 134 kilómetros menos de los establecidos en el libro de ruta. El trazado se verá reducido a la mínima expresión, apenas 74 kilómetros con las subidas a Croix de Couer y Crans Montana después de que la presión de la mayoría del pelotón, las insinuaciones para modificar la etapa comenzaron ayer, obligara a la organización de la carrera italiana a reducir sensiblemente la etapa alegando las malas condiciones del tiempo.
Mauro Vegni, director de la Corsa rosa, tuvo que plegarse a la petición de los ciclistas y decidió recortar la jornada. En un comunicado emitido a media mañana, la organización del Giro ha explicado que: “De acuerdo a las adversas condiciones del tiempo, especialmente en la parte italiana, la organización ha decidido aplicar el Protocolo de Condiciones Meteorológicas Extremas. El nuevo km 0 se situará en Le Chable, a la entrada de la Croix de Coeur, y la parte final de la etapa se mantendrá sin cambios”.
"Si no te gusta, cambia de trabajo"
"Hay muchos ciclistas que han enfermado y si queremos llegar a Roma con al menos 50 ciclistas, entonces es una buena decisión. Ya tuvimos una reunión anoche con la CP y todos los equipos dieron a conocer lo que querían. Creo que es una buena decisión. Será una carrera dura aún así, pero no rodaremos con frío durante más horas", argumentaba Geraint Thomas, líder del Giro, feliz por el recorte de la etapa, al igual que Carlos Verona.“Siempre es mejor pasar dos horas bajo la lluvia que cinco”, aportaba.
Gianni Moscon, sin embargo, consideraba que no había motivo para recortar la etapa. "Es verdad que hace mal tiempo y que estamos cansados, pero no creo que se dieran las condiciones para recortar la etapa. Creo que podía correr y si alguien quería parar podía hacerlo. No nos guiamos por un un médico para ser ciclistas profesionales. Si no te gusta, cambia de trabajo".
En medio de ese ambiente, el pelotón ha realizado la salida neutralizada por razones monetarias (los ayuntamientos y demás organismos públicos son los que pagan la salidas y metas). Después los ciclistas se han metido en los autobuses de los equipos para alcanzar el punto de salida real de la jornada. Durante ese trayecto el pelotón del Giro se ha refugiado en los autobuses, mientras por la carretera se podían apreciar a cicloturistas rodando por la carretera, para establecer la nueva salida.
Gran San Bernardo, tachado
Esta se ha fijado antes de encarar la Croix de Couer, que en un primer momento parecía el escollo principal de la jornada (se argumentaba que podía haber hielo en el descenso) que llegará a Crans Montana. Se tacha del recorrido el Gran San Bernardo, una cima de casi 2.000 metros, pero en los que no hay nieve y por el que se puede rodar sin peligro.
Sin embargo, después de un Giro que está siendo dantesco en lo meteorológico por las incesantes lluvias que están ametrallando al pelotón, los ciclistas han propuesto a la organización estar menos horas sobre la bicicleta. Este parece ser el único argumento factible. Ante la posibilidad de un plante, el Giro se ha visto obligado a modificar la etapa. No es la primera ocasión que la organización ha tenido que adoptar estas medidas en la carrera italiana debido al mal tiempo.