Tras meses de enfrentamiento sobre esta cuestión, el PNV ha dado este viernes su voto favorable a la Ley del Ingreso Mínimo Vital en el Senado. Y lo ha hecho a la espera de que se produzca próximamente la transferencia de esta competencia, para que las instituciones vascas puedan tramitar de principio a fin el pago de la ayuda social.
El PNV pactó con el Gobierno español durante la negociación presupuestaria que esta competencia llegara íntegra, está previsto que lo haga a finales de este año o principios del siguiente, y por esa razón no ha querido que la sangre llegara al río. Pero esta transferencia ya urge para los jeltzales. Nerea Ahedo dejó su recado: "Solo esperamos, exigimos, que esta transferencia culmine cuanto antes. Estaba prevista para el 31 de octubre de 2020, y ya vemos en qué fecha estamos", zanjó. Puso en valor que el IMV es "complementario y compatible" con la Renta de Garantía de Ingresos, con décadas de historia en la CAV, y también con la renta navarra.
UN DEBATE CON CRÍTICAS
El texto ha recibido varias enmiendas técnicas y tendrá que volver al Congreso, para quedar definitivamente aprobado la semana que viene.Ha pasado un año y medio desde la entrada en vigor del decreto. Compromís y Más Madrid fueron igualmente críticos con la ausencia de diálogo. La ley obtuvo 158 votos a favor, 2 en contra y 105 abstenciones.
El PSOE incorporó enmiendas para que no se excluya como beneficiarias del IMV a personas que hayan sido administradoras de empresas que ya no existan, para que el patrimonio especialmente protegido de las personas con discapacidad compute a efectos de cálculo, y para que no sea obligatorio buscar empleo para personas que primero requieran de una inserción social.