Dice el adagio que lo que está bien es mejor no tocarlo. En el pensamiento de un ingeniero, la dimensión es otra. Lo que está bien hay que mejorarlo. Entre el escuadrón vasco de ciclistas que acuden al Tour: Pello Bilbao (Bahrain), Mikel Landa (Soudal) Jonathan Castroviejo (Ineos) Ion Izagirre (Cofidis), Alex Aranburu y Oier Lazkano (Movistar), el deseo alcanza para dejar huella en la carrera francesa, que parte este sábado desde Florencia y finaliza el 21 de julio en Niza.
En ese tiempo, repetir los logros obtenidos en la pasada edición sería un estupendo resultado. El ciclismo vasco se subrayó mediante dos victorias de etapa, una de Pello Bilbao y otra de Ion Izagirre además del sexto puesto en la general del gernikarra. Una estupenda cosecha. Mejorar ese rendimiento se antoja complejo.
Entre los representantes vascos, la mayoría encara el Tour con la idea de alcanzar un victoria de etapa. No ocultan sus intenciones Pello Bilbao, Alex Aranburu, Ion Izagirre, Oier Lazkano o Mikel Landa, de refilón. Jonathan Castroviejo, en su décima participación, pondrá todo su esfuerzo en apoyar a los líderes del Ineos.
Landa también parte con la misión de guiar a Remco Evenepoel en el primer Tour del belga. “Mi misión es ayuda a Remco a estar en el podio”, expone el de Murgia, cuarto en 2017, y un ciclista muy sólido en el julio francés.
Según discurra la carrera, Landa podría tener alguna oportunidad en las etapas de montaña, que en esta edición se antoja muy exigente, ideal para las cualidades del alavés.
Pello Bilbao, vencedor de etapa el pasado curso y sexto en la general, quiere “aprovechar las oportunidades, meterme en fugas por la etapa y luchar en la general. Tras las primeras etapas ya veremos, pero quiero jugar las dos bazas”.
Ion Izagirre, que también celebró una victoria en 2023 que sumaba a la lograda en 2016 en Morzine, llega con el físico algo tocado por una caída en el Tour de Suiza. El de Ormaiztegi tratará de coger ritmo y más adelante probar en las fugas.
A Oier Lazkano, debutante en la Grande Boucle, las escapadas pueden darle vuelo. “Un Tour siempre es un Tour y es muy especial estar aquí. Estoy muy agradecido y con ganas. Venimos con fuerza y confiados al Tour”, expone el gasteiztarra, un dorsal a seguir.
También el de Alex Aranburu, que encara la carrera en un estupendo estado de forma y pleno de confianza tras sus últimos triunfos. Las dos etapas iniciales, con aire de clásicas, se adaptan muy bien a las características del ezkiotarra, que luchará por sublimarse.