Una de cada cuatro personas atendidas en 2022 por adicciones a sustancias fueron mujeres, un 22% más que el año anterior, y preocupa especialmente el caso de los ansiolíticos, sobre todo porque la mayoría de los casos de consumo problemático se da en los casos que lo toman por prescripción médica.
Así lo ha expresado este martes la secretaria de la Red de Atención a las Adicciones (UNAD), Encarnación Pámpanas, en la presentación del informe "Perfil de las adicciones en 2022", elaborado a partir de una muestra de 47.033 personas con drogodependencias y otras adicciones que demandaron tratamiento durante el pasado año.
Pámpanas ha señalado que los resultados del informe demuestran que no existe un único perfil de personas adictas y ha incidido en que no diferenciar por género al tratar este problema de salud "impide un buen abordaje".
Además, ha puesto el foco en que los datos no hacen más que demostrar que "los roles asignados a las mujeres como cuidadoras son un obstáculo para visibilizar sus adicciones".
En este sentido, ha alertado de que las mujeres atendidas por adicción a ansiolíticos o somníferos prescritos por su médico fueron el doble que aquellas que habían desarrollado drogodependencia a estas sustancias sin receta médica, mientras que en los hombres la relación está más igualada, lo que evidencia que la prescripción de estas sustancias "se está dirigiendo a las mujeres".
Entre las personas atendidas por las organizaciones que integran la UNAD, 46.343 tenían adicción a sustancias. La droga que más conduce a las mujeres al tratamiento es el alcohol, seguido de la cocaína, mientras que en los hombres son más prevalentes la cocaína y la heroína.
El perfil social de estas personas está marcado por contextos sociales de exclusión, especialmente por el desempleo. Los hombres atendidos generalmente tienen menos estabilidad en su residencia pero sí estudios, mientras que las mujeres viven en casas en propiedad pero no suelen tener estudios.
En cuanto a las adicciones sin sustancia, durante el año pasado las organizaciones integradas en la UNAD atendieron a 690 personas con este problema: un 21 % de mujeres, afectadas principalmente por adicción al bingo o las tragaperras, y un 79 % de hombres, en los que es más habitual la adicción a las máquinas de apuestas deportivas.
Desde UNAD han pedido recursos para afrontar esta realidad y han recordado que "no se puede abandonar o disminuir el consumo de drogas si no hay inserción laboral o social", según ha afirmado su vicepresidenta, Felisa Pérez.
En este sentido y ante las elecciones generales del 23J, Pérez ha solicitado a los políticos que exista equidad en las redes de atención a las adicciones en todo el territorio español, nuevas normativas que no sean punitivas con los adictos y la inclusión de la adicción en la agenda política "como un problema de salud pública".