La ofensiva que ha puesto en marcha el PP a nivel político, judicial y en las calles en contra de la Ley de Amnistía choca con las conversaciones que llegó a mantener en privado con Junts, donde por lo visto la idea no le parecía tan descabellada: la formación de Alberto Núñez Feijóo valoró durante 24 horas esa posibilidad, lo que supone que no la descartó de entrada, y ahora el PP matiza que sí estaría dispuesto a un indulto para el expresident catalán Carles Puigdemont, siempre que se fijaran unas condiciones y se arrepintiera. Este enredo ha provocado que se cuestione su credibilidad porque, cuando el objetivo es que el PP logre aliados, estudia propuestas que demoniza en otros contextos, cuando son otros partidos los que quieren gobernar con esos acuerdos. En este sentido, fuentes del Euzkadi Buru Batzar del PNV afean al PP que no traslade su posición de manera “veraz” y que haya primado sus intereses “partidistas”, de tal forma que su condición de partido de Estado ha quedado ya “desacreditada”.
“En política tienes que mantener una única posición, defenderla con convicción y trasladarla de forma clara y veraz a la ciudadanía. Está claro que el Partido Popular no ha actuado así en la gestión del asunto de los indultos y la amnistía en Catalunya. El PP ha puesto sus intereses partidistas por encima de los de la ciudadanía y del país que dice defender. Ha primado el bien partidista frente al bien común, y eso es muy grave. Entendemos que ha quedado desacreditada su condición de partido de Estado”, dijeron desde el EBB ante el interés de los medios de comunicación en conocer su lectura.
La carta de Puigdemont
Esta polémica comenzó con la carta de Puigdemont a los eurodiputados, donde aseguraba que, si Feijóo fuera presidente, no estaría siendo investigado. “Todo se sabrá”, dejó caer, lo que parecía insinuar que el PP le hizo alguna oferta al respecto. Poco después, el PP habría filtrado a la prensa su idea del indulto condicionado. No queda muy claro si el PP estaba poniendo la venda antes de la herida en previsión de que Puigdemont realizara una filtración más comprometida. ¿Hubiera revelado el PP la idea del indulto condicionado si Puigdemont no se hubiera pronunciado antes en esa clave en la misiva a los eurodiputados? ¿Era una forma de cortocircuitar las revelaciones que pudiera hacer el expresident? Hasta la fecha, el PP solo ha admitido sus conversaciones para salir al paso de declaraciones y filtraciones. Ya tuvo que admitir algunos contactos con Junts antes de su investidura fallida.
Y, desde el PNV, su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, avisó en noviembre de que “algún día” contaría lo que el PP llegó a ofrecer a los jeltzales. El PNV no ha querido desvelarlo en público porque, en su caso, no ha querido dar pábulo a la opción de acordar una investidura con un PP que va de la mano de Vox. En cualquier caso, la idea de que Feijóo no es presidente porque no quiere o de que es el único que no pactaría con los nacionalistas vascos y catalanes no casa con estas conversaciones. Viene a la mente tras este episodio la forma en que Esteban se refirió a Feijóo como “doctor Jekyll y mister Hyde”.