Lo que estaba siendo una jornada de alegría tras recibir un premio en Madrid derivó en una de las peores experiencias a las que se han tenido que enfrentar los integrantes de la asociación CaMinus.
Sucedió el pasado viernes 17 de diciembre en la estación de Chamartín de la capital de España, donde Rubén Zulueta y José Ignacio Fernández, que padecen distrofia muscular y se desplazan en silla de ruedas eléctrica, tenían sendos billetes de tren para regresar a Vitoria en el Alvia de las 16.05 horas. Ambos estaban acompañados por Antonio González, tercer miembro del colectivo, que en ese momento ejercía de cuidador de ambos y lógicamente también volvería con ellos.
Pese a que los tres habían realizado el día anterior su viaje de ida a Madrid sin ningún problema, cuando llegaron a la zona de asistencia de Chamartín fueron informados de que Rubén y José Ignacio no podían viajar en el mismo convoy.