Dentro de la reñida competición que libran PNV y EH Bildu para las elecciones vascas del 21 de abril, donde algunas encuestas vaticinan un empate en escaños, los jeltzales asisten con deleite al giro que ha dado el debate en materia de autogobierno, porque creen que han aflorado contradicciones en el discurso de la izquierda abertzale. Consideran que ha terminado asumiendo la posición del PNV tras acusar a los jeltzales de “bajarse los pantalones en Madrid”.
La precampaña comenzó con el tono previsto. El candidato de EH Bildu, Pello Otxandiano, insinuó que al PNV le falta ambición, y criticó que el debate del nuevo estatus de autogobierno lleve tres legislaturas “dando vueltas a una rotonda”, mientras se celebra la llegada de nuevas competencias que vienen con más de cuatro décadas de retraso. El PNV veía con malestar cómo la izquierda abertzale pretendía dar “lecciones” a los jeltzales. Pero todo comenzó a cambiar con el viaje de Otxandiano a Irlanda.
Si la coalición abertzale ya apostó en su momento por sincronizar los relojes con Catalunya durante el proceso soberanista, hace unos días los sincronizó con Irlanda, aunque el problema en este caso radica en que sus tiempos, el año 2030, son más lentos que los que prevé el PNV para acordar un nuevo estatus con el Estado, en un plazo de año y medio después de las elecciones vascas. Otxandiano defendió en unas declaraciones a Europa Press que Mary Lou McDonald, líder del Sinn Féin, “ha propuesto un horizonte temporal para la reunificación de Irlanda, 2030”: “Y lo que vamos a compartir con ella es la necesidad también desde nuestra parte de dar un salto en el estatus político de la CAV y Nafarroa para dar un salto en nuestra soberanía”.
Tras esas declaraciones, el candidato del PNV, Imanol Pradales, viajaba a Madrid para participar en un desayuno informativo del Forum Europa, en compañía del presidente del EBB, Andoni Ortuzar. Allí, Pradales recordaba el plazo de año y medio para pactar un nuevo estatus, negociando el reconocimiento nacional de Euskadi, la salvaguarda de sus competencias y un sistema de garantías basado en la bilateralidad, en virtud del acuerdo de investidura del PNV con Pedro Sánchez. Este fin de semana, Otxandiano volvía a hablar sobre el nuevo estatus, pero ya no tomaba como referencia el plazo de 2030, sino el periodo inmediatamente posterior a las elecciones del 21 de abril, es decir, la nueva legislatura vasca, lo que supone adelantar las previsiones que él mismo había realizado en Irlanda y acercarse más a las del PNV. En un acto en Gasteiz, apostó, en unas claves similares a las del PNV, por “un autogobierno que nos reconozca como nación, que nos ponga en pie de igualdad con el Estado y que nos dé suficiente ambición nacional para que se produzca una transformación social, económica, política y cultural”.
Un acuerdo posible sobre autogobierno y no para gobernar
Esta es la secuencia de los acontecimientos, y Andoni Ortuzar ha realizado este martes su interpretación en Radio Popular: “Yo le oí al candidato de Bildu decir que esta legislatura hace falta un nuevo estatus, con un reconocimiento nacional y blindaje de competencias. La semana pasada hablaba de 2030. Y dibujó un esquema completamente distinto. ¿Qué pasó en medio? Que Imanol Pradales y yo fuimos a Madrid a presentar la hoja de ruta, que está firmada con Pedro Sánchez y vamos a hacer que se cumpla para esta legislatura. Zumban al PNV pero esto que dijo Pello Otxandiano es lo que defendía el PNV en la legislatura anterior, y Bildu decía que era bajarse los pantalones en Madrid. Todos los días está dando lecciones, pero su propuesta es lo más parecido al PNV. La gente de Bildu debe estar despistada por este giro estratégico. Si la posición de Bildu es la que defendió Otxandiano, va a haber posibilidad de acuerdo con el PNV”.
Por tanto, Ortuzar confirmó que el PNV querría alcanzar un acuerdo con EH Bildu sobre el autogobierno y sería posible si es que la posición es esa. Pero eso no significa que se deje en la estacada al PSE, un partido que el PNV ya ha defendido en varias ocasiones que es necesario también por una cuestión de puro pragmatismo, porque el nuevo estatus se tiene que votar en el Congreso de los Diputados y eso exige contar con el aval de uno de los partidos estatales mayoritarios. “Me conformaría con que el consenso de quienes estuvimos en el Estatuto de 1979 se amplíe con EH Bildu”, dijo. Después habría que pactarlo con Pedro Sánchez y someterlo a referéndum entre la ciudadanía vasca.
Lo que no ve Ortuzar es la posibilidad de que PNV y Bildu gobiernen juntos. “Es difícil porque ellos vienen a quitarnos. Es evidente esa pretensión de suplantación. Si están diciendo que lo hacemos todo mal, si quieren hacer lo contrario, va a ser muy difícil. Hay gente que lo señala como primera opción, pero yo creo que Bildu nunca va a pactar con el PNV. No va a entrar de segundo en un Gobierno jamás”, zanjó.
La legislatura de Sánchez
A juicio de Ortuzar, todo este enredo sobre el autogobierno viene a cuenta de que EH Bildu quería llevar esta campaña al eje izquierda-derecha, para arrimarse al debate más encendido que se espolea con los bloques del Estado, pero en el debate sobre las propuestas abertzales “es más difícil desposicionar al PNV, porque se están viniendo a nuestra posición”.
Sobre el presidente Sánchez, dudó de que la legislatura española pueda durar cuatro años pero añadió que, con Cuentas, puede durar “dos años o dos años y pico” salvo que haga las cosas “muy mal” o quiera elecciones. “Por nosotros, no va a ser”, aclaró.