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La economía navarra empieza a frenarse y aboca al Gobierno a recortar previsiones

La actividad industrial se contrae en primavera por el entorno internacional y lima el dinamismo del consumo interno
Fachada del Departamento de Economía y Hacienda.

Si la industria no carbura, Navarra sufre. Y su crecimiento se resiente, como muestra el dato de avance del PIB del segundo trimestre, que refleja un incremento de apenas siete décimas. Un resultado modesto e insuficiente para firmar a finales de año el 5% que había previsto el Ejecutivo foral. El crecimiento interanual se sitúa ya en apenas el 4,5% (6,3% en España).

La noticia es un anticipo de lo que llegará en los próximos dos trimestres, que estarán marcados no solo por el alza de los precios, sino seguramente por medidas de restricción energética que impactarán en la actividad económica. Lo admitía ayer Elma Saiz, consejera de Economía y Hacienda del Gobierno de Navarra, que describía un cuadro poco halagúeño. “La reactivación del turismo, la demanda embalsada durante la pandemia o las favorables condiciones financieras se están erosionado. Además, es de suponer que el empeoramiento de las perspectivas económicas de Europa pueda debilitar la demanda externa y eso genere una repercusión sobre la economía foral”, indicó Saiz,

De hecho, el comportamiento de la economía navarra se ha desacoplado en parte del estatal, que experimentó un rebote del 1,1% entre abril y junio, tras estancarse en el primer trimestre, un periodo en el que Navarra creció un 1%

“Lejos de discursos de extremo pesimismo”, ha sostenido, “debemos encarar el presente desde el realismo que nos dice que nuestra economía sigue siendo robusta y sigue creciendo, aunque lo haga de forma algo más moderada que en el primer trimestre del año”.

Saiz explicó que los indicadores coyunturales de los que dispone el Departamento de Economía y Hacienda “revelan un repunte notable de la actividad del sector servicios en abril y mayo”. La cifra de negocios de los servicios de mercado aumentó un 27 % respecto a esos mismos meses de 2021 y un 19 % respecto al primer trimestre del año, debido sobre todo al impulso del turismo.

Por su parte, la actividad industrial disminuyó un 0,9 % de promedio en abril y mayo en comparación con el ejercicio anterior, como consecuencia del deterioro global de la economía tras la guerra en Ucrania.

La consejera resaltó la importancia de las cifras de empleo, que “a pesar de la creciente incertidumbre, siguen tirando de la economía”. En ese sentido, la afiliación creció un 2,9 % de promedio entre abril y junio. Las ramas que más empleo han generado en Navarra durante los últimos 12 meses son hostelería, servicios sanitarios y sociales, industria manufacturera y educación.

Saiz recordó los últimos datos de inflación (repunte del 10,2 % en el mes de junio) explicando que “la subida de los precios energéticos se ha ido contagiando al resto de componentes de la cesta de la compra y en el mes de junio más de la mitad de las rúbricas del IPC acumulaba incrementos de precios superiores al 5%”.

Los precios industriales continúan en ascenso, presionados por los costes de la energía y del resto de materias primas, y crecen un 26 % en la primera mitad del año. Aunque el incremento es notable, los datos reflejan que Navarra es la segunda comunidad autónoma donde menos se han encarecido los productos industriales, solo por detrás de La Rioja y muy por debajo del promedio de España, que anota una subida de 43 %.

30/07/2022