Esta vez sí, parece que el debate para ampliar y actualizar el autogobierno vasco entra en la pista de despegue. La discusión se mantuvo en barbecho durante toda la legislatura que arrancó en 2020, en una época marcada por el coronavirus y, aunque el entonces lehendakari Iñigo Urkullu intentó públicamente reactivar el debate cuando se despejó el horizonte pandémico, el PNV se quedó sin margen para reabrir la Ponencia del nuevo estatus tras constatar las dificultades para que confluyeran las posiciones del PSE y de la izquierda abertzale. En la nueva legislatura liderada por Imanol Pradales, el PNV tiene un acuerdo con el PSE para avanzar en un nuevo pacto estatutario que asume las premisas que arrancaron los jeltzales al presidente Pedro Sánchez. Y, por ahora, el PNV da un voto de confianza a EH Bildu porque cree que quiere cambiar de estrategia y pasar de la confrontación a la colaboración en ámbitos centrales de la gestión. En este contexto, el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, ha anunciado este martes que los jeltzales están dispuestos a liderar este debate desde su posición como fuerza más votada en las elecciones del 21 de abril, y abrirán una ronda de contactos en septiembre con todos los partidos salvo la ultraderecha de Vox. La ronda servirá para hablar sobre la metodología y los contenidos.
Ortuzar lo desveló en una rueda de prensa desde el Palacio de Ajuria Enea tras reunirse con Pradales en el marco de la ronda de encuentros del lehendakari. Ortuzar, en compañía del portavoz parlamentario del PNV, Joseba Díez Antxustegi, fue el encargado de cerrar la tanda de reuniones, que seguirá este miércoles con los agentes sociales. Mientras tanto, la consejera de Autogobierno, Maria Ubarretxena, ultima su reunión con el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, para acelerar la negociación de las 29 transferencias pendientes que recoge el Estatuto de Gernika actual. Por lo tanto, mientras el Gobierno vasco se centra en esta primera fase en cumplir el autogobierno vigente, los partidos comenzarán a sondear las bases para alcanzar un acuerdo sobre el futuro autogobierno. Es el esquema que defiende el propio lehendakari. En la sesión de investidura, confió a los partidos la búsqueda de un nuevo pacto estatutario, aunque en la entrevista concedida a este periódico dejó ver que está dispuesto a asumir el liderazgo cuando exista un acuerdo y haya que defenderlo ante el Congreso de los Diputados.
El objetivo de la ronda
Ortuzar aseguró que el PNV ha compartido el diagnóstico del lehendakari sobre la necesidad de alcanzar un acuerdo para Osakidetza; puso en valor sus directrices presupuestarias, y le hizo saber que tendrá su “máxima colaboración” en materia de autogobierno. Los jeltzales ponen a disposición del lehendakari su grupo en el Congreso para que las transferencias lleguen lo más “rápido” posible, y para alcanzar un nuevo pacto. “Estamos de acuerdo con el planteamiento que hizo en la investidura, residenciar inicialmente en los partidos la tarea de acordar el procedimiento más adecuado para encauzar el nuevo pacto estatutario. En ese sentido, le he hecho saber que el PNV, como partido más votado el 21 de abril, está dispuesto a asumir la responsabilidad de gestionar ese tiempo de diálogo”, dijo, para anunciar que “en septiembre” abrirá “una ronda discreta de contactos con los partidos que han pasado por Ajuria Enea”. En la ronda de preguntas, confirmó que tampoco él citará a Vox, porque “no tiene sentido hablar de autogobierno futuro con quien no cree en el presente”. Ortuzar aseguró que esta ronda tiene como objetivo “ver la disposición” de los grupos, y “tratar de acordar el método y los contenidos de ese reto tan importante y tan necesario como es la actualización del autogobierno vasco, el reto de un nuevo estatus para Euskadi”.
¿Agua en la piscina?
¿Quiere decir que se intentará reactivar la Ponencia de Autogobierno en el Parlamento? Fuentes del EBB consultadas por este periódico no llegan a concretar que el desenlace vaya a ser ese, porque la ronda tiene entre sus objetivos, precisamente, abordar un método de trabajo, que puede ser esa ponencia u otro. Eso sí, aunque la ronda preparatoria sea discreta, por fuerza los acuerdos que se alcancen tendrán que plasmarse y materializarse en el Parlamento Vasco, para después pasar al Congreso y someterse a referéndum.
¿Ve margen para el diálogo? Ortuzar realizó un matiz significativo. Aunque, hasta la fecha, la relación entre el PNV y EH Bildu estaba presidida por la desconfianza mutua, Ortuzar no ha querido interpretar en clave negativa la apuesta de Pello Otxandiano por abrir un espacio bilateral de diálogo sobre el nuevo estatus con el PNV. El jeltzale no lo interpreta como un intento de “expulsar” a otros ni singularmente a sus socios del PSE. Cree que generar espacios de confianza puede ser positivo y que EH Bildu puede estar moviéndose buscando una mayor centralidad. Los jeltzales quieren ver cómo va aterrizando en hechos concretos esa apuesta. De momento, parece que hay agua en la piscina. Será en otoño cuando se vea si los partidos podrán hacer unos largos o hay bandera roja.
El PSE se comprometió con el PNV a asumir los contenidos del acuerdo entre los jeltzales y Sánchez. El líder del PSOE aceptó negociar sobre conceptos como el reconocimiento nacional de Euskadi y el blindaje de las competencias, y culminar el proceso en año y medio. 2025 está llamado a ser el año clave. El último paso que dio la Ponencia fue el acuerdo entre los juristas del PNV, PSE y Elkarrekin Podemos, con discrepancias en cuestiones como el derecho a decidir. El objetivo del PNV es un acuerdo más amplio que el de 1979, cuando se quedaron fuera HB y Alianza Popular.