La tienda que 'resiste' en muy pocos barrios de Vitoria

¿Dónde podemos comprar un recambio en Vitoria para cuando falla la cisterna del baño? ¿O un pegamento o silicona para una junta del suelo de la cocina? ¿Y un candado? ¿O una goma para la olla?

Toda esta clase de artículos tan diversos para la construcción, el bricolaje y el menaje del hogar están en una sola tienda: la ferretería, el mítico comercio de 'los de toda la vida' que está desapareciendo de los barrios de Vitoria.

Al igual que las librerías y las papelerías, estas pequeñas tiendas están perdiendo su sitio a pie de calle, con lo que también se está perdiendo la atención tan personalizada que recibías al entrar por la puerta y la calidad de sus ventas, para particulares y profesionales.

Ferretería cerrada en la calle Reyes Católicos.

Son muy pocas las que quedan en Vitoria, como por ejemplo, Ferretería Alegría (el nombre viene por el apellido de la familia, Ruiz de Alegría) que abrió sus puertas en el año 1961 en el barrio de Coronación, en la calle Domingo Beltrán, con una clientela muy fiel y que se deja aconsejar. Sin olvidar La Ferretería en la calle Abendaño, o la mítica Ferretería Izquierdo, en Portal de Arriaga.

Un sector donde se trabaja de lunes a sábados, y con muy pocas vacaciones cuando se trata de un negocio familiar.

Había en todos los barrios

Ofrecían al cliente debajo de su casa, en el mismo barrio, todo tipo de productos desde artículos de seguridad como cerraduras, o lo necesario para hacer alguna reforma en casa (en el baño o en la cocina, para arreglar una persiana,...). Y artículos tan cotidianos como cinta adhesiva, pegamentos y silicona.

También podíamos encontrar todo tipo de herramientas para el bricolaje como destornillares, sierras, martillos, tijeras,... y mucho más.

Ferretería cerrada en la calle Reyes Católicos.

Fuerte competencia online

Sin olvidar las grandes superficies, la fuerte competencia online a la que tienen que hacer frente ha sido un duro golpe para este sector de las ferreterías de barrio, sobre todo a raíz de la pandemia donde se incrementaron las ventas por Internet, una tendencia que se consolida en muchos hogares alaveses.