En pleno letargo vacacional y en un momento en que las elecciones vascas del 21 de abril no levantan demasiadas pasiones, el PNV vuelve a apelar al bienestar y al bolsillo de la ciudadanía para que vaya a votar y se pueda profundizar en la mejora de los servicios sociales. Los jeltzales han presentado este miércoles el programa con el que Imanol Pradales opta a liderar la Lehendakaritza, y que incluye un refuerzo de las políticas públicas y la calidad de vida. Entre las propuestas, destaca el compromiso de ampliar de manera progresiva la ayuda de 200 euros al mes por hijo o hija a cargo, un dinero que ahora se cobra hasta que el menor cumple los 3 años de edad y que el PNV quiere extender hasta los 7 años, o hasta los 10 para las familias numerosas y monoparentales, con la idea de promover la natalidad. Además, después de haber escuchado cómo otros partidos cuestionan su compromiso con las políticas de vivienda o con el alquiler, el programa anuncia un plan de construcción o habilitación de 7.000 viviendas hasta el año 2030 en régimen de arrendamiento, reservando un 40% de esas viviendas a los jóvenes, a los menores de 36 años.
Pradales y el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, han dado a conocer en Gasteiz el programa jeltzale, que va directo al grano con el título Aukeratu Euskadi, elige bienestar. En un momento en que las encuestas vaticinan un empate con EH Bildu, el PNV lleva días repitiendo hasta la saciedad que está en juego el progreso, y el programa avisa de que los próximos cuatro años, hasta 2028, son decisivos para seguir construyendo Euskadi. El documento, de unas 80 páginas y con 575 medidas concretas, aborda las transiciones energética, digital y demográfica. Se estructura en seis apartados que van desde el bloque que sitúa a las personas como centro, hasta una Euskadi verde, una economía fuerte para una sociedad más justa, la convivencia, el reconocimiento nacional (donde se apuesta nuevamente por el derecho a decidir de manera pactada con el Estado y una Seguridad Social propia) y Euskadi en el mundo.
1.250 millones de inversión en Osakidetza
El primer punto aborda el sistema sanitario, un terreno que Pradales ya había considerado prioritario tras el desgaste de la pandemia y que ahora vuelve a calificarse como la "gran prioridad de país". A las medidas que ya había desgranado el candidato se le suman otras nuevas. Por un lado, se compromete a redactar un plan de inversiones con 1.250 millones, de los cuales 250 estarían destinados a mantener las infraestructuras actuales, y 1.000 se dedicarían a renovar y construir otras nuevas, como los ambulatorios de Durango, Irun, Laudio, Donostia, Gasteiz y Bilbao, el nuevo hospital en Tolosa, un centro logístico en Iurreta, o la ampliación de los hospitales de Basurto, Usansolo-Galdakao, Donostia, Txagorritxu, Zumarraga y Arrasate. Por otro lado, se crearía una nueva figura para reducir la sobrecarga en los ambulatorios y la burocracia: "la implementación del rol del administrativo sanitario", un nuevo perfil que será el primer filtro para los pacientes y será el encargado de dirigirlos a la enfermería, al médico o bien a una cita telefónica.
El programa recoge otras medidas como un sistema de camas para los cuidadores de los menores enfermos de larga estancia, la creación de una unidad de apoyo para el entorno de una víctima de suicidio, una institución para enfermedades crónicas "sin descartar" un hospital específico, y contratación estable y también un incremento de las retribuciones para que el personal de los ambulatorios se mantenga en la misma ubicación geográfica. Se recogen otras actuaciones que ya había avanzado Pradales, como un plan de choque para reducir la espera en los ambulatorios a un máximo de 48 horas, reducir la espera para operaciones por debajo de los dos meses para acercarla a los 50 días mediante la reorganización "y refuerzo en la contratación del personal necesario", un acuerdo político y con los profesionales, y el refuerzo de los puntos de atención continuada.
Vivienda y natalidad
En vivienda, el PNV se compromete a reconocer el derecho subjetivo, y anuncia una batería de medidas en materia de alquiler que desactiva la crítica de quienes denuncian una cultura basada solo en la propiedad. En ese sentido, el PNV anuncia una línea de avales para cubrir también las fianzas de los contratos de alquiler. Esa línea se suma a los 200 millones en avales para la compra de una primera vivienda exclusivamente para los jóvenes. Además, habrá 7.000 viviendas más el arrendamiento, reservando un 40% para los menores de 36 años; estudiará con las diputaciones forales la puesta en marcha de deducciones fiscales para las personas que pongan el piso en alquiler cuando alojen a menores de 35 años, mayores de 65 o personas con bajos ingresos; y propondrá un intercambio de viviendas para que los ancianos o las personas con problemas de movilidad puedan mudarse a una casa accesible a cambio de entregar la suya al alquiler social.
Por otro lado, se creará un nuevo cupo para acceder a la vivienda de protección pública, para reservar una parte a las personas que lleven más tiempo haciendo cola, y se pone por escrito la intención de ampliar hasta los 30.000 euros los límites de renta para acceder a los programas Gaztelagun y Emantzipa. A diferencia de otras formaciones que apuestan por desplegar la Ley estatal de Vivienda y las zonas tensionadas, el PNV pone sobre la mesa propuestas propias desde Euskadi, y la única mención a la ley de Sánchez se hace para prometer aplicar "la mejor síntesis" entre la normativa estatal y la vasca.
El programa echa toda la carne en el asador con los jóvenes, y promete también ampliar los permisos de paternidad y maternidad a las 24 semanas, frente a las 18 actuales, además de crear un programa de préstamos con devolución a largo plazo para financiar proyectos formativos como los estudios de posgrado o aprendizaje de idiomas.
Educación
En educación, el programa apuesta por impulsar el pacto social contra la segregación escolar, un sistema de becas ampliable a las actividades extraescolares y el material escolar, y desarrollar un nuevo marco educativo plurilingüe, que fue una de las novedades de la Ley de Educación aprobada finalmente con el rechazo de EH Bildu por la mención a los modelos lingüísticos vigentes. Pese a que EH Bildu negó que se vaya a impulsar un tratamiento integral, el programa apuesta precisamente por confeccionar ese marco "siguiendo un tratamiento integral e integrado de las lenguas y de transversalidad curricular que incluya todos los espacios educativos y los recursos de aprendizaje" y donde "el euskera tiene que ser el eje". "Crearemos el Instituto para el Aprendizaje del Euskera y las Lenguas, que asumirá la misión de trabajar las principales estrategias", añade. También se reforzará el dominio del inglés.
Se anuncian "al menos 800 millones en infraestructuras de la escuela pública", y el nuevo Plan del Sistema Universitario Vasco 2026-2030 alcanzará "al menos los 2.500 millones de esfuerzo inversor compartido público-privado". La dotación para los programas predoctorales y postdoctorales aumentará cada año un 6%, y se duplicará el periodo de contratación al retorno de los investigadores hasta los 4 años. El programa Ikerbasque alcanzará los 500 investigadores.
Con vocación de gobierno
Ortuzar ha defendido que es un programa "kilómetro cero, hecho en casa", de la mano de 50 personas que han señalado varias reivindicaciones de la sociedad vasca, es una respuesta "global" más allá de los temas recurrentes en las encuestas y que mira más allá del próximo mandato, y es un programa con vocación de gobierno para dos o tres legislaturas. "Hay muy pocos brindis al sol, hay un pie a tierra porque va a ser nuestro compromiso con la sociedad vasca, que queremos cumplir", zanjó. Pradales lo define como un "contrato vinculante" con la sociedad vasca y el fruto de un proceso de escucha a los distintos agentes para identificar sus demandas. Volvió a apostar por elegir entre bienestar y un programa "exigente e inconformista", o un "futuro peor" para Euskadi.