El conjunto de cuatro ascensores previsto entre la calle Escolta Real y el Seminario, en El Antiguo, ha dado esta pasada semana un paso adelante con el inicio del proceso para determinar el precio del terreno que se tiene que expropiar para instalar el primero de los elevadores.
En concreto, la Junta de Gobierno del pasado martes aprobó dar comienzo al expediente para fijar el justiprecio que recibirán los propietarios de la parcela de la calle Escolta Real 26-28 afectada por la futura obra. Este terreno, de 62 metros cuadrados, resulta imprescindible para poder ejecutar el primero de los ascensores, que unirá este punto de Escolta Real con el paseo de Hériz 21.
El plan para crear los cuatro ascensores data de 2019, cuando el Ayuntamiento dio luz verde al proyecto para el primero de los elevadores que, entonces, tenía un presupuesto de casi un millón de euros y un plazo de ejecución de cinco meses. Entonces, el alcalde, Eneko Goia, ya advirtió de que sería necesario expropiar primero el terreno en el que asentar el ascensor, un proceso que se calculó en varios meses. La construcción, entonces, se planteó para comenzar en 2020.
Sin embargo, la llegada de la pandemia, con su parón en actividades constructivas, afectó de lleno al Ayuntamiento y, con él, a este proyecto que persigue salvar un desnivel total de 52 metros entre la zona baja de El Antiguo y la parte más alta, junto al Seminario.
El primer tramo de ascensores incluye una pasarela al inicio de las escaleras de Escolta Real, que llegará hasta el elevador. Además de ocupar 62 metros para la caja del ascensor, la obra requerirá utilizar otros 54 de modo temporal.
Según las previsiones del Consistorio, el siguiente de los elevadores que se construirá no será el segundo, sino el cuarto, que también ronda el millón de euros de coste, según los proyectos de hace cuatro años. Este último ascensor se ejecutaría antes ya que, al igual que el primero, afecta a una zona con mayor tránsito peatonal. Conectaría el paseo de Hériz 75 con el entorno del Seminario.
El conjunto de elevadores incluye también uno entre el paseo de Hériz 28 y José María Arizmendiarreta y otro, entre este punto y paseo de Hériz 44, que aún no cuentan con presupuesto.
La disponibilidad económica del Ayuntamiento afectará al ritmo de ejecución de estas conexiones verticales. Además, los precios de las materias primas han subido y los presupuestos de los dos primeros deberán ser calculados de nuevo antes de salir a concurso. No obstante, la reactivación de la expropiación del primer terreno necesario abre la puerta al plan apartado en los últimos tiempos.
Los últimos ascensores públicos de Donostia se pusieron en marcha en Morlans, en 2019, y en Larratxo, en 2020. En Aiete hay otro proyectado, esta vez ligado a la estación del Topo en Morlans. Unirá la estación del Topo bajo la calle Autonomía con las calles La Salud y San Roke. Este nuevo elevador tendrá cabida para 21 personas y subirá unos 30 metros de altura. Entrará en servicio en 2025 y costará 1,8 millones de euros.