En el despacho del presidente español, sobre su mesa, vuelve a aparecer una carpeta no resuelta: el reparto de los fondos europeos con Euskadi. El PNV quiere que la legislatura española funcione y, con sus más y sus menos a la hora de hacer cumplir lo pactado con Sánchez en la investidura, quiere facilitar la gobernabilidad para aprovechar la ocasión de abrir el debate territorial y ampliar el autogobierno. El hito más próximo en el horizonte para garantizar esa estabilidad lo marca la negociación de los Presupuestos estatales para 2022, cuyo techo de gasto se aprobará en julio y cuyo contenido completo se registrará a la vuelta del verano, en septiembre.
Y el presidente de la Ejecutiva del PNV, Andoni Ortuzar, se muestra dispuesto a negociar las Cuentas porque quiere que la legislatura dure hasta 2023. Pero tiene claro que su apoyo debe ser fruto de un intercambio. Debe haber reciprocidad: vincula los Presupuestos al reparto de los fondos europeos y a que Euskadi reciba una aportación justa, acorde con la potencia de sus proyectos sobre industria inteligente y renovables como la energía marina.
Europa inyectará como mínimo 70.000 millones en el Estado español en los próximos años, 19.000 de ellos este año y se calcula que 18.000 el próximo. Fuentes de la Ejecutiva del PNV explican a DEIA que una asignación decepcionante para Euskadi "complicaría" su respaldo a las Cuentas. Sánchez comenzó con mal pie en este asunto con el PNV, con un enfoque controlador y alejado de la cogobernanza con las comunidades autónomas. Los fondos ya sobrevolaron de manera menos explícita las negociaciones de los Presupuestos de 2021.
PERTE AUTONÓMICOS
El consejero Pedro Azpiazu ha tratado de reconducir en los últimos meses el planteamiento inicial del Ministerio de Hacienda haciendo valer su programa Euskadi Next con iniciativas hasta 2026, y la figura de los PERTE autonómicos, proyectos estratégicos territoriales que no deberían ser fraccionados ni perderse en otras iniciativas, y que pretenden captar unos 6.500 millones. Azpiazu rechaza el reparto por áreas que han diseñado desde los ministerios, y que obliga a trocear proyectos transversales.
VOLUNTAD DE NEGOCIAR
Preguntado sobre su disposición para negociar los Presupuestos en una entrevista con Radio Nacional de España, Ortuzar dejó claro este martes que los seis diputados del PNV en el Congreso están dispuestos a acordar. "Benditos sean los acuerdos", dijo, para marcar distancias con la "sima" que se está abriendo entre los partidos españoles y que "no tiene sentido". El jeltzale apuesta por que "haya legislatura hasta 2023 para hacer reformas" y, entre ellas, destacó la necesidad de abordar "el modelo territorial" porque existe un consenso sobre la idea de que necesita ser retocado.
Y Ortuzar interpreta que los Presupuestos son una pieza clave para que la legislatura aguante. Pero plantea contrapartidas. En concreto, cree que los Presupuestos están "vinculados a los fondos europeos", y recuerda que Euskadi tiene "muchas expectativas" depositadas en este dinero. "El Estado español tiene que aprovechar esta oportunidad, no nos gustaría que esto fuera otro Plan E. Creo que este dinero no puede ser para tapar agujeros, sino para transformar, de verdad, las estructuras económicas y productivas, para que, cuando vengan crisis como las que estamos viviendo en los últimos años, estemos mejor preparados para salir de ellas", defiende Ortuzar.
AVAL DE LOS MINISTERIOS
Desde el PNV creen que Euskadi debe recibir un trato acorde con los proyectos que ha presentado, y que los propios ministerios han reconocido por su valía y su potencia, según explican desde Sabin Etxea. De hecho, la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, y la de Industria, Reyes Maroto, han alabado la ambición de los proyectos vascos en sus visitas a Euskadi.
Fuentes del PNV se oponen a un reparto por criterios territoriales, y esgrimen que el dinero debe asignarse a las iniciativas punteras, donde la propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha reconocido que Euskadi está bien posicionada. Sánchez pretende abordar este y otros debates en la conferencia de presidentes convocada para la última semana de julio en Salamanca.
El reparto de los fondos europeos ha sido durante todos estos meses una piedra en el zapato para la relación entre ambas partes, pero no es una preocupación exclusivamente vasca y se han escuchado protestas generalizadas en todas las comunidades autónomas que, incluso, hicieron al Ministerio de María Jesús Montero rectificar su reglamento de discusión y votación de los fondos en la conferencia sectorial. En un primer momento, el Gobierno español se arrogó los mismos votos que las comunidades autónomas y, además, el voto de calidad, de manera que se garantizaba de antemano que su criterio prevaleciera y ganara todas las votaciones.
AVISO
El PNV votó a favor del decreto de los fondos en el Congreso para no poner palos en las ruedas a la llegada del dinero, pero exigió cambiar de chip y avisó de que su paciencia "se agota" ante la manera de manejarse del Gobierno español, como si tuviera mayoría absoluta, y con un modelo centralizado. El PNV tiene a su favor que el propio reglamento aprobado por la Eurocámara pide implicar adecuadamente a las comunidades en el reparto de este dinero.
Esta es una demanda que trasladó también por escrito el lehendakari a Sánchez en la carta que le envió en los prolegómenos del 9 de mayo, donde le reclamaba que prorrogase el estado de alarma. Urkullu le trasladó su sensación de desorientación con los criterios. El PNV se ha quejado, asimismo, de que España quiera acortar los proyectos a 2023 en lugar de 2026 y que deje en el alambre parte del dinero.