El PNV de Arrasate defiende un “municipio con más zonas verdes y energías limpias" mediante una participación "activa"

El grupo municipal del PNV de Arrasate ha abogado por un modelo de desarrollo sostenible que “mejore la calidad de vida de la ciudadanía, proteja el entorno natural y dinamice la economía local”. Con el compromiso, según ha señalado su portavoz Ander Garay, de “transformar Arrasate en un municipio más habitable y resiliente”, presentan un conjunto de medidas para “avanzar hacia un futuro más verde y justo”.

“Proponemos un municipio con más zonas verdes, energías limpias y movilidad accesible mediante un proceso participativo”, ha indicado el portavoz jeltzale.

Reforestación urbana

De este modo, para mejorar la calidad ambiental y ofrecer “más espacios de convivencia”, el PNV plantea crear un plan de reforestación urbana, que aumente la cobertura arbórea en calles y plazas con especies autóctonas resistentes al cambio climático. Además, propone también desarrollar “zonas verdes multifuncionales con áreas intergeneracionales, espacios deportivos y jardines que fomenten la biodiversidad local”. “La rehabilitación ecológica del río y sus márgenes será, al mismo tiempo, una prioridad para mejorar la biodiversidad y reducir el riesgo de inundaciones”, ha destacado Garay.

Eficiencia energética

En el ámbito de la eficiencia energética, la formación jeltzale apuesta por implementar un plan de “modernización de edificios públicos con sistemas como placas solares y geotermia, además de ofrecer subvenciones para la rehabilitación energética de viviendas y empresas”. Asimismo, ve necesario la instalación de alumbrado LED inteligente con sensores de presencia “para optimizar el consumo energético en diversas instalaciones”.

Para poder llevar a cabo estas actuaciones y concretar un plan de acciones, el PNV pone el foco en la participación ciudadana. "La toma de decisiones tiene que ser inclusiva y transparente. Apostamos por un proceso participativo estructurado en tres fases que garantice la implicación activa de la ciudadanía, desde el inicio hasta la aprobación del plan definitivo", ha recalcado Garay.

Escucha activa

Así, en la fase de consulta previa, que sugieren realizar entre marzo y abril, se "impulsaría un proceso de escucha activa", con reuniones por barrios, convocando al Consejo Infantil y al Consejo Asesor de Planeamiento Urbanístico, y lanzando, igualmente, una encuesta 'online'. Una vez elaborado el primer borrador del plan, se pasaría a la fase de presentación y debate público, entre "los meses de mayo y junio". La fase final será la de las alegaciones, que la "ciudadanía podría presentar ante la Comisión de Urbanismo", ha planteado Garay.

"La emergencia climática y las necesidades de la ciudadanía requieren de una respuesta ambiciosa", ha sentenciado el portavoz jeltzale.