El Pleno del Ayuntamiento de Gasteiz ha rechazado "dejar en suspenso la construcción del laberinto vegetal" en las campas de Olarizu, para "buscar otra ubicación" en la ciudad, tal y como ha demandado la plataforma ciudadana SOS Olarizu, durante su turno popular en la cámara municipal.
La moción, presentada por el colectivo ciudadano, ha sido rechazada por los votos contrarios del Gobierno municipal (PSE-PNV), la abstención del Partido Popular y el voto favorable de EH Bildu y Elkarrekin Vitoria.
La plataforma SOS Olarizu ha solicitado el apoyo de los grupos municipales para paralizar el proyecto en Olarizu, con el objetivo de buscarle "otra ubicación" en la ciudad, debido al "impacto ambiental y social" que tiene sobre "ese espacio verde de la campa".
"Van a pasar a la historia de esta ciudad como las responsables políticos que destrozaron para siempre las campas de Olarizu. Poner un seto y cemento no es más que crear otra isla de calor. Se va a destruir lo que hoy es un maravilloso entorno natural que da, a las personas y mascotas que lo visitan, bienestar físico", ha manifestado la plataforma.
El colectivo ha acudido al pleno "con el aval que le dan las casi 6.000 firmas vecinales" que han logrado reunir en los últimos meses. "Hablan de un proyecto de ciudad, pero lo van a imponer en contra de una parte de la ciudadanía y del tejido asociativo de la ciudad, sin hacer caso a estudios independientes sobre su afección y sin dialogar con los ciudadanos", ha denunciado.
"En ningún momento se han planteado escuchar a expertos ecologistas y medioambientales, vecinos y vecinas, y asociaciones animalistas. No ha habido ningún tipo de tramitación pública, y eso que su coste asciende a cerca de 500.000 euros", ha recriminado SOS Olarizu.
"Sin afecciones"
El concejal de Gestión Ambiental, Pascual Borja, ha defendido que "es un buen proyecto que va a dar salida a todos aquellos objetivos que se vienen planteando para el laberinto y también para el jardín botánico de Olarizu" y ha recordado que "el documento se aprobó en 2018, sin reticencia alguna por parte de la oposición". "No se desmantela la campa, sino que se complementa con otros usos", ha zanjado.
La concejala de Espacio Público y Barrios, Beatriz Artolazabal, ha asegurado que el proyecto del laberinto "tiene como premisa proteger el medioambiente y la biodiversidad de la zona", ha explicado que "cumple con todos los requerimientos, tanto urbanísticos como medioambientales y topográficos; y ha expuesto que "todos los informes" garantizan que el laberinto "no afectará a ningún elemento de valor natural".
Artolazabal ha puesto en valor que su ubicación "se ha trasladado a 30 metros de los bloques de viviendas" y ha alertado que, "si se hiciera en otra ubicación, se pondrá la ayuda económica de más de 2 millones de euros", procedentes de los fondos europeos.
"Decisión unilateral"
Por su parte, el concejal de EH Bildu Xabier Ruiz de Larramendi ha reprochado que el proyecto de laberinto en Olarizu es "una decisión unilateral del equipo de Gobierno" que "no ha contado ni con los partidos políticos ni con la ciudadanía". "En lugar de escuchar a la ciudadanía, intentan correr todo lo posible y empezar las obras cuanto antes, para ver si así se calla a quien tenga alguna crítica", ha recriminado.
Una valoración que ha compartido la concejala del PP Marta Alaña, quien ha expresado que "el emplazamiento corresponde exclusivamente a una decisión del PNV y PSE" en un asunto "mal gestionado", al "no recoger las propuestas ciudadanas". A pesar de ello, ha explicado que su grupo se abstiene "por responsabilidad, ya que puede estar en juego la pérdida de toda la línea para el jardín botánico, que asciende a un millón de euros".
Por último, el concejal de Elkarrekin Vitoria Óscar Fernández ha reclamado que el laberinto se ubique "en un sitio antropizado" fuera de "un espacio naturalizado como el Anillo Verde" y ha reflejado que "no ha existido participación ciudadana" a lo largo de todo el proceso.